Por qué la mitad de las sentencias del fuero Contencioso se realizan con inteligencia artificial

El sistema automatizado dio tan buen resultado que despertó el interés de 12 municipios de Río Negro que ya lo pusieron en marcha para la ejecución de multas por alcoholemia, ruidos molestos, deudas municipales, entre otros. Ahora se evalúa su implementación en casos de privados (para cheques y pagarés).

Más de la mitad de las sentencias del fuero Contencioso se realizaron con inteligencia artificial. El sistema fue desarrollado por el Poder Judicial para procesos de carácter repetitivo y estandarizado que demandaban un gran volumen de trabajo a fin de que el personal pueda abocarse a tareas que no pueden ser reemplazadas por un algoritmo.

El excelente resultado del sistema despertó el interés de 12 municipios de Río Negro y ahora se evalúa su implementación en casos de privados (para cheques y pagarés).

Solo en el primer semestre del año, se elaboraron 1.177 sentencias y el 55% se dictó mediante el sistema automatizado. Más de 970 corresponden a ejecuciones fiscales que representa el 60% de la actividad contenciosa y concentra la mayor demanda de trabajo.

Fue un antes y un después. Tiempo atrás, una ejecución fiscal demandaba un promedio de 6,5 días hábiles entre la presentación de la demanda y el dictado de la sentencia. Con el nuevo sistema, el plazo se redujo a menos de tres días.

La pandemia aceleró la necesidad de digitalizar los expedientes

«El desembarco de la inteligencia artificial se precipitó en la pandemia. El Poder Judicial tiene un área que se llama Gerencia de Sistemas donde trabajan desarrolladores informáticos e ingenieros en sistemas. Ellos estuvieron a cargo de la digitalización absoluta del organismo», detalló Juan Cruz García, integrante del Comité de Informatización y del área de Comunicación del Poder Judicial.

La pandemia por Covid-19 determinó la necesidad de pasar todos los expedientes al formato digital. «El desafío, después, fue pasar a desarrollos propios en base a las necesidades del sistema. Y al digitalizar el sistema, se advirtió un cúmulo de causas del fuero contencioso administrativo, con ejecuciones fiscales que resultaba un proceso repetitivo y poco calificado para el personal del Poder Judicial», señaló.

Esto demandaba mucho tiempo de trabajo. García puso como ejemplo: «Ante una deuda de patentes, del impuesto inmobiliario, una deuda municipal, el estado pretende cobrar. En ese proceso, hay que buscar datos, tipear DNI, cuil, nomenclatura catastral, porcentajes de la deuda, actualizarlo con los intereses y luego ejecutarlo. Es todo un trabajo manual que lleva mucho tiempo y hay un margen grande de error«.

Ese tipo de proceso -las ejecuciones fiscales- representa el 60% del cúmulo de causas del fuero contencioso; el resto consiste en reclamos por daños y perjuicios contra el Estado («un niño que se cayó en una escuela o una plaza, un amparo contra el hospital o el Ipross», ejemplificó García).

«Los desarrolladores vieron este inconveniente y propusieron entrenar el algoritmo para aprender a leer nomenclaturas, datos inmobiliarios, de patentes para que realice el proceso en automático y presente el proyecto de sentencia, de modo que la jueza o juez solo chequee que los datos sean correctos», señaló.

El procedimiento es simple y seguro: el sistema valida que los datos de la demanda y la boleta de deuda coincidan, controla el monto reclamado y revisa que la persona demandada no figure en procesos sucesorios o de quiebra. Si no hay objeciones, se genera el proyecto de resolución; si aparecen incompatibilidades, el expediente se deriva al personal administrativo para su análisis.

La rápida resolución de estos casos llevó a que varios municipios rionegrinos manifestaran su interés en implementarlo para ejecutar multas de alcoholemia, infracciones de tránsito, clausuras y ruidos molestos, entre otros. Ya se implementó en 12 jurisdicciones: Viedma, Allen, Bariloche, Cipolletti, Roca, Cinco Saltos, San Antonio, El Bolsón y Villa Regina.

«El mecanismo reduce de manera exponencial los tiempos: un trámite que manualmente requería alrededor de una hora hoy se completa en tres minutos», sintetizó García y agregó: «Ahora, la segunda etapa es para ejecuciones entre privados por cheques o pagares. El procedimiento es el mismo: se entrena el algoritmo».

En un primer momento, la implementación de este sistema generó cierta resistencia del sindicato por el temor a que la inteligencia artificial «deje sin trabajo a la gente»: «La respuesta institucional fue que uno trabaja con la misma cantidad de personal y de esta forma, se lo preserva para que aplique la inteligencia humana a casos que no podrían ser reemplazados por ia, como por ejemplo un amparo de salud en los que debe escucharse los padecimientos de la gente y se requiere empatía», aseguró.

Desde el Poder Judicial diseñaron un protocolo de uso de la inteligencia artificial. «Todo está sujeto al control humano, no se deja nada librado a la ia. Se llevó a cabo una capacitación obligatoria sobre los alcances y el uso ético», concluyó.


Más de la mitad de las sentencias del fuero Contencioso se realizaron con inteligencia artificial. El sistema fue desarrollado por el Poder Judicial para procesos de carácter repetitivo y estandarizado que demandaban un gran volumen de trabajo a fin de que el personal pueda abocarse a tareas que no pueden ser reemplazadas por un algoritmo.

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