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Un parto nunca antes visto: Neuquén tuvo su primera experiencia con lengua de señas

La madre es sorda y, gracias a la capacitación del equipo, pudo realizar todo el proceso sin intérprete. Ahora quieren que la modalidad se difunda.

Una mujer a punto de parir mira su obstetra y al equipo cuando le explican lo que están haciendo y lo que va a suceder. La escena, que puede parecer la más obvia del mundo, no era tal cuando la persona en la camilla era sorda, pero gracias a profesionales del hospital Heller eso está empezando a cambiar. En marzo atendieron el primer parto con comunicación con lengua de señas de Neuquén.

Detrás de este paso de inclusión para el Sistema de Salud está la licenciada en obstetricia Eli Puentes. Por motus propio había empezado a aprender Lengua de Señas Argentina (LSA) con la Asociación de Sordos de Neuquén. La pandemia le presentó la oportunidad para retomar la capacitación, esta vez de forma virtual.

Anteriormente, en el hospital habían atendido «consultas de usuarias de nuestra comunidad con alguna dificultad para oír, como se pudo, con señas básicas o la ayuda de algún familiar», recordó. En las clases virtuales se encontró con mujeres que comenzaban sus controles prenatales y una idea se le hizo clara: se tenían que capacitar ella, su equipo y todo el Heller.

Equipo completo: desde el centro de obstetricia impulsan la capacitación en lengua de señas. Foto: Florencia Salto.

Comenzaron las gestiones y la respuesta fue un curso organizado por Provincia junto al Municipio. La propuesta se difundió a todo el personal, pero solo obtuvieron seis cupos. Quienes ocuparon los puestos fueron casi todas mujeres: Mirna, la secretaria del centro obstétrico; Victoria, Georgina y Roxana, tres enfermeras también de este centro; una secretaría del área de imágenes, un secretario del laboratorio. Antes ya se había sumado una secretaria del sector internación.

Puentes indicó que aún son muchas las áreas que esperan la capacitación, no solo en el centro obstétrico, sino de otros como internación materno infantil y odontología. La ventaja de este tipo de cursos para organismos públicos es que se brindan en «tiempo institucional» y tienen instancias prácticas, puntualizó la obstetra.

Aclaró que en ningún caso quienes se capacitan se convierten en intérpretes porque esta tarea implica una formación y práctica más compleja. Lo que se busca es que profesionales, personal que está en sectores de atención al público y la comunidad del hospital pueda contar con herramientas para tener una comunicación directa con la persona sorda.

En esta época donde hablamos de inclusión, de atención integral, de derechos, de cumplimiento de derechos, esto no es un tema menor»,

resaltó la licenciada en obstetricia Eli Puentes.

El primer parto


Puentes contó que forma parte del equipo del hospital Heller desde el 2014 y le tocó atender varios partos de mujeres que tienen dificultades para escuchar. En dos casos, tenían audífonos y «no era tan difícil la comunicación». Sin embargo, en los dos últimos nacimientos las mujeres no oían y solo hablaban en lengua de señas. Esto se convertía en una barrera a la hora de poder explicarles qué iba a pasar, qué les iban a hacer o responder a sus consultas. La situación obligaba a sumar a otra persona, que actuaba como intérprete.

La obstetra Eli Puentes fue la impulsora de la capacitación en Lengua de Señas Argentina. (Florencia Salto).-

La traba no solo está en la sala de partos, sino también en otras instancias que atraviesan las personas gestantes dentro del hospital, como las consultas ginecológicas y el asesoramiento para la planificación familiar, lamentó la obstetra.

Un poquito de todo eso cambió la madrugada del 5 de marzo pasado, cuando Elizabeth y Walter llegaron a la sala de partos. Estaban por vivir el nacimiento de su tercera hija y, por primera vez, serían los protagonistas totales.

Durante los dos partos anteriores de Elizabeth, fue su mamá quien tuvo que acompañarla para poder interpretar lo que le decían los profesionales. Gracias a la capacitación, desde los controles de embarazo la pareja pudo tomar todo el proceso en sus manos, sin precisar asistencia, gracias a la comunicación directa.

Fueron los mismos Elizabeth y Walter quienes aceptaron felices que su historia (y foto) se difundieran en RÍO NEGRO, como una forma de marcar la importante diferencia que habían transitado y enfatizar en la necesidad de una capacitación que alcance a todo el personal de salud.

Esa madrugada los recibieron, además de Eli, Gaby Ravalle, Gaby Mellado y Elson Tapia. Desde el equipo reflexionaron: «la deuda es grande todavía porque la comunicación, si bien tenemos señas universales como la cara de dolor o la contracción que se pueden interpretar, falta la fluidez con la que podríamos haberlos acompañado mucho mejor».

El primer paso está dado, pero, entienden los profesionales, el camino a recorrer es largo aún.

Elizabeth y Walter transitaron el parto comunicándose con lengua de señas. (Gentileza).-

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