Mareas extraordinarias en Las Grutas: alertan que «vienen creciendo los derrumbes» y apuestan a la prevención

Las pleamares, combinadas con vientos del sur y este, generan encierros, fuerte oleaje y aceleran la erosión de los acantilados. Guardavidas advierten un aumento en los derrumbes y refuerzan las medidas de prevención.

Las Grutas atraviesa mareas extraordinarias acompañadas por fuertes vientos que obligan a extremar los cuidados tanto de turistas como de residentes. Desde la jefatura de Guardavidas, se advirtió del fenómeno que puede volverse especialmente riesgoso cuando se combina con vientos del este, sudeste o sur, que potencian el oleaje y reducen el margen de seguridad en la playa. Al mismo tiempo, habló sobre la otra gran preocupación de los derrumbes en los acantilados, una actividad que, según los guardavidas y el relevamiento de Bomberos Voluntarios, se encuentra en aumento.

La marea extraordinaria puede encerrar al turista. Hay zonas donde el agua sube muy rápido y la gente queda apretada contra el acantilado”, explicó Eduardo Gutiérrez, responsable del servicio. Señaló que, a diferencia de lo que muchos creen, el peligro no solo aparece en la pleamar. Las mareas muy bajas también generan riesgos. En esos momentos, muchos turistas se trasladan a La Restinga y a sectores de piedra «para caminar con esa marea baja y los encierra antes también».

Los guardavidas explican que las mareas extraordinarias ocurren todos los meses, asociadas a la luna llena o la luna nueva. Es decir, son previsibles. Lo que no puede anticiparse con la misma precisión es la presencia de vientos del este, sudeste o sur, que potencian de manera significativa la amplitud del mar.

“La pleamar golpea muy fuerte y erosiona. Cuando hay viento sur son con más intensidad y muchas veces terminan generando este tipo de derrumbes”, expuso Gutiérrez.

El operativo se extiende de 10 a 20, pero varias de las situaciones de riesgo recientes ocurrieron fuera de horario, cuando ya no hay personal en la playa. “Muchas situaciones graves ocurren antes de que iniciemos el servicio y después de que termina”, advirtió Gutiérrez.

Además, el horario de la pleamar es un factor clave. En días donde la marea alta coincide con la tarde, el momento de mayor afluencia turística, la playa puede desaparecer por completo entre la una y las cinco de la tarde. “Si a eso se suma calor y viento, el riesgo aumenta muchísimo”, indicó.

Otra de las preocupaciones es los derrumbes en los acantilados. Una situación que «viene creciendo». «Siempre hubo pero vemos que va creciendo y es alarmante«, expuso Gutiérrez. Aunque afirmó que las playas se han descongestionado porque mucha gente visita otras cerca, la estadística nos indica que cada vez es más peligroso».

Según relato el jefe de guardavidas, «Hubo casos de gente que se levantó de la reposera y cayó una roca que rompió la silla. Podría haber pasado algo muy grave».

Para evitar tragedias en plena temporada, el municipio, Bomberos, Guardavidas y Medio Ambiente llevan adelante el control de derrumbes en sectores considerados críticos. “Preferimos hacerlo ahora y no en enero, con miles de personas en la playa”, afirmó.

Como parte de la prevención, el municipio comenzará a instalar 120 nuevos carteles de advertencia, reforzando la prohibición de permanecer o acampar al pie del acantilado.


Recomendaciones clave para quienes visiten la playa


Desde el equipo de guardavidas piden especial atención a:

Respetar el código de banderas. En mar peligroso, todos deben permanecer donde hagan pie.

Evitar caminar a zonas de piedra durante bajamar extrema, especialmente si no se conoce el ritmo de la marea.

No permanecer debajo del acantilado, incluso en sectores que parecen estables.

Elegir playas donde el agua no llega durante mareas extraordinarias, siguiendo las indicaciones del personal.

Asegurar sombra propia para no buscar reparo en cuevas o grutas.



Las Grutas atraviesa mareas extraordinarias acompañadas por fuertes vientos que obligan a extremar los cuidados tanto de turistas como de residentes. Desde la jefatura de Guardavidas, se advirtió del fenómeno que puede volverse especialmente riesgoso cuando se combina con vientos del este, sudeste o sur, que potencian el oleaje y reducen el margen de seguridad en la playa. Al mismo tiempo, habló sobre la otra gran preocupación de los derrumbes en los acantilados, una actividad que, según los guardavidas y el relevamiento de Bomberos Voluntarios, se encuentra en aumento.

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