Investigador premiado: Erick Torres transforma desechos agroindustriales en soluciones sostenibles
Es doctor en Ingeniería Química y becario postdoctoral del Conicet Patagonia Confluencia. A los 33 años recibió el premio "Domingo Faustino Sarmiento de Ciencia e Innovación 2025" en San Juan por aportar una solución innovadora y estratégica.
“Invertir en ciencia es la única manera de generar un desarrollo sostenible”, asegura Erick David Torres, un investigador sanjuanino luego de recibir su premio. A los 33 años es doctor en Ingeniería Química y becario postdoctoral en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) Patagonia Confluencia.
Si bien reside en San Juan, trabaja en el Instituto de Ingeniería Química (IIQ) vinculado al Instituto de Investigación y Desarrollo en Ingeniería de Procesos, Biotecnología y Energías Alternativas (Probien-Conicet) que depende de la Universidad Nacional del Comahue en Neuquén.
A cada minuto, los residuos agroindustriales se acumulan y generan una problemática en aumento debido a su influencia negativa hacia el medio ambiente. Mediante su tesis de grado, el investigador supo convertirlos en energía limpia y subproductos de valor.
Así, Erick Torres encontró una solución para el aprovechamiento de estos residuos y logró resultados estratégicos para la región, tanto San Juan como la Patagonia norte.

En otras palabras, logró transformar desechos -cuya disposición genera un impacto ambiental negativo- en productos sólidos, líquidos y gaseosos con diversas aplicaciones, principalmente en el sector de las energías renovables, para la mejora de suelos y la retención de contaminantes.
Por ese trabajo, Erick obtuvo el premio “Domingo Faustino Sarmiento de Ciencia e Innovación 2025”, un prestigioso reconocimiento otorgado por la Secretaría de Estado de Ciencia, Tecnología e Innovación (Seciti) de la Provincia de San Juan a investigaciones que impulsan el desarrollo científico, tecnológico y soluciones innovadoras.
“Es un honor enorme haber recibido el premio, ya que lleva el nombre del prócer Sarmiento, lo que le da una profundidad histórica enorme. Significa conectar el esfuerzo científico actual con la visión de un hombre que creía que el progreso de un país se construía con educación y ciencia”, asume Erick a Diario RÍO NEGRO.
Su ADN de investigador y una carrera desafiante
El premio se materializó luego de una carrera desafiante. Su esencia siempre fue ser ingeniero, con el tiempo fue abriendo distintos caminos.
“De niño era muy curioso, me gustaba experimentar con todo lo que hubiera en mi entorno. No siempre resultaban bien mis pruebas, pero quería entender todo. Me encantaba desarmar cualquier cosa que se dañaba en casa para intentar repararlo”.
Erick David Torres, becario postdoctoral Conicet Patagonia Confluencia.
Estudió en la escuela preuniversitaria Industrial Domingo Faustino Sarmiento, en la orientación electrónica. Para él fue importante ese colegio porque era la mejor base para ingresar a la universidad. A la hora de la verdad, decidió cambiar de rumbo y se inscribió a ingeniería industrial. Cursó 45 materias, la práctica profesional y la tesis final.
A la par de tantas horas de estudio, hoy no solo recuerda el sacrificio sino los viajes a congresos por el país donde pudo formarse y disfrutar. Con mucho esfuerzo, en 2018 aprobó su tesis de grado. Para esa época, ya había incursionado en algunos proyectos de investigación.

“Una semana después de exponer mi tesis, recibí la noticia que esperaba: había obtenido una beca doctoral de Conicet. Así inicié mi formación de posgrado, nuevamente cambiando de especialidad”, cuenta. Eligió un doctorado en ingeniería química con mención en procesos limpios.
La investigación está en su ADN y por eso, a poco de doctorarse, se embarcó en una beca postdoctoral para profundizar en las propiedades y aplicaciones del biocarbón obtenido mediante pirólisis lenta, a partir de distintas biomasas. En particular, investiga su empleo como catalizador en procesos termoquímicos.
El aporte de su investigación es estratégico para la región
“El principal aporte está ligado a la reducción y valorización de residuos agroindustriales, ahora considerados recursos, los cuales se generan en grandes cantidades y no tienen una disposición final óptima”, asegura consultado por Diario RÍO NEGRO.
Su tesis doctoral se tituló «Pirogasificación de residuos agroindustriales. Aplicación de indicadores exergéticos, económicos y ambientales» y fue dirigida por Germán Mazza y Rosa Rodríguez, ambos investigadores del Conicet en el Probien de Neuquén.
El ingeniero se centró en el estudio integral del proceso de pirólisis aplicado a residuos agroindustriales. “Entre los residuos estudiados se encontraban cáscaras de nueces, de almendras, bagazo de cerveza”, cuenta.
Mediante el proceso de pirólisis, logra su degradación termoquímica (en atmósfera inerte, es decir, sin oxígeno), para obtener distintos subproductos de valor: un sólido poroso rico en carbono conocido como biocarbón, un líquido llamado bio-aceite y gas.
Estos productos tienen diversas aplicaciones de gran importancia. Son vectores energéticos en el sector de las energías renovables, sirven para la mejora de las propiedades de suelos y retención de contaminantes, en el caso del biocarbón.
“Invertir en ciencia es la única manera de generar un desarrollo sostenible”, asegura Erick David Torres, un investigador sanjuanino luego de recibir su premio. A los 33 años es doctor en Ingeniería Química y becario postdoctoral en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) Patagonia Confluencia.
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