Sin colectivos de Koko en Río Negro: un conflicto que sigue sin resolverse y deja a los usuarios varados

Continúa la suspensión de los servicios de la empresa Koko. La firma dejó a miles de usuarios varados y a los trabajadores en la incertidumbre, mientras vecinos del Alto Valle de Río Negro enfrentan una crisis de transporte sin precedentes.

En el silencio de las dársenas y la quietud de los colectivos interurbanos, se teje una trama de incertidumbre y desamparo que envuelve a las ciudades del Alto Valle de Río Negro. Desde hace dos días, la suspensión de los servicios de la empresa Koko dejó a miles de usuarios varados y a los trabajadores de la firma en medio de un conflicto que sigue sin solución. Cómo sigue el panorama en la región.

El transporte público es más que un simple medio de desplazamiento. Forma parte del pulso de la vida cotidiana, un hilo conductor que une a las personas con sus destinos, sus trabajos y sus familias. La suspensión abrupta de este servicio resulta insostenible para muchos, como un nudo en la garganta de una región que se siente víctima de la crisis.

La suspensión de los servicios afecta a toda la región, desde Chichinales hasta la zona rural de Regina, pasando por Godoy, Huergo, Mainqué, Roca, Allen, Fernández Oro y Cipolletti. Por consecuencia, no hay conexión posible con el transporte público de Neuquén.

«El transporte público se sostiene económicamente con subsidio o tarifa, no existe otra fuente de ingreso», afirmó Ángel Rubio, secretario general de UTA Río Negro, el pasado viernes cuando se destapó el conflicto.

En sintonía, Nicolás Herrera, contador y representante de Koko, se había sumado a esta visión al señalar: «Entre combustible y mano de obra, tenemos el 50% del costo ahí. Sumado a la suba general de precios, el transporte se está volviendo inviable».

La raíz de la problemática que escaló en la suspensión del servicio, según representantes empresariales y gremiales del sector, radica en la pérdida del Subsidio Nacional al Transporte, una decisión del gobierno de Milei que dejó a las empresas de todo el país en una situación económica compleja.

Herrera explicó en RÍO NEGRO RADIO que, ante la imposibilidad de afrontar los costos del servicio, la única opción fue suspender las operaciones.

Como daño colateral, los trabajadores que, hasta el jueves, se hacían cargo del transporte de miles de valletanos quedaron inmersos en la incertidumbre. «No podemos desproteger a los trabajadores y dejar que los compañeros paguen el ajuste», enfatizó Rubio de UTA.

La medida adoptada por Koko generó un impacto devastador en los vecinos. Miles de trabajadores, estudiantes y familiares se encuentran desamparados, con dificultades para llegar a sus trabajos, escuelas, universidades o, incluso, centros de salud.

Según el gremio de colectiveros, la reunión entre representantes de la empresa y la UTA dejó en claro que «los salarios no están garantizados», ni siquiera los aumentos previamente acordados. «Lo que busca esta entidad gremial es que se garanticen los salarios de los trabajadores y las paritarias correspondientes para que no pierdan poder adquisitivo», expresó Rubio a Diario RÍO NEGRO.

La situación este domingo no ha cambiado y se torna aún más compleja debido a la falta de diálogo y de soluciones concretas por parte de las autoridades. En este contexto de recortes de subsidios y ajustes económicos, la UTA se mostró decidida a llevar a cabo medidas de acción directa frente al impacto que la decisión empresarial de «paralizar el transporte» pueda afectar a los trabajadores.


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