Incendios en la Patagonia bajo la mirada científica de Conicet: evalúan riesgos y vías de restauración
Más de 20 especialistas de Río Negro se sumaron al "Programa Integral de Manejo de Riesgo y Restauración del incendio Confluencia” tras la solicitud de la Provincia. ¿Es posible pensar una restauración ambiental?.
Hoy queda una triste postal de lo que fue el incendio forestal “Confluencia” que arrasó con 3.800 hectáreas en el Área Natural Protegida Río Azul, Lago Escondido y Mallín Ahogado, de enero a marzo de este año.
Durante casi dos meses, 2.100 hectáreas de bosque nativo ardieron. Se perdieron 150 establecimientos agrícolas y 220 viviendas. Unos 700 turistas fueron evacuados mientras visitaban la Patagonia. Los números demuestran la gravedad de un siniestro que golpeó y que sigue generando preguntas sin respuesta.
A partir de ese siniestro que aún late en la comarca andina, desde la Secretaría de Ambiente y Cambio Climático de la Provincia de Río Negro, decidieron convocar al Conicet para llevar adelante un proyecto de investigación integral, con visión a futuro.
El objetivo del “Programa Integral de Manejo de Riesgo y Restauración del incendio Confluencia (Anprale y zona de influencia indirecta)” es hacer un diagnóstico y a partir de esa base, obtener asistencia técnica para el manejo y gestión de riesgos, y evaluar una restauración de los bosques.
El biólogo Javier Grosfeld, coordinador general del proyecto, dialogó con Diario RÍO NEGRO. Actualmente, trabaja en el Área de Desarrollo de Proyectos Institucionales del Conicet Patagonia Norte y brindó detalles sobre las tareas que llevan adelante en El Bolsón.

“Las consecuencias de este incendio son amplias y son multidimensionales. Para poder ir hacia un programa integral, necesitamos tener todas las miradas interdisciplinarias. Esa es la propuesta que le hicimos a la Provincia”, aseguró el biólogo.
Reunieron a más de 20 especialistas de Conicet provenientes de diversas disciplinas quienes ya empezaron a trabajar en el territorio de manera articulada con otros organismos del Estado como la Subsecretaría de Recursos Forestales, el Splif y el INTA.
Incendios en la Patagonia: mirada multidisciplinaria y en etapas
La tarea de los científicos contempla varias etapas: el diagnóstico y estudio de severidad, análisis de los riesgos y sensibilidad ambiental y los aspectos sociales sobre la población afectada; sumado a la educación ambiental para la restauración ecológica.
Un equipo de Biodiversidad y Medio Ambiente -dirigido por Thomas Kitzberger- ya se aboca a medir la “severidad” del impacto del incendio en el ecosistema: la magnitud de la pérdida de materia orgánica de la vegetación y suelos.

Otro grupo trabaja en identificar los factores de peligrosidad geoambiental en las áreas afectadas por el fuego y proponer un sistema de monitoreo basado en participación ciudadana. Un “sistema de alerta temprana”, útil para gestionar los peligros analizados en el área, según Gustavo Villarosa, investigador del Instituto Andino Patagónico de Tecnologías Biológicas y Geoambientales.
Los principales riesgos que pueden ocurrir tras los incendios son aluviones, deslizamientos, caídas de rocas y alteración de los cursos de agua en el terreno. “Van a existir puntos críticos en los cuales vamos a tener que estar monitoreando, por ejemplo, la caída de árboles en los senderos o cuando llueve”, aportó Grosfeld.
“Es un incendio que tuvo un impacto muy grande en una localidad muy importante en la zona andina como es El Bolsón, en el cual las actividades que se realizan dentro del Área Natural Protegida forman parte de la vida económica y turística de la ciudad. (…) Hay mucha gente que depende económicamente de lo que suceda en el futuro en esta área”, expresó el coordinador.
“Pretendemos una visión integral de este fenómeno, del incendio, que afectó tanto a la comunidad de El Bolsón y que merece una respuesta de calidad”.
Javier Grosfeld, coordinador del proyecto desde Conicet Patagonia Norte.
El estudio de severidad ya está en marcha con resultados preliminares. Para septiembre, pretenden finalizar con el de riesgos ambientales para poder dar precisiones a las autoridades competentes a la hora de tomar la decisión de abrir el área y de qué manera hacerlo.

Incendios en la Patagonia: ¿Es posible pensar una restauración ambiental?
“No vamos a poder volver al punto de donde partimos, obviamente”, sentenció Grosfeld consultado por este medio.
“La única forma de poder asegurar la restauración del lugar es que esto se transforme en una política de Estado, que haya inversión a lo largo de todos los años para todas las acciones que hagan falta para pensar el escenario que pensamos desde la academia: que podamos tener un paisaje relativamente similar al que disfrutábamos hasta el año pasado, para las futuras generaciones”, sentenció el científico.

Hay ejemplos de procesos de restauración como el de Chubut tras el incendio de Cholila. “Es bastante exitoso”, dijo aunque aclaró que está en una zona más alejada de la población por lo cual los impactos fueron menores.
“Lo que ya sucedió, ya no hay marcha atrás, el tema es cómo dejar a las futuras generaciones una calidad de paisaje y de servicios ambientales similares, ese es el gran desafío”, opinó.
Para cerrar, habló de la importancia de la educación ambiental. “¿Qué aprendizaje podemos obtener para poder reducir la vulnerabilidad y crear mayor resiliencia en la población a futuro de los incendios forestales?”, se preguntó.
Hoy queda una triste postal de lo que fue el incendio forestal “Confluencia” que arrasó con 3.800 hectáreas en el Área Natural Protegida Río Azul, Lago Escondido y Mallín Ahogado, de enero a marzo de este año.
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios