Cómo impacta el «cachureo» en los chicos que van al basural de Neuquén

Pasan la noche con sus familias dentro del predio para esperar los camiones. Adolescentes expuestos a violencias, la "captación" de adultos y una escolaridad “intermitente”.

«Seño, esto me lo cachurié». Mientras el niño muestra el pequeño tesoro, las voluntarias de Barriletes en Bandada saben que eso significa que anduvo por el basural de Neuquén. Es común también que lleguen muy dormidos al salón de juegos, porque pasaron la noche en el predio, junto a sus familias, refugiados en alguna improvisada covacha. Esperan los camiones que descargan a primera hora de la mañana. Ellos se pueden trepar fácil, si hace falta, y rescatar lo que sirva.

«La situación es de muchísimo abandono, mucho desamparo, mucho desabrigo, más todos los riesgos que implica. Algunos chicos se han quedado en el basural. Son captados por gente que está allí, permanecen y quedan pegados a eso. Trabajan para ellos, las nenas y los varones también muy expuestos a todo tipo de violencia», contó Marta Basile, directora de Barriletes, un espacio en Necochea y Lago Muster que recibe los martes y jueves a un total de 170 niños, niñas y adolescentes, entre los 4 hasta los 17 años.

Pintan, cosen, arman pulseras, tienen ladrillos, autitos, peluches, casitas de muñeca, un baño limpio, desayunan, meriendan, hacen la tarea, se llevan útiles, les leen cuentos, festejan cumpleaños.

Vienen hasta Hibepa desde Los Hornitos, Almafuerte, Cuenca XV, Cuenca XVI, Belén, Paraíso, Las Florcitas, que se referencian en las escuelas primarias 347, 348, 354, 311 y el jardín 34. «El mapa geográfico se nos cambia vertiginosamente con la situación actual», afirmó Marta.

En Barriletes colaboran voluntarias y pasantes de las carreras de psicología de la UFLO, y de marketing de Siglo XXI. El proyecto se sostiene con donaciones privadas, ya que con el cambio de gobierno se interrumpieron los programas que financiaba Nación -destinados a la asistencia de recién nacidos e infancias hasta los dos años- y los aportes que hacía la provincia.

Marta dijo que los niños y las niñas que acompañan a sus familias en la recolección «tienen una vulnerabilidad mayor» y «están más expuestos, sienten además el rechazo de los otros chicos, los marcan como los que tienen feo olor, los que vienen sucios. Tratamos de ir trabajando todas estas cosas».

En el espacio reciben niños, niñas y adolescentes desde los 4 hasta los 17 años. Foto Cecilia Maletti.

Precisó que desde 2005, cuando comenzó Barriletes, hasta hoy, la participación de infancias y adolescencias en tareas de selección y acopio de residuos ha variado. «En 2005 había muchísimos, después fue como mermando, fueron apareciendo otras figuras de resolución de las cuestiones económicas por parte de los adultos, y hay una vuelta desde el año pasado, y este año más, se ha incrementado que estén en el basural», señaló.

Lo describió de la siguiente forma: «las familias se quedan sin donde vivir. Ese estar desalojados los lleva a peregrinar e ir hacia la meseta, y una vez que van para la meseta pasan fácilmente al basural».

¿Con qué edades van los niños? La directora de Barriletes aseguró: «Durante una época tuve chicos que iban con su mamá o con alguien, iba desde el que tenía 2 años, 1año, hasta el que tenía 14, 15. Familia entera. Los chicos que se manejan solos, de ir a buscar cosas para vender y demás son los chicos entre los 12 y los 16″.

Manifestó que ahora claramente el contexto empeoró. ¿Cuál es el termómetro? «Nosotros le damos leche. Las épocas en las que estuvimos mejor, los chicos tomaban una taza de leche, después eligen jugar. Ahora son tres tazas de leche que se toman. No damos abasto. No sé si realmente quieren tomarse las tres tazas de leche o es «por las dudas me lleno», enfatizó.

¿El basural interrumpe su escolaridad? «No es que se interrumpe, sino que se vuelve intermitente. Hay días que van, y días que no van. Tienen dificultades, no entienden, les cuesta mucho porque están muy frágiles, muy desvitaminizados, muy sin fuerzas para poder lograr el aprendizaje. Está toda su energía puesta al servicio de la subsistencia», subrayó Marta. Sostuvo que es el momento «para juntarnos y pensar cómo hacer para elaborar una estrategia ante esta situación de tanta tantas penurias de los niños».

El Foro en Defensa de la ley 2302 «pone el ojo donde los derechos no se están cumpliendo para poder denunciarlo y hacerlo visible, para poder decirle al Ejecutivo que intervenga», explicó una de sus integrantes, Emilia Campos.

Mencionó que la presencia de niños, niñas y adolescentes en el basural es histórica, y que se sabe que en la clasificación de los deshechos hay muchos que tienen «estatus de comida» para las familias. Remarcó que «la pobreza es estructural» y «una contradicción en la provincia de La Vaca Muerta».

«Lo que prevalece a lo largo del tiempo son atenciones frente a la emergencia: cuando hay un accidente y es noticia, cuando las familias prenden fuego o cortan el basural. Ahí hay una respuesta que es particularísima para esa situación«, planteó Emilia.

Consideró que lo que se observa actualmente es una «puntita del iceberg» que «va a ir emergiendo frente a la crueldad. Al postergar las infancias estamos postergando un modelo de sociedad más amorosa, que tenga nociones de cuidado, y que sea políticamente responsable con lo que le pasa a los otros».

Los camiones de Cliba descargan en un pozo o “cava”. Algunas personas acopian en sus carretas a caballo, otras van caminando. Foto Matías Subat.

El Copronaf «no se juntó ni una vez» en lo que va de 2024


El Consejo Provincial de Niñez, Adolescencia y Familia (Copronaf) está integrado por representantes de los tres poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), organizaciones de la sociedad civil, religiosas y de adolescentes. En lo que va de 2024 «no se juntó ni una vez», recordó Emilia.

Agregó: «desde que inició la gestión el gobierno de Rolando Figueroa el Copronaf no se reunió, y es el que puede apuntar a la necesidad de crear dispositivos de abordaje integral para que los niños no estén el basural».

Entre las funciones del Copronaf, descriptas en la ley 2302, está la de diseñar, asesorar y propiciar la política de Estado en el área de infancia y adolescencia. El último posteo que hizo el organismo en sus redes sociales fue el 7 de diciembre de 2023.

«Esta gestión tuvo la oportunidad en ocho meses de organizar equipos de trabajo, hacer relevamientos para plantarse el 11 de diciembre con un plan integral para las infancias y las adolescencias, y eso no se está viendo a cuatro meses de gobierno. Estamos viendo cómo quedan en el último orejón del tarro los pibes y las pibas y eso es terrible, y no es sólo el basural», dijo la integrante del Foro.


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