Protegerse del sol cuesta una fortuna y hasta ahora no hubo políticas de Estado que lo contemplen

Las últimas campañas de detección temprana de cáncer de piel en la región dan cuenta de que creció el daño solar y bajó la edad de los afectados. Pero nadie interviene. Hay proyectos de ley frenados y desinterés por impulsarlos

Quema el sol. No es necesario tirarse en una playa con la intención de broncearse para sentir que nos ‘pica’ en la piel. La nuca se enrojece de sólo estar parado esperando el colectivo. Y hasta quedás con el diseño de la ropa marcado, después de una caminata hecha en las horas de máximo calor.

Sin embargo, pese a que protegerse es imprescindible para evitar problemas de salud, hoy cuidarse pareciera ser un lujo inaccesible.

En las góndolas o farmacias un protector factor 30 (lo mínimo aconsejable para atajar la alta radiación) no baja de los $15.000. Y de ahí escala hasta cifras abrumadoras, que pueden llegar a los $30.000 o superarlos con creces, en marcas y presentaciones premium.

Es raro encontrar algo por $8000 o por $10.000 en ese factor, y menos aún por $5000. Aunque persisten, en el caso de los supermercados, algunas marcas dentro del programa “Precios Justos”. Les queda poco, porque, tras la asunción del presidente electo Javier Milei, esa herramienta ya no regirá.

Con este contexto, una pregunta perturba. ¿Cómo hace un adulto para proteger a sus niños y cuidarse a sí mismo sin perder todo su dinero en el intento?

Teniendo en cuenta además que éstos no sólo son productos para sumar al bolso que preparamos en vacaciones para ir al río, la playa o la pileta. Nos deben acompañar en lo cotidiano y durante todo el año, pero intensificando la precaución en el verano, cuando el calor hace que la piel quede, casi, totalmente expuesta.

“A esta altura el Estado debería tener un rol más activo en este tema. Actualmente se considera al protector solar como algo meramente estético. Ese concepto ya debería ser removido y reemplazado por el de considerarlo una medida preventiva fuerte y formar parte del listado de medicamentos esenciales” opinó, preocupada, la doctora y especialista en dermatología Patricia Salazar Carrasco (MP RN 3112 – 2141) que reside y atiende en Las Grutas.

El cáncer de piel es el más común del ser humano. Y su generación está estrechamente vinculada a la exposición solar sostenida y reiterada a lo largo del tiempo, porque el daño solar es acumulativo. Es responsable, además, del fotoenvejecimiento prematuro y de la aparición de lesiones precancerosas” señaló, alarmada.

Su inquietud coincide con la del grueso de sus colegas. Que desde hace años difunden pautas imprescindibles de cuidado, buscando que protegerse de la radiación se naturalice. Pero, a contramano de este discurso, nadie reguló aún que los protectores se tomen como un insumo médico. Que cubran las obras sociales y que pueda entregar el sistema de salud pública, en el caso de aquellos que no cuenten con fondos para comprarlos.

Qué proyectos se intentaron tratar

Proyectos hay, y varios. Todos a nivel nacional. Aunque ninguno prosperó, tal vez por la resistencia que genera, para el sistema de salud, asumir los costos de cualquiera de estas iniciativas.

El más reciente ingresó a la Cámara de Diputados de la Nación el 28 de septiembre de este año, y es de la diputada nacional Brenda Vargas Matyi (Frente de Todos).  Propone que se incluyan en el Programa Médico Obligatorio (PMO) los de Factor de Protección Solar 30 (FPS 30) o superior. Eso garantizaría que, ante la prescripción médica, tuvieran cobertura de obras sociales, prepagas y servicios de salud pública.

También este año, durante el mes de mayo, la senadora nacional por la provincia de Buenos Aires del Frente de Todos, Juliana di Tullio presentó un proyecto de ley denominado «Programa Escudo» que no sólo apunta a la gratuidad de los protectores solares sino también a la de los repelentes (por el avance de enfermedades como el dengue, transmitidas por la picadura de mosquitos). Se enfoca en las escuelas públicas de todo el país. La iniciativa cubriría a los alumnos de los niveles inicial, primario y secundario, de las escuelas de gestión pública y establecimientos de gestión privada que cuenten con 100% de subvención estatal y/o cuota cero.

En 2021, además, La legisladora de la Ciudad de Buenos Aires del Frente de Todos, Ofelia Fernández, elevó una iniciativa para que el protector solar sea considerado, en la órbita nacional, como un medicamento. Incluía, también, la creación del programa «Sol BA» en el ámbito del Ministerio de Salud porteño, para «garantizar el acceso gratuito a la protección solar de la población de la Ciudad de Buenos Aires».

Lamentablemente, ninguna de estas iniciativas obtuvo un avance significativo. Algo que deja a la población a expensas de la especulación, y provoca que sólo puedan cumplir con las pautas de cuidado necesarias aquellos que puedan costearlas.

“Hoy es insostenible para una familia contar con una protección solar adecuada en cantidad y calidad, porque es muy caro y difícil de mantener a lo largo del tiempo” se indignó la dermatóloga.  

Mientras tanto el sol quema, pero esos rayos no conmueven al Estado, que sigue evitando afrontar el tema.

¿Y en los chicos quien piensa?

Aunque la protección solar es necesaria para todos, los chicos se ven especialmente expuestos a los factores negativos de la radiación.

“Lo niños no tienen el sistema natural de protección desarrollado y en ellos el daño solar es máximo y acumulativo. Una adecuada protección desde la infancia disminuirá el riesgo de cáncer en la edad adulta. De hecho, los menores de un año no deberían exponerse al sol directo.  Y ya a partir de los seis meses de edad ya hay que ponerles protector solar, para brindarles cuidado” explicó la especialista en dermatología Patricia Salazar Carrasco, que reside y atiende en Las Grutas.

La experta destacó las herramientas de prevención que debemos naturalizar para evitar contratiempos.

“Debemos protegernos. Para eso hay que evitar el sol directo de 10’ a 16’, usar sombreros, mangas largas, protector solar FPS 30 o más en toda la piel no cubierta por ropa, y repetir su aplicación cada dos horas o al salir del agua” enumeró Salazar Carrasco.

Datos que preocupan mucho

En las campañas de detección de cáncer de piel qué, desde hace unos años, se realizan en la región de manera gratuita buscando lesiones sospechosas y tratando de inculcar pautas de protección solar surgieron datos que alarman.

“Esto se hace anualmente, al llegar noviembre. Es una semana donde se controla la piel sin costo. Este año la campaña se hizo por tercera vez en Las Grutas y por segunda vez en Carmen de Patagones, y yo colaboré en ella.  Los resultados son procesados en Buenos Aires y luego se publican en un registro nacional” explicó la dermatóloga Salazar Carrasco.

La médica manifestó su inquietud por los datos que se obtuvieron a lo largo del tiempo. “Dan cuenta de que el cáncer de piel es cada vez más frecuente, y se produce a edades más tempranas” lamentó, preocupada.

Escuchá a la doctora y especialista en dermatología, Patricia Salazar Carrasco, en RÍO NEGRO RADIO:

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