Los hombres que marcaron en el río, el camino de la Regata más larga del mundo

Oscar Roza y Oscar Focarazzo quedaron inmortalizados por ser los primeros ganadores. Esta historia formará parte del trabajo que prepara Río Negro para celebrar los 50 años de la travesía.

En febrero de 1965 doce canoas se alinearon en Neuquén, cerca de la Confluencia, para darle vida a una prueba de canotaje que poco a poco se fue transformando en leyenda. Fueron 24 los aventureros los que se animaron al desafío de intentar darle forma a una competencia que había sido gestada un año antes por tres jóvenes del Club Náutico La Ribera de Viedma: Alberto López Kruuse, Oscar Sanguinetti y Néstor Gómez. La pasión por el río y el deporte había sido el motor principal de la idea.

Fueron nueve etapas con un recorrido de más de 900 kilómetros, y desde su creación la nueva aventura náutica fue catalogada como “la Regata más larga del mundo”.
El domingo 14 de febrero de 1965, “a las 14:20, se produjo el arribo de la primera embarcación…”, relataba en su crónica el Diario Río Negro. A la comarca de Viedma – Patagones llegaron 10 de las 12 canoas que largaron. La primera que cruzó la meta, y que quedará para siempre en la historia, fue la de los neuquinos Oscar Roza y Oscar Focarazzo.


El tiempo empleado por la dupla ganadora fue de 46h15m43s. El promedio de tiempo de competencia por día es realmente asombroso: más de cinco horas en el agua por cada una de las nueve jornadas.
“A veces cuesta entender como hacían aquellos palistas de esa época para remar 70 kilómetros por día, comer lo que podían, porque muchas veces era cazar y comer, o tener algo pre elaborado, y al otro día sentarse en el bote y volver a correr. Y ni hablar de las embarcaciones que había antes respecto a las de hoy. Hay tener un respeto inmenso hacia quiénes hicieron posible que hoy estemos hablando de la Regata. Quienes se sentaron y la sufrieron, son los verdaderos héroes del río”, afirma Marcelo Barra, el presidente del Club Náutico La Ribera.

Dos leyendas del canotaje: Oscar Roza y Juan de la Cruz Labrín.

En aquella primera carrera, detrás de Focarazzo – Roza, llegó otra dupla neuquina compuesta por Calvar – Gómez (47h15m41s) y terceros en la general quedaron los roquenses Kinrbauer – Ceriani (47h43m02s), representantes del club Apycar. Además de palistas de Neuquén y Roca, hubo de Viedma, Comodoro Rivadavia y Trelew.


“A Roza no le podemos negar el permiso…”


Eduardo Oscar Roza supo ser un gran volante central, y entre otros clubes defendió los colores de Fernández Oro. El deportista neuquino alternaba fútbol con canotaje por lo que al momento de encarar la primera edición de la Regata, le solicitó a la dirigencia poder correr la prueba.
Oscar era una pieza muy importante para el equipo, pero en el club albiverde también sabían que no hacer lugar al pedido, podía desencadenar que el jugador se fuera de la institución. “A Roza no le podemos negar el permiso…”, declaró un directivo según consta en una publicación de la época.



Hoy, el primer ganador de la Regata junto a Cacho Focarazzo, vive en Neuquén y tiene 90 años. “En ese tiempo los remeros no eran muchos, los clubes tampoco. Había un par de pruebas locales como Arroyito – Neuquén o Neuquén Roca, y nada más. Un día nos enteramos que estaban armando una carrera hasta Viedma, que iba a ser la más larga del mundo. Empezamos a entrenar. Iba a correr con otro muchacho, de apellido San Martín, pero se lesionó y terminé haciendo dupla con Cacho Focarazzo, que venía de hacer el servicio militar. Faltaba un mes para la carrera, así que la encaramos con muy poco entrenamiento. Cacho era un fenómeno…”, dice Oscar, uno de los personajes que estarán en el trabajo con el que Diario Río Negro honrará a la emblemática prueba.

Oscar Roza, en el patio de su casa en Neuquén capital. Tiene 90 años.



En febrero de 1965 doce canoas se alinearon en Neuquén, cerca de la Confluencia, para darle vida a una prueba de canotaje que poco a poco se fue transformando en leyenda. Fueron 24 los aventureros los que se animaron al desafío de intentar darle forma a una competencia que había sido gestada un año antes por tres jóvenes del Club Náutico La Ribera de Viedma: Alberto López Kruuse, Oscar Sanguinetti y Néstor Gómez. La pasión por el río y el deporte había sido el motor principal de la idea.

Registrate gratis

Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento

Suscribite por $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora