Innovación científica desde Bariloche: con Inteligencia Artificial podrían diagnosticar infartos

La investigación que surgió del Centro Atómico Bariloche y Fundación Intecnus fue el puntapié para mejorar la interpretación de las cardio imágenes.

Cinco años atrás, cuando todavía parecía ciencia ficción, un grupo de investigadores del Departamento de Física Médica del Centro Atómico Bariloche (CAB) comenzó a aplicar la Inteligencia Artificial a la lectura de las cardio imágenes. El objetivo era acceder a herramientas para interpretar esas imágenes y realizar un diagnóstico temprano de ciertas patologías.

Ese trabajo comenzó en 2021 y resultó siendo pionero en Argentina. El equipo está integrado por el doctor en Física Germán Mato, el doctor en Tecnologías de la Información y Telecomunicaciones Ariel Curiale, y el cardiólogo Matías Calandrelli (que actualmente reside en Barcelona). Luego, se sumó al trabajo la cardióloga Jorgelina Medus de la Fundación Intecnus.

Publicaron diversos trabajos de investigación sobre el uso de herramientas para comprender las resonancias cardíacas (aquellos estudios que permiten conocen las medidas del corazón).

«Estas investigaciones fueron el puntapié para pensar cómo las herramientas de inteligencia artificial pueden influir en el campo de la medicina. Hoy sabemos que contamos con esas herramientas, pero no sabemos para qué se van a usar. El futuro es incierto, pero en cuatro o cinco años, el mundo será distinto», definió la médica cardióloga Jorgelina Medus, del Servicio de Imágenes Cardiovasculares No Invasivas de la Fundación Intecnus.

Aclaró que, por el momento, la IA en cardio-imágenes se emplea a nivel de investigación: “Sin embargo, nos puede aportar una probabilidad de enfermedad, cambios estructurales del músculo cardíaco o vasos y datos antropométricos de la población, entre otros”.

De esta forma, la IA puede ofrecer herramientas para optimizar la interpretación de imágenes y alcanzar diagnósticos a tiempo.

En este sentido, la especialista recalcó que «el día de mañana, quizás, se puedan usar estas herramientas para diagnosticar infartos agudos de miocardio». «Esta enfermedad es la primera causa de muerte en el mundo y, muchas veces, los infartos son subdiagnosticados. No todas las ciudades de Argentina tienen acceso a un cardiólogo en una urgencia. Es fundamental el diagnóstico precoz y en este sentido, es fundamental saber qué preguntas hacerle a la inteligencia artificial», manifestó.

La Inteligencia Artificial mejora la interpretación de las cardio imágenes. Foto: gentileza

La recolección de datos es la base fundamental en la investigación con herramientas de inteligencia artificial. Cinco meses atrás, la Sociedad Argentina de Cardiología y la Universidad Nacional del Noroeste de Buenos Aires pusieron en marcha el Dataset, un programa de recolección de resonancias magnéticas cardíacas de todo el país.

La Fundación Intecnus y el Sanatorio San Carlos, de Bariloche, se sumaron a esta iniciativa nacional. «Se colabora con el aporte de datos a través de información de pacientes de Bariloche. El Dataset genera una base de datos con todos los estudios de Argentina que, a su vez, nos ayudará a generar herramientas de inteligencia artificial«, describió Medus.

Contó que, hasta ahora, se empleaba información de la población de Europa y Estados Unidos que «vive de otra manera, con otras costumbres» y por ende, de los estudios resultan variables que, muchas veces, no son aplicables para la población argentina. Por primera vez, se podrá recolectar información de pacientes argentinos a fin de alcanzar mejores resultados en los tratamientos.

Preguntas correctas para alcanzar respuestas correctas

Medus entiende que la inteligencia artificial «democratiza las herramientas disponibles y en nuestra especialidad médica puede llegar a modificar la historia de la cardiología en Argentina». En este cambio vertiginoso, agregó la médica de Intecnus, «nos planteamos cuál es el rol del personal de salud en la relación con la inteligencia artificial”.

En el Centro Atómico, hay físicos y especialistas en tecnología de la información que saben cómo abordar las herramientas de inteligencia artificial; mientras que los médicos sabemos cómo recolectar datos y qué preguntas adecuadas hacer. Esa es la tarea en conjunto que comenzamos a hacer con el objetivo de obtener resultados”, puntualizó Medus.

El puntapié fue reunir datos con toda la información que aportan los estudios de resonancia magnética cardíaca que se realizan en Bariloche. Con esa información, «los médicos debemos hacer las preguntas correctas y trabajar en conjunto con quienes manejan IA, para obtener así respuestas correctas”.


Se logró una sinergia entre médicos y científicos. Desde Intecnus, entidad fundada por la Comisión Nacional de Energía Atómica (Cnea), destacaron que uno de sus pilares es la investigación. Compartir el predio con el Centro Atómico Bariloche facilita el desarrollo de líneas de investigación en conjunto que se traducen en ciencia aplicada a la salud.

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