Cuál es la situación de las guardias pediátricas en Bariloche

Faltan pediatras y los que hay abandonan la especialidad. Cómo se arman los equipos.

Desde la salida de la pandemia, el hospital público Ramón Carrillo de Bariloche cuenta con pediatras que atienden en los consultorios y otros exclusivos para atender la guardia pediátrica.

Actualmente, 10 pediatras realizan el servicio de consultorios con turnos programados, otros 6 están abocados a la terapia intensiva pediátrica, 5 se desempeñan en los centros de salud, hay 7 residentes de Pediatría y 6 médicos atienden en la guardia pediátrica.

«Tiempo atrás, no teníamos pediatras en la guardia sino que nos manejábamos con el personal de la sala. Ahora tenemos personal exclusivo. Hay pediatras las 24 horas en la guardia central», indicó Víctor Parodi, médico a cargo del hospital de Bariloche.

El grueso de la atención en la guardia pediátrica, aseguró, se da de lunes a viernes de 8 a 17. En ese interín, hay dos pediatras en la guardia central que atienden a un promedio de 35 chicos por día.

Hoy, solo hay un paciente internado en la Unidad de Terapia Intensiva y en la sala general, solo un 70% de las camas pediátricas están ocupadas por patologías respiratorias.

«Hay un aumento de consultas de pacientes -con y sin obra social-, pero no podemos hablar de colapso. No quiere decir que no lo vayamos a tener. Hay que tener en cuenta que lo que sucede en otros lugares del país, llega acá con cuatro o seis semanas de demora«, advirtió Parodi.

Comentó que, además, suelen recibir pacientes del sector privado con patologías respiratorias severas. «Por lo general, los derivan al ámbito público cuando requieren de máscara de alto flujo (que nos quedó del Covid). De esta forma, se evita que un paciente entre al respirador», aclaró.

En relación a la cantidad de pediatras, resaltó: «Podemos decir que la base de pediatras está cubierta, pero sin dudas, falta gente. Más si pensamos en el hospital nuevo en los próximos meses». Y mencionó a los 15 centros de salud cubiertos por 5 pediatras que realizan atención primaria.

«Si miramos hospitales pediátricos grandes de Buenos Aires, como Ludovica o Gutiérrez -agregó-, hay muchas salidas de pediatras que se van por cuestiones económicas. O eligen otras especialidades, o áreas no tan críticas o porque no quieren seguir haciendo guardias».

En el éxodo de profesionales, Parodi mencionó la preocupante situación de Bariloche, como ciudad turística, ante la falta de alquileres y los valores desproporcionados. «Muchos médicos no logran alquilar y terminan yéndose a otros lugares a hacer sus residencias. En otros casos, los médicos cuentan con una propuesta de trabajo, pero la designación se demora tanto que terminamos perdiendo recurso humano. Nuestra necesidad no va de la mano de los procesos administrativos», planteó.

Qué pasa con los privados

Los dos centros asistenciales privados de Bariloche, el sanatorio San Carlos y el Hospital Privado Regional (HPR), cuentan con guardias pediátricas las 24 horas del día a lo largo de toda la semana.

Hoy la guardia del sanatorio San Carlos, en el kilómetro 1 de la avenida Bustillo, registra un promedio de 80 consultas por día. «Como todos los años, en invierno las consultas pediátricas aumentan el doble. Hoy el 95% de las consultas son por cuadros respiratorios», describió Carla Angelelli, jefa de Pediatría del sanatorio San Carlos.

Este centro privado cuenta con 16 médicos pediatras. Uno de ellos se ocupa de las internaciones, dos de las guardias y el resto realiza la atención en los consultorios.

«Lo que notamos es el cansancio de los médicos. El pediatra no se siente tan valorado y los valores de la consulta son bajos. Por suerte, tenemos mucho recambio de pediatras. Viene mucha gente joven de Buenos Aires. Por eso, mantenemos la cantidad de pediatras», dijo Angelelli.

La guardia pediátrica del HPR funciona en el edificio del Instituto Materno Infantil, en Villegas 436. En el último tiempo, las 60 consultas diarias aumentaron a 110.

En este momento, disponen de un pediatra en la guardia, otro en internación pediátrica y otro profesional hace consultorio. «Hay un éxodo de la especialidad, pero el hospital invirtió para poder mantener los pediatras y buscar nuevos ofreciendo incluso alojamientos», indicaron desde el centro asistencial.


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