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Tensión, cruce de denuncias y una chacra bajo custodia en Río Negro por una remediación petrolera

El conflicto reinstala un debate: ¿pueden convivir la actividad petrolera y fruticultura en un área bajo riego?

Una fuga de crudo en un viejo pozo de YPF, en una chacra de Villa Manzano que produce peras y manzanas, generó una intrincada disputa judicial. El cruce de denuncias tiene en vilo a muchos actores: los superficiarios, la petrolera, el Departamento Provincial de Aguas, a las secretarías de Ambiente y de Energía y a la fiscalía de Cipolletti, a cargo de Gustavo Herrera, que interviene para solucionar el conflicto y garantizar la remediación, tarea que la petrolera asegura haber culminado.

La fuga de crudo se inició el 19 de octubre del año pasado en el pozo convencional RN 136, que está en la chacra “La Laguna”. Pertenece a Ricardo Albisu y Norma Ramírez, quienes la adquirieron a fines de los ´80, ya con los dos pozos . “Sin avisarnos nos rompieron la tranquera y entraron nueve camionetas: de YPF, de Energía, del DPA, camiones chupamanchas, dos dotaciones de bomberos y una ambulancia. Fue un despliegue que parecía que iban a mandar un cohete a la luna”, describió Norma. Dijo que su marido les cruzó el tractor para bloquearles la salida y les den explicaciones. Hubo largas horas de tensión, hasta que intervino la fiscalía y descomprimió la situación.

Un gran cráter de aguas oscuras y equipos sacando barros alrededor del pozo petrolero. Así permaneció el área durante nueve meses. Desde el 19 de octubre de 2022, cuando se inició el derrame. Desde el DPA , Ambiente e YPF denunciaron obstáculos para tomar muestras y poder hacer el saneamiento.

Los productores documentaron con fotos y videos el derrame y las tareas que se hicieron para detectar la fuga. Allí producen peras y manzanas de exportación y necesitan certificar la calidad durante todo el proceso.

En las imágenes que captaron a inicios de este año se observa un gran cráter con agua negra que brotó del pozo, mas el barro oscuro, originado por el movimiento de tierras que hicieron las máquinas excavadoras para dar con el origen de la pérdida.

Fuga de petróleo, caños rotos y un problema que se agravó


“Estuvieron hasta mediados de junio pasado sacando entre 4 y 7 volquetes con tierra contaminada todos los días. Se encontraron con caños del pozo rotos, podridos, que tienen más de 50 años. Comenzaron a cavar y el problema se agravaba cada vez más”, describió Ramírez.

Caños perforados que extrajeron durante la búsqueda de la pérdida. Norma Ramírez, propietaria de la chacra, dijo al pozo no le hacían mantenimiento, hasta que empezó a derramar.

Ante la consulta de Diario RIO NEGRO, la información oficial que dio YPF fue que apenas detectaron la fuga “se la contuvo y solucionó rápidamente”. Luego iniciaron las tareas de saneamiento, pero se demoraron “varios meses”, hasta junio de este año. Lo atribuyeron a “los constantes e injustificados impedimentos de los propietarios de la chacra, quienes frenaron permanentemente las tareas”.

No hubo una respuesta de la petrolera sobre la causa que generó la fuga, pero sí señalaron que el incidente quedó contenido dentro de la locación. “Así quedó demostrado con los monitoreos de suelo y de napas que realizaron los organismos provinciales, por lo que no existió ninguna afectación a las plantaciones y el superficiario realizó la cosecha con normalidad”.

“Es la pelea de David contra Goliat. Están todos entongados con YPF. Rebotamos por todos lados donde vamos con nuestro reclamo”.

Norma Ramírez, propietaria de la chacra «La Laguna».

Desde la otra vereda, Norma Ramírez indicó que “YPF le ofreció a mi marido comprarle la última cosecha completa. Si nos ofrecen eso para calmarnos, quiere decir que el daño que nos dejan será muy grande”.

Un derrame cerca del cauce del río Neuquén


La chacra se encuentra en un área ambiental sensible. A 800 metros del cauce del río Neuquén y a 200 de un brazo secundario que quedó desactivado. Allí la napa freática está alta, a unos 70 centímetros de profundidad, lo que eleva el riesgo de contaminación del agua.

El incidente petrolero en «La Laguna» reinstala el debate: ¿pueden convivir fruticultura e hidrocarburos en un área bajo riego?

Desde la Facultad de Agrarias vienen siguiendo estos incidentes y alertan que no se puede hacer petróleo y fruticultura a la vez en las zonas productivas.

De acuerdo a la información que aportaron a Diario RIO NEGRO todos los organismos del Estado, la fiscalía y la propia petrolera, la situación ya está controlada y no afectará a la napa. Desde el DPA también señalaron impedimentos de los propietarios para que sus técnicos realicen los muestreos semanales con los featrímetros.

Fiscalía pide que cesen con el hostigamiento o los detendrá


El jueves último, Albisu denunció en fiscalía que un supervisor de YPF quiso entrar a la chacra y él le exigió la planilla de ingreso. Dijo que el hombre se negó, chocó la tranquera con su camioneta y lo tiró. Desde YPF dieron otra versión: fue el productor quien agredió al empleado.

El martes la fiscalía les ordenó a Albisu, a Ramírez y al encargado que “se abstengan de realizar cualquier acto de hostigamiento en el ingreso de la locación”, caso contrario serán detenidos y sometidos a proceso judicial. Dispuso además una custodia policial en la entrada de la chacra.


«Los pozos petroleros no pueden estar en el Alto Valle»


Desde la facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad del Comahue alertan que la explotación petrolera se debe hacer solo en la meseta y no dentro del Alto Valle, por el riesgo de contaminación que implica para la napa freática.

