Murió Enriqueta Maroni, otra histórica referente de Madres de Plaza de Mayo: tenía 98 años

Este martes se tiñó de luto: Argentina perdió a dos históricas referentes de Madres de Plaza de Mayo. Esta mañana se confirmó en Neuquén la muerte de Lolín Rigoni y más tarde se informó el lamentable fallecimiento de Enriqueta Rodríguez de Maroni, integrantes de la Línea Fundadora. Tenía 98 años.

Enriqueta Rodríguez de Maroni, integrante de Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora, murió este martes 5 de agosto. Fue una gran activista por los Derechos Humanos y dedicó su vida a la lucha por la Memoria, Verdad y Justicia tras la desaparición de dos de sus hijos durante la última dictadura cívico militar.

Maroni es reconocida en todo el país por su dedicada lucha, incluso fue expresidenta de la fundación Madres de Plaza de Mayo. Su rostro fue parte del documental de la televisión holandesa durante el Mundial de 1978 donde denunció todo lo que estaba ocurriendo en el país:

Su fallecimiento fue confirmada a través de un comunicado publicado por Madres de Plaza de Mayo donde expresaron: «Enriqueta amada, la del corazón que rebosaba de tu grácil figura menuda: es demasiado el dolor por tu partida. Las palabras no consuelan».

Enriqueta Maroni: una historia de fuerza y lucha

El 5 de abril de 1977, sus hijos María Beatriz, de 23 años, y Juan Patricio, de 21 años, fueron secuestrados por el Ejército junto a sus parejas. Ambos estuvieron cautivos en el centro clandestino de detención Club Atlético.

Según la información revelada, la esposa de Juan Patricio fue liberada días después, pero él, su hermana y su esposo, Carlos Rincón, nunca fueron encontrados.

«María Beatriz y Juan Patricio eran muchachos muy religiosos. Querían poner en prácticas las lecciones del Evangelio y no sólo predicarlas. Participaban en los movimientos de jóvenes católicos y se preocupaban por las grandes injusticias sociales en Argentina. Por eso fueron desaparecidos», contó Enriqueta en su momento.

Durante sus años como integrante de Madres de Plaza de Mayo militó junto a su hija Margarita Maroni pidiendo justicia por sus hijos y los demás desaparecidos.

Enriqueta fue docente e incluso después de la desaparición de sus hijos, siguió enseñando en el barrio popular Cildañez de la ciudad de Buenos Aires.