Ciro Rolón, de Río Negro al mundo: uno de los concertistas más jóvenes y premiados del Teatro Colón

Es de Cipolletti y con 27 años ya recorrió todo el país de gira desde Buenos Aires. Ahora prepara sus maletas para tocar los pianos del mundo. Sueña con presentarse en el centro cultural de su ciudad natal.

A esta altura, Ciro Rolón aprendió a “abrazar la soledad” del pianista. Habita en la música y respira partituras en diez horas de ensayo por día. El concertista y director de orquesta rionegrino tiene 27 años y es dueño de una carrera sin fronteras.

De Cipolletti al Teatro Colón y de Argentina al mundo, son los dos grandes capítulos de su historia, que empezó con una infancia brillante y prometedora en el colegio “Nuestra Señora de Fátima”. 

“Era como una estrella de rock pero del piano clásico”, recuerda él mismo sobre aquellos días en que se presentaba en los recreos. Aún hoy, docentes de la institución son sus fans más leales. 

Desde la cuna, sus padres -médicos- le inculcaron la disciplina y el sacrificio. Su meta es la “excelencia”; pero la pasión es la base imprescindible. 

El talento de Ciro asomó a los cinco años expresado en el piano familiar. “Mi tía es profesora de piano y siempre me sentaba en el piano de la casa de mi abuela en Córdoba y sacaba melodías de oído. Tenía oído absoluto, desde muy chiquito. Podía reconocer notas con solo escucharlas. Y empecé a sacar melodías”, contó. 

Ese piano finalmente llegó desde Córdoba a Río Negro como regalo de cumpleaños y Ciro estalló en alegría el día que lo bajaron desde el camión de mudanza.

Dio sus primeros pasos a los siete años en la “Casita de la Música” de su ciudad, de la mano de la profesora Liliana Obregón, con quien aún mantiene una estrecha relación. Su primera presentación en público fue a los nueve años en Neuquén y las noticias de aquella época lo reflejaban como “el niño prodigio” del piano en la Patagonia. 

Ciro se acercó a la música clásica en el ex INSA, ahora Instituto Patagónico de las Artes (IUPA) en Roca. Se formó con Ricardo Zanon, uno de los más grandes maestros de la región, “discípulo” de Carlos Guastavino y Dora Castro. 

“Mi vida básicamente transcurrió entre ensayos, viajes y conciertos”, resumió. Son incontables las horas de estudio, ensayo y de viajes en colectivo para ser quien es hoy. Primero de Cipolletti a Roca, después del Alto Valle a Buenos Aires.  

Se tomaba un colectivo a las 6:15 para llegar a Roca a las 7:30 y ser el primero en reservar un aula en INSA. “Estudiaba como diez horas por día y era el primero en llegar y el último en irme a las 10 de la noche”, recordó. 

“En la secundaria viajé durante casi cuatro años, cada 15 días a Buenos Aires. Era  un esfuerzo muy grande de mis padres y mío también”, contó. Salía en colectivo el viernes a la tarde, llegaba el sábado a Capital Federal luego de 14 horas de viaje. Tomaba una clase de tres horas y media; y el mismo día volvía para llegar el domingo y hacer tareas. Esa fue la antesala de su residencia en la gran ciudad. 

Su ingreso al Teatro Colón: uno de los más jóvenes


Cuando tenía 20 años, ganó un concurso en el Teatro Colón entre 40 postulantes que le permitió empezar a trabajar en el Instituto Superior de Arte de esa prestigiosa institución nacional, como pianista adjunto, fue uno de los más jóvenes en ingresar como maestro al Colón. 

Era conocido como el chico del piano “sonando fuerte todo el tiempo» e incursionando en piezas complejas de Liszt o sonatas de Beethoven. En Buenos Aires, se recibió de licenciado en Artes Musicales con la máxima distinción “Summa cum Laude” de la Universidad Nacional de las Artes. Tiene un máster en Interpretación de Música de Cámara del Conservatorio Nacional de Sassari, Italia. 

Cada año recorre 14 provincias argentinas para dar conciertos, masterclasses y charlas sobre interpretación. Hace poco estuvo en La Rioja en un Festival Internacional de Piano en Chilecito y en Chile junto a la Orquesta Filarmónica de Temuco. 

“Yo viajaba por todo el país en nombre del Teatro Colón, porque me enviaban como concertista”, comentó. Además, como solista dio conciertos por muchos países como Chile, Uruguay, Brasil, Bolivia, Perú. Y tuvo la fortuna de ganar varios premios. 

Ciro Rolón, ganador de un concurso internacional


Ahora, Ciro logró otro gran triunfo ya que se quedó con el primer premio en un Concurso Internacional de piano en el marco del “24 Curso, Concurso y Beca Internacional (CCB) Pianorama Argentino 2025” de perfeccionamiento pianístico que se realizó del 10 al 13 de septiembre. 

Además, obtuvo una beca de perfeccionamiento en Londres para julio de 2026, donde dará conciertos en la Casa Steinway (Steinway Hall) de Reino Unido. “Fui preseleccionado entre participantes de todo Latinoamérica y luego entre los cinco finalistas del concurso, obtuve el primer premio y beca a Londres por decisión unánime del jurado”, comentó. Los maestros internacionales que lo eligieron fueron Alberto Portugheis, Nélida Sánchez y Silvia Dabul. 

“Es mi ilusión que mi historia pueda inspirar a más patagónicos a perseguir sus sueños. Soy el primer ciudadano cipoleño en lograrlo, pero no seré el último. Hay mucho talento que merece ser apoyado”.

Ciro Rolón, pianista y concertista en el Teatro Colón.

Se prepara para una Gira de Conciertos por Europa en 2026, y para la final de un Concurso Nacional en Buenos Aires.

Ciro Rolón y el sueño de tocar los pianos del mundo


A esta altura de mi vida, cumplí muchos de mis sueños más anhelados por los que me senté frente al piano tantas horas. Cuando llegué al Teatro Colón dije ¿y ahora qué más? Sentí que había tocado el cielo con las manos. Pero en esta profesión ni el cielo es el límite, el aprendizaje es infinito y siempre tengo nuevas metas”, dijo Ciro. 

De acá a diez años, se proyecta expandiendo horizontes y conquistando medallas en otros concursos internacionales, presentándose en teatros importantes del mundo y sobre todo, tocando nuevos pianos, sintiendo con sus manos antiguos instrumentos que cuentan historias.  

“Para un solista de piano no hay honor más grande que poder tocar con una orquesta sinfónica. Me encantaría poder compartir con otras orquestas europeas”, agrega.  

Del mundo ¿se vuelve a la Patagonia? 


En el último tiempo, decidió volver a sus raíces y organizar giras en la Patagonia. Todos los años se presenta en el festival Llao Llao de música clásica y en El Camping Musical Bariloche. “Cada año trato de terminar con una gira patagónica”, cuenta.

El sueño pendiente que aún no pudo concretar por cuestiones de logística es volver a su ciudad natal y presentarse en el Centro Cultural Cipolletti, pero este no tiene su propio piano por lo que requiere de una gestión para hacer el traslado del instrumento. 

“Nada me alegraría más que volver finalmente, después de muchos años, porque Cipolletti me vio crecer, yo daba conciertos cuando era chiquito”, cerró. 



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A esta altura, Ciro Rolón aprendió a “abrazar la soledad” del pianista. Habita en la música y respira partituras en diez horas de ensayo por día. El concertista y director de orquesta rionegrino tiene 27 años y es dueño de una carrera sin fronteras.

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