Por la crisis, el municipio de Viedma asiste a 1.200 familias

La comuna mantiene los programas Proa y A Comer. Se duplicó la demanda de quienes reciben bolsones de comida.

Más de un millar de familias reciben asistencia del estado municipal en la capital rionegrina para paliar la actual crisis.

De acuerdo a los números brindados por MarioSánchez, secretario de Desarrollo e Integración Social del municipio; se mantiene la demanda del programa Proa Viedma, con 600 beneficiarios que reciben 8.000 pesos mensuales, se duplicó la entrega mensual de bolsones de comidas, que ya llega a otras 600 familias, y se asiste con dinero para la compra de insumos a 27 comedores y merenderos ubicados en distintos puntos de la ciudad.

El Proa se implementa a través de una tarjeta precargada para la compra de alimentos, que fue actualizada a fines de diciembre y «se destina a las familias que están pasando por una situación compleja» dijo el funcionario.

La actualización del monto es periódica, «siempre teniendo en cuenta dos temas: la pérdida del poder adquisitivo y, por otro lado, cómo vienen las finanzas municipales».

Este programa nació en la gestión anterior, cuando se pasó de la entrega de módulos alimentarios a la tarjeta precargada. «Las personas que recibían asistencia en forma permanente y que no podían resolver la situación social que tenían las fuimos pasando a las tarjetas».

Dijo que «si uno mira la Encuesta Permanente de Hogares nuestros datos coinciden más con las Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) que con situaciones de pobreza».

Hay otra asistencia denominada A Comer «destinada a comedores y merenderos» que se acreditó en los últimos días, con una actualización del 50%. Se trata de 27 espacios, «algunos son comedores, otros merenderos y otros cumplen las dos modalidades, gestionados por organizaciones sociales , grupos de vecinos; hay distintas conformaciones».

Sánchez recordó que «lo pusimos en marcha el año pasado en función de que Nación hizo un registro nacional (Renacom) y tuvimos un elemento que nos permitió trabajar con un reconocimiento del estado».

En esos casos la ayuda es de 45.000 pesos para los merenderos, 75.000 para los comedores y «cuando son merenderos y comedores son 120.000 pesos» y aclaró que «nació con la idea de complementar la ayuda que recibían de Nación y de Provincia», como los que están vinculados con organizaciones sociales, «por ejemplo la UTEP o el Movimiento Evita».

«Creo que somos el único municipio que tiene un programa como este, destinado, con objetivos fijados, parámetros, con una instancia de revisión por parte de los merenderos; que hace que tenga determinadas características» y remarcó que «hoy se ha convertido en casi la única asistencia que tienen porque Nación discontinuó» las entregas y «con Provincia están reuniéndose para acordar».

Los fondos que se destinan a estos programas salen de Rentas Generales del municipio «y tenemos un fondo que es un porcentaje de la Tasa de Casino, que podemos utilizar para esto, pero no tenemos un recurso afectado directamente», explicó Sánchez.

Los programa municipales se han convertido en casi la única ayuda que reciben, porque Nación discontinuó los suyos».

Mario Sánchez, secretario de Desarrollo e Integración Social de Viedma.

Agregó que «en la parte más de emergencia, es donde más notamos el incremento de la demanda, es la asistencia con bolsones de alimentos» que lo reciben otras 600 familias una vez por mes y se entregan martes y jueves en el Centro de Atención Municipal (CAMu) de barrio Lavalle.

«La demanda se duplicó, pero no es concluyente» dijo el funcionario y explicó «que no haya otras asistencias hace que venga para acá, pero la evaluación que hacen quienes están trabajando en el terreno es que el incremento del precio de los alimentos hizo que muchos tengan que recurrir a la asistencia del Estado».

Esos bolsones tiene unos 15 productos que integran la canasta básica alimentaria, que son comprados por el propio municipio y «el módulo resuelve situaciones más de emergencia. Hay personas que pierden el empleo y solicitan la ayuda, después se pueden reinsertar en el mercado del trabajo y dejan de recibir la ayuda o de demandarla».

Sánchez reconoció que «uno de los fenómenos que está pasando con esto de la inflación es la suba de los alimentos y la idea es que los programas tengan un valor unificado. Pero si el bolsón alimentario es más caro de lo que se pueda asistir por la tarjeta puede pasar que venga una persona y te diga dame el bolsón por le conviene más».

Contó que «el año pasado terminamos en un valor de 4.900 y en enero lo llevamos a 8.000 pesos y la idea es subir en función de como vayan evolucionando las cuentas del municipio, para que no pierda valor la asistencia del programa».

Mario Sánchez, secretario de Desarrollo e Integración Social. Foto: Marcelo Ochoa.

Cómo se define la ayuda


El secretario explicó que «hacemos una evaluación, a través de un programa nacional, con todas las bases de datos que están habilitadas. Para el caso alimentario nos focalizamos en el tipo de programa que tiene y los ingresos que tiene esa persona, si tiene o no algún programa de asistencia del estado».

A partir de esa información «se decide si entregamos la tarjeta o el módulo», mientras que «a los que se presentan de manera espontánea, los martes y jueves, se les hace una entrevista, se ve cuál es la situación y se resuelve.La respuesta es rápida», enfatizó.


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