Cómo es la tarea de Leonardo Manríquez, pieza clave en el combate al incendio en parque Lanín
Leonardo Manríquez tiene a su cargo la compleja tarea de conectividad en medio del siniestro más importante en la provincia de Neuquén. Recorre el terreno atendiendo todo tipo de requerimientos, hace de observador para dirigir los disparos con los medios aéreos y repara los equipos.
«Campamento base, atento. Hay un foco secundario en el sector 6 que no podemos atender«, le avisan por radio a Sandro Leo Manríquez, encargado de Conectividad y Comunicaciones del parque nacional Lanín, que, esta mañana de miércoles, opera en el campamento de Mamuil Malal. De inmediato, le pasan las coordenadas y envía un helicóptero hasta esa zona, hasta tanto los brigadistas puedan acceder a ese sector.
Manríquez también suele recorrer el terreno atendiendo consultas o requerimientos; a veces, hace de observador para dirigir los disparos con los medios aéreos mientras sus compañeros trabajan. O repara equipos que que se rompen o que caen al agua.
«Cuando detectamos algún punto caliente o humo se pasan las coordenadas al campamento base y se envían helicópteros o aviones a tirar agua hasta que los brigadistas puedan llegar al punto«, detalló.
Hasta el momento, el incendio forestal que se desató en el Valle de la Magdalena en el parque nacional Lanín el 30 de enero pasado lleva consumidas alrededor de 23 mil hectáreas.
«El flanco izquierdo hacia el norte está muy activo, hay focos en los cañadones. Tiene mucha actividad al fondo y en lugares muy confinados. Es una reserva estricta, no hay sendas«, indicó.
Describió que se trata de bosques prístinos, muy frondosos, de araucarias y cañas, muy cercanos a la selva valdiviana. «El Valle de la Magdalena nace en plena Cordillera de los Andes, por el lago Tromen. Se convierte en algo impenetrable. Por eso, están trabajando los medios aéreos. De todos modos, hay brigadistas que están subiendo, caminando para hacer un repliegue de equipamiento», describió Manríquez y aclaró que «van abriendo el bosque, con fajas, para que no pase el fuego a algunos sectores. La línea de penetración es como un túnel para llegar al fuego y tirarle agua«.
Las complicaciones del incendio por la topografía
El perímetro del incendio, estiman, tiene unos 150 kilómetros y está dividido en seis sectores. La mitad pertenece al parque nacional Lanín y la otra mitad se encuentra en la jurisdicción de Neuquén. El más afectado por el incendio es el llamado sector cuatro, pegado a la cordillera, a unos 6 kilómetros de la frontera con Chile. Una zona muy alta, a unos 1800 metros de altura, donde incluso empieza a declinar la vegetación.
«Hoy es el más complicado y el más confinado por su topografía, con valles, cañadones y las cumbres más altas. Por eso, es difícil que llegue a Chile. Pero hay cuatro medios aéreos trabajando en el sector porque la gente no se puede meter», detalló.

La operación del Boeing 737, propiedad del gobierno de Santiago del Estero, está centrada hoy en el sector más complejo del incendio y los especialistas aseguran que, con capacidad de 15 mil litros de agua, logró «bajar las convectivas y la intensidad del fuego«.
«El problema es que, en los cañadones tan confinados, el agua no alcanza a llegar al fondo. Ahí entran las brigadas y los helicópteros más chicos que pueden aproximarse más«, describió. A primera hora de la mañana, se realiza un sobrevuelo y con los datos del día anterior, se evalúa el trabajo en función de los puntos más activos. «Se sacan los puntos GPS y se coordina para meter o brigadas o medios aéreos», acotó.
Horas para acceder a los lugares complicados por el fuego
El trabajo arranca a las 5.30, cuando las cuadrillas del parque llegan al campamento base de Tromen. Algunos suben en vehículos, luego caminan alrededor de hora y media hasta los sectores donde deben deben operar; otros son transportados a través de los medios aéreos.
Pero Manríquez insistió en las dificultades de llegar a los sectores más afectados por el incendio. «El lugar es complicado y montañoso y, por lo tanto no hay sendas. Los brigadistas hacen la tirada de mangas para llegar hasta el lugar donde están los focos activos. Otros hacen líneas de penetración, van abriendo para llegar a los lugares donde está activo el incendio», comentó.
Durante los últimos tres días, un grupo de brigadistas trabajó a fin de despejar un lugar en un sector de alta montaña para generar un helipuerto. Lo lograron aunque solo puede aterrizar un helicóptero pequeño. Eso facilita la accesibilidad.
Alrededor de las 17 los brigadistas comienzan a bajar de los diversos sectores; dos horas después, ya están en alguno de los tres campamentos. «Duermen ahí porque las distancias son muy largas para mover a tanta gente. Conviene darles de comer ahí. Hay trailers con duchas«, comentó Manríquez que lleva 23 años trabajando en el parque Lanín.
El desafío es que todos puedan avisar lo que necesiten
«Mi objetivo es que todos estén comunicados todo el tiempo cuando están en el terreno. Nos ha pasado de tener brigadistas accidentados o descompuestos. La totalidad tiene equipos de comunicación», señaló Manríquez.
Parques tiene dos repetidoras que han llegado a usar unas 300 personas. Recordó que el primer día de trabajo, una cuadrilla debió permanecer una noche en terreno porque «no había forma de sacarlos en el helicóptero». «Se quedaron a dormir ahí, pero estábamos comunicados. Esa es la seguridad: que puedan avisar ante cualquier eventualidad. Al día siguiente, pasaron el punto GPS y así los sacaron», indicó.
"Campamento base, atento. Hay un foco secundario en el sector 6 que no podemos atender", le avisan por radio a Sandro Leo Manríquez, encargado de Conectividad y Comunicaciones del parque nacional Lanín, que, esta mañana de miércoles, opera en el campamento de Mamuil Malal. De inmediato, le pasan las coordenadas y envía un helicóptero hasta esa zona, hasta tanto los brigadistas puedan acceder a ese sector.
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