El foco de la investigación que realizan en la Facultad de Ciencias Agrarias está en el Alto Valle y sus zonas productivas, para medir el impacto de la actividad petrolera.

“Los pozos no deben estar en las zonas productivas bajo riego, solo en la meseta, donde en caso de que se registre una contaminación, el daño sería menor”, indicó Agustín González, docente de la cátedra Climatología Agrícola en la facultad con sede en Cinco Saltos.

Explicó que el acuífero freático del Alto Valle es muy vulnerable: “Entre los cincuenta centímetros y el metro y medio de profundidad ya tenés el agua. Y cuando el petróleo entra en contacto con ella, la pluma se mueve para todos lados”.

Los docentes Agustín González y Laura Forni, junto al equipo de investigación que estudia el impacto de la actividad hidrocarburífera en la región.

Al referirse al caso del derrame de crudo en la chacra de Villa Manzano, señaló el riesgo que producen las fracturas petroleras en cercanías, ya que la meseta se encuentra a solo dos kilómetros. “La fractura es tan violenta, cien veces la de la presión atmosférica, y puede activar microfallas . Con ellas se generarían las roturas en los pozos preexistentes que están hasta cuatro kilómetros de distancia”, precisó.

Analizan con inteligencia artificial el impacto de Vaca Muerta


González y Laura Forni, científica del Instituto de Medioambiente de Estocolmo (SEI) con sede en California, encabezan un proyecto de investigación de Agrarias con el que se creó una plataforma de teledetección para hacer un seguimiento de la actividad del fracking. Con inteligencia artificial identificarán y analizarán -a través de imágenes satelitales e información local- las áreas de riesgo de la producción de hidrocarburos de la Cuenca de Vaca Muerta en el Alto Valle de Río Negro y Neuquén, para poder aportar al control o morigeración de la actividad.

La plataforma será presentada a fin de este mes.

Diario RIO NEGRO les envió un cuestionario para que expliquen el objetivo y alcances de su investigación y las que siguen fueron sus respuestas:

¿Qué estimaciones y análisis surgen de la investigación sobre el impacto de la producción petrolera en zonas productivas del Alto Valle?

La filtración de hidrocarburos de petróleo a través de las columnas del suelo es un aspecto muy importante a considerar en la preservación de la calidad del agua subterránea. Por ellas fluyen los desechos líquidos de varias fuentes. En el tema hidrocarburos, esas columnas pueden transferir desechos a los acuíferos de aguas subterráneas, en un proceso complicado que puede conducir a una contaminación que dure mucho tiempo o convertirse en una fuente constante de contaminación. Esta situación puede llegar a ser más grave si el el suelo está seco, porque más personas usan agua subterránea.

¿Qué sucede si se contamina un acuífero?
Los acuíferos contaminados se pueden restaurar, pero el proceso lleva un esfuerzo prolongado. Las técnicas para la remediación, si bien son valiosas, a menudo tienen limitaciones y son costosas. Por lo tanto, la estrategia fundamental para salvaguardar los recursos de agua subterránea radica en la prevención de derrames químicos en el ecosistema. Hay que enfatizar en la importancia de medidas proactivas para preservar la integridad de las fuentes de agua subterránea y de las actividades que dependen de ella.

¿Qué aportes surgen desde el ámbito académico y de la investigación regional ante la contaminación petrolera?

Estamos desarrollando una plataforma geoespacial, con acceso gratuito y a todo público, con datos de sensores remotos para generar indicadores socioambientales espacialmente explícitos. Dichos indicadores se basan en la cuantificación de riesgos (alto, medio, bajo) en contaminación de los recursos hidricos por la actividad hidrocarburífera. A su vez, utilizando imágenes de Planet (PlanetScope) y clasificación supervisada con algoritmos de IA, se puede identificar el cambio de uso de la tierra de vegetación agrícola o natural a plataformas de gas no convencionales entre los años 2017 y 2023.

¿Pueden convivir los pozos petroleros con la producción frutícola en los valles productivos?
La zona agrícola bajo riego del Alto Valle conjuga suelos aptos con materia orgánica, agua y clima apto, situación privilegiada en el mundo. Por ende, resultaría lógico que estas zonas sean protegidas para seguir generando alimentos a futuro. Hay varios artículos científicos que resaltan los riesgos de contaminación basados en las distancias entre el origen de la contaminación y el cuerpo receptor: “Cuanto mayor sea la distancia entre la fuente y el receptor, menor será la probabilidad de contaminación de las aguas subterráneas debido al aumento de los viajes de contaminantes… (EPA de EE. UU., 2016 citado en Loveless, 2019). Otros autores, como Qingmin Meng, 2015, establecen que las distancias menores de 1 kilómetro son determinadas como de alto riesgo; 1 a 2 km. de riesgo medio y 2 a 3 km. de bajo riesgo.
También son claves los aportes de los residentes. Algunos de ellos, dentro de la zona del Alto Valle, son reportes de zonas en donde la napa freática –agua libre- está muy próxima a la superficie la mayor parte del año entre 50 cm y 2 metros.

¿Cómo observan el rol de los organismo de control del Estado?
Las diferentes autoridades de aplicación son las que deben velar por el resguardo del ambiente y del agua, preservando la calidad de los recursos y la salud de las personas. También son estas instituciones las que deben comunicar a la sociedad los incidentes que ocurren y como los están remediando. Desde la Universidad y centros de investigación podemos aportar algunas herramientas técnico científicas para poder lograr un ordenamiento territorial que tenga como base el bienestar social y ambiental.


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