Murió un hombre por una enfermedad de los loros: «campaña de espanto» en Villarino

Se trata de la psitacosis. Hay una persona menor de edad internada, en la localidad de Hilario Ascasubi, partido de Villarino en la provincia de Buenos Aires. .En qué consiste la curiosa campaña para ahuyentarlos.

Días atrás un hombre murió por psitacosis, y hay una persona menor de edad internada, en la localidad de Hilario Ascasubi, partido de Villarino en la provincia de Buenos Aires. La psitacosis es una enfermedad generada por una infección causada por una bacteria y transmitida por secreciones de las aves como los loros y las cotorras. Por eso que en esa zona bonaerense realizarán una «campaña de espanto» para ahuyentar a los loros barranqueros.

Como el loro barranquero suele migrar durante la temporada de otoño-invierno, en búsqueda de comida y temperaturas cálidas, es que comenzarán con una «campaña del espanto», que consiste en que vecinos y vecinas de estas localidades comiencen a realizar ruidos fuertes y utilizar luces para ahuyentarlos del ejido urbano.

«Los loros se han trasladado al ejido urbano, están buscando el calor a la noche, y son un peligro para la salud pública. En Ascasubi, tuvimos un fallecimiento por psitacosis, enfermedad que causan ellos, y tenemos otro chico que está internado. Convivimos con el excremento de estos animalitos que dañan al humano», aseguró la concejal de Unión por la Patria en Villarino, María del Valle Otero, a una radio local.

La cuestión también implica un daño económico. «En localidades como Ascasubi, Pedro Luro o Mayor Buratovich, es millonario. Acá, tenemos cooperativas eléctricas, que no tienen la posibilidad de reinvertir constantemente», señaló.

«Aquí, han puesto un láser que va barriendo superficies de árboles, antenas, techos y demás. Durante un tiempo, eso sirvió, pero luego se acostumbraron al estímulo, aprendieron que no les hacen daño y ya no les hacen caso, tanto a las bombas de estruendo como al láser«, agregó.

«La gente que nos visita de otros lugares, se asombra y nos pregunta cómo podemos vivir así», expresó, «por lo general, migran en otoño/invierno y buscan comida o temperatura. Si bien no soy bióloga, vienen en esta época».

La concejal manifestó que la cantidad de loros a la mañana es «impresionante» y que el sonido es «aterrador». «Por eso creemos que no hay que tirar la toalla», convocó y admitió que «es muy difícil, lo que tenemos que hacer es trasladar la población, erradicarlos no se puede”.


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