Slackline: Una actividad que crece y se practica en todo el Alto Valle

Seis jóvenes de Neuquén, Cipolletti y Villa Regina viajarán el fin de semana que viene para participar del Festival Emergente, adonde se realizará un Torneo de Slackline, el primero en realizarse en un estadio de fútbol. Una disciplina que busca vencer el miedo y dominar el equilibrio del cuerpo y la mente.

El fin de semana que viene se realizará un torneo oficial de Slackline, en el marco del Festival Emergente, en la ciudad de La Plata. Será el primero en realizarse en un estadio de fútbol, y el escenario será el Estadio Único. Allí viajarán seis jóvenes del Alto Valle, nucleados en la asociación Slackline Neuquén, que hace pocos meses se oficializó. Un deporte poco conocido y que viene creciendo a pasos agigantados.

Se trata de seis jóvenes de las ciudades de Nqueuén, Cipolletti y Villa Regina, que participarán de esto evento nacional. Viajarán a La Plata para formar parte del Festival Emergente, los días 8, 9 y 10 de junio, en el Estadio Único. Allí participarán 28 atletas de todo el país.

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Este deporte surgió en las décadas de los 60 y 70, cuando escaladores norteamericanos quisieron explotar con mayor profundidad el equilibrio, sumado a lo que ya venían desarrollando. Se utilizan cintas de poliéster, con gran elasticidad, lo que genera movimiento al caminar y requiere aun más dominio del equilibrio. Todo se trata de vencer los miedos y lograr un nivel de concentración alto, para que exista un “equilibrio entre el cuerpo, la mente y el alma”, dijeron.

Gentileza Rodrigo Flores

El evento esta siendo llevado adelante por el Club de Slack de Buenos Aires y materializado por la productora Vuelos Aires, también de la capital nacional. Desde allí los patagonicos recibieron la invitación para ser parte de esta contienda.

Luciano Canevari es de Neuquén, tiene 21 años y hace un año está conociendo el mundo de este deporte. “Busca el equilibrio físico y mental”, dijo y agregó que es “una forma de conexión con uno mismo”. Rodrigo Flores, de 31 años y también de Neuquén, practica highline desde hace siete años y aseguró que ”el slackline es una forma de ver y vivir la vida”. Además se dedica a la fotografía y usa esa profesión para retratar su pasión por la cinta. Iván Alejandro Avaca, también neuquino, practica highline hace dos años y además se dedica a la informática. Federico Tiemroth es de Cipolletti y cumplió 25 años hace poco, lleva unos cinco en este deporte y explicó que “el estilo de vida del slackline hace que todo el ser este equilibrado”. Sebastian Espíndola tiene 22 años y lleva dos en el slackline. Matías Urrutia tiene 29 años y lleva más de cuatro caminando en el aire.

“Cuando se practica slack se genera una adrenalina constante, es un desafío para la persona, esto hace que sea un poco adictivo y motivador, ya que ayuda a autosuperarnos y a compartirnos con la cinta y con las personas que rodean al slackline”, dijo Federico, que además es profesor de educación física.

Como este deporte aun no es oficial, los chicos se autogestionan todos sus viajes y participaciones en festivales, como los que usualmente se realizan en Chile, Uruguay o Brasil, y obvio, en Argentina, adonde la disciplina viene creciendo y este verano pareció vivir un pico de ráting. Con rifas y eventos juntan dinero para pasajes y estadías, y las productoras que organizan las competencias también colaboran.


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