Incendios: cómo es la experiencia de reforestación en la Comarca que «se transpolará» a El Bolsón
La Fundación Bosques Nativos Argentinos ya cuenta con experiencia tras los incendios en Cholila, El Hoyo y Las Golondrinas. En Mallín la reforestación comenzará en primavera.
Recién en la próxima primavera se podrá reforestar la zona afectada por el incendio que se desató el 30 de enero pasado en Mallín Ahogado, en El Bolsón, donde se quemaron alrededor de 3.800 hectáreas.
Desde 2018, cuando el fuego arrasó Cholila en Chubut, la Fundación Bosques Nativos Argentinos comenzó a trabajar en la «regeneración» de bosques en la Patagonia. Tres años después, otro siniestro destruía más de 600 viviendas en El Hoyo, Las Golondrinas y Lago Puelo.
«En ese incendio no solo se perdieron casas, se quemaron casi 10 mil hectáreas de bosque. Y hoy contamos con esa experiencia de restauración de bosques nativos que vamos a transpolar a Mallín«, explicó Sergio Torrego, docente y agricultor, integrante de la Fundación Bosques Nativos Argentinos.

¿Qué se sabe a partir de esas primeras experiencias? En primer lugar, hay que dejar reposar el suelo. «No podemos ir esta misma temporada a plantar nada. Hay muchos procesos ecológicos que llevan tiempo y hay que dejar que se exprese para intervenir recién la próxima primavera», sintetizó y agregó: «Hay que esperar las lluvias y la erosión para ver cómo encarar la restauración«.
Explicó que el trabajo es arduo. No solo se trata de conseguir, producir o comprar «un arbolito». «Eso es apenas la mitad del trabajo. La logística, la coordinación con las instituciones y los voluntarios, el combustible y el monitoreo de las plantaciones es el otro 50% del costo operativo de cualquier sistema de reforestación«, argumentó.
Suele suceder, comentó Torrego, que, después de un incendio como el de Mallín, la comunidad quiere participar y sumarse. «Sin embargo, no tiene dimensión de la planificación y logística para que más allá del proceso de catarsis, el proceso tenga un impacto positivo en el ecosistema. Los árboles deben ser plantados bajo condiciones correctas para que esa acción prospere en el tiempo y no sea algo desconectado», señaló.
La temporada de plantación en la Comarca Andina comienza en otoño, con las primeras lluvias en abril o mayo hasta septiembre u octubre, según cada año. «En Mallín, particularmente, las acciones de restauración comenzarán en primavera. Mientras tanto, en la fundación seguiremos trabajando en El Hoyo, Lago Puelo, Las Golondrinas y Epuyén donde ya lo veníamos haciendo», agregó.
Si bien desde el gobierno informaron que el fuego arrasó con 3.800 hectáreas en Mallín, solo son estimaciones. Torrego advirtió que «recién en los últimos días, se decretó controlado». «Cuando ves el mapa del incendio se pueden ver varias lenguas. No es un incendio homogéneo y en círculo, sino un sistema de lenguas que quemó distintos sectores de la costa del río Azul y senderos de Anprale. En esas lenguas, la destrucción es prácticamente total».

Qué se aprendió tras las primeras experiencias de reforestación
Tras el incendio de 2018 en Cholila, se plantaron 5 mil árboles nativos «con una mezcla de especies muy amplia»: «Desde las arbóreas más dominantes, como el coihue, ciprés o ñire, hasta las arbustivas como el radal, el maqui, el pañil y laura. Agregamos otras especies de transición hacia la estepa como el palo piche«.
Luego del incendio del 2021, se han plantado otros 5 mil árboles nativos en siete campañas en primavera y otoño en Lago Puelo, El Hoyo y Las Golondrinas.
¿Qué se vio tras la plantación en la zona de Epuyén, por ejemplo? «Plantamos de todo: además de ciprés y coihue, las especies más características que no rebrotan -porque vienen de semilla-, pusimos arbustivas. Y nos sorprendimos para bien porque vimos que todas las arbustivas vuelven, rebrotan pese a las altas temperaturas«, respondió.
Los resultados de esa experiencia sirvieron en gran medida porque, a partir de ahora, el foco estará puesto en el ciprés y el coihue que son las especies que tardan en volver al ecosistema.
«Como fundación, aún no tenemos un vivero propio en Patagonia, sí en Misiones donde se producen miles de árboles de ese ecosistema. Tiempo atrás, conseguíamos fondos del Ministerio de Ambiente por la Ley de Bosques para comprar árboles. Ya no. Solo contamos con fondos de empresas privadas o personas pariculares y con ese dinero, se compran árboles en viveros de la zona», acotó.
Desde la fundación que lleva más de 20 años de trabajo, pidieron la colaboración con aportes por parte de empresas o instituciones y brindan charlas constantemente para lograr constituir una cuadrilla de voluntarios.

«El trabajo de la institución empezó en la selva misionera por la degradación de los bosques tropicales. Pero fue creciendo y ampliándose a proyectos en distintos lugares de Argentina«, mencionó.
En la Comarca Andina el grupo de la fundación está compuesto por 5 personas que llevan adelante la planificación y una cuadrilla estable de 20 voluntarios, sumados a otros que participan ocasionalmente en cada campaña, a partir de convocatorias públicas.

Recién en la próxima primavera se podrá reforestar la zona afectada por el incendio que se desató el 30 de enero pasado en Mallín Ahogado, en El Bolsón, donde se quemaron alrededor de 3.800 hectáreas.
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