Las caminatas a la Confluencia, una actividad privilegiada del verano

La propuesta será recorrer un paseo de sendero agreste, amarillento y amarronado de la barda, matizado con el verde de la ribera. Ir al encuentro de los ríos briosos de la Patagonia por el cauce madre del Limay que agua abajo llega a todo lo ancho que le permite su desembocadura y encuentra con el Neuquén.

Es la confluencia de los ríos que bañan la ciudad capital desde el límite este y sur y que está ubicada en Obreros Argentinos al fondo, detrás del populoso barrio trabajador que lleva su nombre: Confluencia, sector rural.

La Municipalidad presentó las caminatas guiadas a partir de la segunda semana de enero. La convocatoria a los interesados será a través de las redes y está prevista para grupos de no más de 20 personas. El horario será el que permita el recorrido de un poco más de una hora pasadas las 18, antes de que el sol se ponga. “Ambiental y paisajísticamente tienen un alto valor como lo es la unión de la cuenca más importante de la Patagonia, es un espacio único”, destacó la subsecretaria de Turismo de la municipalidad, María Eliana Famin, al presentar la actividad.

Los camiones municipales recorrían ayer la huella costera con dificultad, aunque mejorando el recorrido para limpiar el paso y despejar maleza. En algunos sectores, debido a la lluvia de los últimos días, hasta habían florecido los cardos en cercanías de los sauces de río.

Las caminatas serán todos los sábados de enero, a partir del 12. La inscripción es por el Facebook de la subsecretaría. “La intención es recorrer con un guía interpretativo, valorar y propiciar su conservación”, dijo la funcionaria.

Desde la comuna destacaron la importancia de que los vecinos conozcan un sector costero escondido y poco promocionado.

“Vamos a reabrir este circuito como se hizo hace un tiempo atrás, habrá cartelería interpretativa de la singularidad de estos dos ríos, y del avistaje que se puede hacer de fauna y flora”, dijo.

El avistaje de aves será una opción para los interesados en reconocer en la meseta patagónica, su estampa ribereña como todo cauce que descarga su deshielo: el bigua, las garzas, los cisnes, pájaros junqueros, entre otros.

“La intención es que todos los neuquinos los conozcan y los visitantes también”, dijo Marcelo Bermúdez, secretario de Gobierno de Neuquén.

El dato

“La lógica es conservacionista: conocer el ecosistema en su estado original, agreste. Esa es la propuesta”.

María Eliana Famin, subsecretaría de Turismo de la comuna.