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«Copando las calles le podemos dar un revés a la situación de delirio de este gobierno de querer hundir al país, desprotegiendo a la clase trabajadora«. Germán Schwartz tiene 56 años y viene de una familia trabajadora en el Banco Nación. Se desempeña desde hace 15 años como cajero y este miércoles adherirá al paro nacional convocado por la CGT, sumándose a la marcha.

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Los empleados de la institución están en alerta ante la intención del gobierno nacional de privatizarla. O convertirla en sociedad anónima. «Esas dos opciones son lo peor que nos puede pasar no solo como empleados del banco sino como pueblo argentino. La idea es seguir siendo Banco Nación y del estado», expresó Schwartz.

Consideró «una trampa» la intención de convertirlo en una sociedad anónima. «Ya ha pasado con otras institciones financieras. Dijeron que la intención era que cotizaran en bolsa y terminaron siendo manejadas por capitales extranjeros y después, se privatizaron», dijo.

Schwartz insistió en que el Banco Nación es el que regula el sistema financiero del país. «Somos un banco que le da recursos al estado, somos autónomos, pagamos nuestros propios sueldos y más allá de los empleados -que van y vienen- es importante para un estado tener una banca nacional», dijo y agregó: «Regula el sistema financiero, las tasas de interés de los plazos fijos, las tarjetas de crédito, pagamos a los jubilados sin ningún cargo, otorgamos préstamos».

En relación al intento de privatización, Schwartz aseguró que entre sus compañeros todavía prima la calma. «De todos modos, estamos en alerta y en contacto con muchas sucursales de todo el país (el Banco Nación tiene 700 sucursales en todo el país). Estamos haciendo acciones, ruidazos, abrazos para mostrar al cliente que el banco es importante como institucion financiera del país. Por supuesto que cuidamos el empleo, pero queremos cuidar nuestra patria», señaló.

Adhiere a la medida de protesta a nivel nacional aunque no acordó con la modalidad del paro de 12 horas ya que, según consideró, debería haber sido por 24 horas. «En las provincias tenemos un horario diferente a Buenos Aires de 8 a 13. A las 12 ya tenemos la jornada laboral casi terminada, pero no importa. Lo importante es que toda la gente pueda estar en la calle»pero», opinó.

«¿Recuerda una situación similar?», preguntó este diario. «Yo no la viví personalmente, pero mi mamá me cuenta que en la época de (Carlos) Menem, los trabajadores marchaban a la casa central, se iba hasta los últimos pisos donde prendían fuego los legajos para impedir el peritaje que tenía como finalidad mostrar cuánto valía el banco para venderlo«, relató.

En ese momento, agregó, «la sociedad acompañó mucho para que no se privatice, desde la iglesia, los militares de aquella época y las asociaciones civiles. Se logró porque no se privatizó». Recordó que «en la época de (Mauricio) Macri hubo un vaciamiento terrible. Dicen que el Banco Nación es deficitario, pero el 90% de la deuda que el banco debe cobrar es la deuda que en la época del macrismo se le dio a Vicentín, unos 300 millones de dólares. Lo cierto es que somos de las carteras morosas más bajas del sistema financiero. Somos el banco número uno a nivel financiero del país y todo eso la gente lo tiene que saber«.