Salarios por debajo de la inflación: la dura realidad de los docentes en la Universidad Nacional del Comahue

Después de las renuncias masivas en la UNCo, los profesores advierten que pierden por año cinco salarios, producto de la ausencia de paritarias nacionales y de los "mínimos" incrementos que no llegan a equiparar la inflación. Datos crudos sobre sus sueldos.

Luego de que la rectora de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo), Beatriz Gentile, anunciara que los actuales salarios de docentes y no docentes son más bajos de los que percibían en 2002, desde el gremio Adunc confirmaron que sus sueldos están por debajo de la canasta básica y no alcanzan a «rozar» la inflación. «Los docentes universitarios venimos perdiendo cinco salarios por año», sentenciaron.

«Si consideramos la pérdida salarial que tuvimos, el poder adquisitivo que perdimos en comparación con la inflación es así. La magnitud de lo que hemos perdido en términos de poder adquisitivo de diciembre del 2023 hasta ahora, es como si en ese mismo período hubiésemos perdido cinco salarios. No pudiste gastar, no pudiste comprar lo equivalente a cinco sueldos», detalló la secretaria general de Adunc, Silvia Brouchoud, sobre la situación de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo).


Dura realidad de los docentes de la Universidad Nacional del Comahue: «la diferencia es muy grande»


Silvia Brouchoud, docente universitaria, consideró que la depreciación de sus salarios se debe a un combo de situaciones: la ausencia de convocatorias para discutir en las paritarias salariales por un lado y la decisión del Estado Nacional de resolver de manera casi unilateral los incrementos que se otorgan, a través del ministerio de Capital Humano.

«Eso habla de cómo el gobierno nacional está negociando con nosotros y en términos numéricos los incrementos que venimos recibiendo desde 2023 hasta la actualidad han quedado sistemáticamente por debajo de la inflación. Si hoy se dibujan las dos curvas, la de incrementos salariales y la de la inflación acumulada en el mismo período, la diferencia entre esas dos curvas es muy grande y está en el orden de 111, 130 puntos», explicó la secretaria general.

Como para poner en números palpables la realidad por la que atraviesan los docentes universitarios, Brouchoud agregó que un profesor que recién ingresa a la universidad por lo general, lo hace con un cargo de Ayudante de Primera, que es el más bajo con una dedicación simple, es decir 10 horas semanales, y sin antigüedad hoy está cobrando 280 mil pesos.

Otro ejemplo: una profesora o profesor adjunto, un cargo que se ubica a la mitad de la escala salarial, con 13 años de antigüedad percibe 1.500.000 pesos, con 40 horas semanales. Y otro: una directora (con rango similiar a un decano) de un centro universitario que depende de la UNCo, con 35 años de antigüedad cobra en la actualidad 2.000.000 de pesos.

En la casa de altos estudios los docentes pueden tener hasta 50 horas semanales para el dictado de clases. «El ejercicio que hacemos nosotros es ese profe en ese cargo cobra eso; si quiera trabajar más porque quiere cobrar más puede acumular hasta cinco cargos. Si multiplicamos 280 por 5 da 1.400.000 pesos. Un profe que tiene la dedicación completa de horas está cobrando eso, sin antigüedad.

La docente agregó que en la Universidad del Comahue que los profesionales tienen retención de título. Esto quiere decir que si acceden a un cargo dentro de la casa de altos estudios no pueden trabajar en otros lugares, por ejemplo tomar horas en colegios secundarios.

Y por acá viene la decisión de los 18 profesionales que esta semana presentaron la renuncia a sus cargos, que fue analizada el miércoles pasado en el Consejo Superior de la Universidad del Comahue.


Dura realidad de los docentes de la Universidad Nacional del Comahue: Cómo dar vuelta una situación difícil de revertir


Es una pregunta que sale en todas las asambleas: ¿Qué hacemos? «Hace más de un año que estamos luchando, con marchas universitarias, los paros, las actividades y ahora estamos en una situación peor que el año pasado. Entonces tenés dos respuestas: hay un sector que tiene un gran desánimo, una gran resignación, una idea de que a este gobierno no le vamos a sacar nada, se preguntan para qué van a hacer paro si no nos van a llamar. Pero hay otro grupo que sostiene que hay que seguir luchando«, dijo Brouchoud.

¿Y cuál es ese forma? «La forma que tenemos le pese a quien le pese, como trabajadores y trabajadoras nuestro recurso son las medidas de fuerza. En algún momento esas medidas de fuerza eran hacer paro sin asistencia. Ahora eso se está reconvirtiendo, todos los paros son con actividades de visibilización porque entendemos que tenemos un gran desafío hacia adentro y hacia afuera de la universidad de seguir mostrando el conflicto. Entonces, los paros son con volanteadas, con radios abiertas, con ollas populares, con festivales que pueda aglutinar gente a la que podamos mostrarles nuestra realidad y explicar por qué hacemos lo que hacemos«, agregó.

La secretaria general de Adunc comentó que el método hoy, frente a las jornadas de lucha «no es cerrar la universidad, sino sacarla a la calle, a la vista de todos para informar a la población de este conflicto».

Silvia consideró además, que este conflicto no es solo de un sector de la universidad, solo de los docentes universitarios, sino que en el fondo es un problema más integral que afecta a todos y todas porque se está poniendo en juego la universidad. Y recordó el slogan de lucha: «Sin salarios dignos no hay docentes y sin docentes no hay universidad pública».

«Cuando los profes renuncian a los cargos titulares, que es lo máximo a lo que aspiramos dentro de universidad, cargos que se ganan por concurso, que es tuyo hasta que te jubiles o renuncies, no es un tema menor para nosotros» y fue lapidaria en su frase final: «El éxodo docente está dando cuenta de resultados de la política del gobierno nacional que no se anima a cerrar las universidades públicas, pero ha encontrado una forma bien perversa de vaciar la universidad a través del ahogo presupuestario y salarial».


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