Lidia, una pediatra de vocación en Roca: 50 años al servicio de las infancias en Río Negro

La historia de Lidia Morettini, pediatra y primera neonatóloga en ejercer en Roca. En el Día de la Pediatría, recuerda que atendió a miles de niños y familias completas. Con 78 años, es apasionada de la salud pública y fue ministra de Salud de Río Negro.

Ávida, convincente, perspicaz. Lidia habla y cuida, cura. La vocación se cuela entre los recuerdos de aquellos días de consultorio entre un sinfín de niños, niñas y madres; siempre presentes. El cuidado de las infancias la desvela aún hoy y el motor que la movió tantos años, dejó su marca en la salud pública de Río Negro.

Lidia Morettini es la historia viviente de la pediatría. Fue médica de miles de roquenses, generaciones completas de familias se atendieron con ella. Auscultó hasta a los nietos de sus primeros pacientes. Los niños del pasado y adultos del presente vieron en ella una figura de protección y referencia, una exponente de salud. Tanto es así que todavía la saludan con afecto en la calle. A sus 78 años, hoy Lidia cumplió medio siglo como pediatra.

No conforme con la especialidad Pediatría, Lidia siguió estudiando y se convirtió en la primera neonatóloga recibida en ejercer en el hospital Francisco López Lima de Roca. Es parte de la primera camada de neonatólogos de la Provincia de Río Negro.

“Mi vocación de pediatra no fue desde el comienzo de la carrera”, contó. De hecho, para ella significa casi un hecho fortuito, ya que se encaminaba a la psiquiatría. Las circunstancias de la vida, la llevaron a contactarse con la pediatra Enriqueta Roy en sus guardias de practicante. “Fui con ella a atender una vez por semana. Me entusiasmé con la pediatría porque vi cómo ejercía el cuidado de los niños. Y realmente fue como el despertar de la vocación”, recordó Lidia. “La veía ejercer con tanto amor, con tanta dedicación y cómo se vinculaba con las madres, cómo las orientaba y cómo las escuchaba”, apuntó.

La trayectoria de Lidia como médica comenzó en 1968 a sus 24 años, cuando obtuvo el título en la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA). En 1973 se recibió de médica pediatra con la residencia en el Hospital de Niños “Ricardo Gutiérrez”. Un año después, se graduó como neonatóloga en el Hospital Materno Infantil “Ramón Sardá” de Buenos Aires, la primera residencia de esta especialidad en el país.

Apenas recibida, concursó en Río Negro, buscando nuevos horizontes junto a su esposo, ginecólogo. Así fue como los dos llegaron a trabajar al Hospital de Roca en 1974 por concurso abierto en el marco del Plan de Salud del gobierno del peronista Mario Franco. En el López Lima también ocupó el cargo de directora y de jefa de Pediatría. Trabajó como médica en el centro de rehabilitación Adanil y en Salud Mental del Hospital de Allen y Roca.

“Mi faro siempre estuvo puesto en mejorar la salud de la madre y el niño, por el futuro del país. La felicidad de la familia”

Lidia Morettini, médica pediatra y neonatóloga, jubilada, de Roca.
La médica se recibió a los 24 años y pasó más de dos tercios de su vida atendiendo la salud de niños y niñas en consultorio. Foto: Alejandro Carnevale

En muy pocos años, su formación profesional se elevó considerablemente y decidió especializarse en su gran pasión que siempre fue la Salud Pública. El consultorio es su espacio predilecto, pero ocupó espacios en la función pública durante cuatro años con dos cargos de gobierno. De 1992 a 1995, fue presidenta del Consejo Provincial de Salud (hoy Subsecretaría) y ministra de Asuntos Sociales durante gobiernos radicales.

“Llegué a la función pública no por la militancia política sino por la militancia en salud pública”, aclaró y explicó que no era afiliada del partido. En esa época, trabajó por los hogares de niños, en el programa de recuperación de los desnutridos y por la salud del niño y la madre, pero desde otro rol que no era la atención directa de consultorio con el estetoscopio, sino desde una mirada social.

Morettini también fue directora Provincial de Maternidad e Infancia. Fue la creadora del primer Programa de Atención Materno Infantil de Río Negro, en 1982, momento en el que palpitaba “la necesidad de devolver la participación a la democracia, al compromiso después de la dictadura militar”, señaló.

Luego de dejar el escritorio y la función pública, decidió volver al llano y se fue a ejercer la pediatría a los barrios, precisamente al Consultorio Periférico de Barrio Noroeste, lo que hoy serían los Centros de Salud, hasta que se jubiló en 2010. Sus últimos diez años hizo atención primaria y control de niños sanos en los barrios.

En 2017 recibió una distinción de la Asamblea General Ordinaria de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) como miembro honorario nacional, lugar que ocupa hasta la actualidad. En 2020, tristemente la pandemia de covid-19 la forzó a retirarse definitivamente del consultorio.

Habla ella y su experiencia invaluable. Recuerda sus primeros días como médica y pionera en la neonatología. “No solamente el médico es el que te va a atender cuando estás enfermo, sino es el médico el que vela porque sigas sano, que es lo importante. El contacto con el pediatra tiene un papel no solamente en lo científico, sino en lo humano, diría que casi definitorio en la actitud del adulto”, concluyó Lidia.

En Argentina, hoy se celebra el Día de la Pediatría como cada 20 de octubre, en conmemoración de la fundación de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), en 1911.


“El Estado no puede delegar ni olvidar la atención pediátrica”


La pediatra criticó las ideas “libertarias” que pretenden dejar todo librado “a las leyes del mercado”. “La infancia no se puede delegar a las leyes del mercado, porque es el futuro del país. Nosotros tenemos que invertir en nuestro futuro, y nuestro futuro son los niños”, expresó la médica y puntualizó en el rol indelegable del Estado en las infancias.

Los niños deben estar bien nutridos, estimulados, tener sus necesidades básicas satisfechas, crecer en un ambiente no violento. “Tenemos que trabajar para atender la violencia familiar, salud mental, el alcoholismo, la prevención de la drogadicción”, dijo Morettini desde su concepción de la salud integral.

“El Estado no puede delegar ni olvidar la atención pediátrica. Ni la educación de los niños. Son los maestros y los pediatras, son los que velan por el futuro del país. Entonces, hay que cuidarlos, capacitarlos, estimularlos. El docente y el pediatra son la inversión”, expresó.

La profesional habló del “mito” de que los médicos deben prestar servicio las 24 horas del día y los 365 días del año. “Somos trabajadores como cualquier otro (…) tenemos que estar descansados, bien dormidos y bien pagos”, cerró.



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