Soldado Jorge Águila, neuquino caído en Malvinas


Oriundo de Paso Aguerre, murió en la Operación Georgias el 3 de abril de 1982, cuando el helicóptero Puma que lo transportaba fue atacado por ingleses.


Un 2 de abril de 1982, la dictadura cívico-militar que gobernaba de facto nuestro país inició el desembarco de tropas en las islas Malvinas, bajo dominio inglés desde 1833.

Entre los muchos caídos hubo un neuquino, el soldado Jorge Néstor Águila, oriundo de Paso Aguerre, muerto en combate en la Operación Georgias, en el archipiélago de Grytviken, el 3 de abril de 1982, cuando el helicóptero Puma que lo transportaba fue blanco de los disparos ingleses: fue el primer neuquino caído en el Conflicto del Atlántico Sur.

Jorge fue uno de las tres muertes en la recuperación de Grytviken por parte de la Armada Argentina, junto al cabo Patricio Guanca y los conscriptos Mario Almonacid y nuestro mencionado soldado.

Por sus acciones en combate, el soldado Águila fue condecorado con la Medalla al Muerto en Combate y declarado «héroe nacional».

La Punta Águila en la isla San Pedro del archipiélago de las Georgias del Sur homenajea su memoria y su nombre.

El 3 de abril de 2012 se inauguró el museo Jorge Néstor Águila, en su tierra natal, construido en su consideración y a los veteranos y demás caídos en el conflicto: exhibe objetos personales y de combate de Jorge, además de recuerdos de la guerra.

En la localidad de Cutral Co, una plazoleta lleva su nombre. Su figura y su memoria fueron objeto de un libro titulado El Moncho, además de poesías de autores como Marcelo Berbel. Para esta carta, lo recordamos con una pieza que le escribió María Castaño de Raone; y con una foto de Jorge cuando concurría a la primaria que la autora me diera para compartir: Jorge es el octavo de izquierda a derecha, en la fila parados.

Al soldado Águila

Un águila/ sin poder regresar.

Su gran vuelo no fue en vano/ como el de muchas águilas más/ No olvidaremos este esfuerzo/ Fue por la libertad.

Gracias soldado Águila/ No hay con que pagar/ el vuelo emprendido/ Hasta lograr su propia paz.

Varios cientos de águilas/ tuvieron el mismo final/ no las olvidaremos nunca/ la patria las ha de recordar.

La vida que dieron/ todos por igual/ En diarios y revistas/ en el museo están.

Atesoramos en un cofre/ tierra y esquirlas del monte London/ que Fernando nos donó/ en recuerdo de la guerra/ que en esa zona se libró.

María Castaño de Raone escribió esta poesía en 2018: atesora en un cofre diarios y revistas resguardados en el Museo que creó junto con su esposo Mario Raone para recordar a nuestros habitantes primitivos, nuestra historia, con mapas, ilustraciones, fotografías, todo tipo de utensilios encontrados en estas tierras, y que Mario y Mary saben recrear en cada visita, dándoles vida a través de la rememoración.

Raone participó en la confección de la Primera Parte del Genoma de la provincia neuquina “Línea del tiempo en la ocupación del espacio neuquino” auspiciado por el Consejo Federal de Inversiones. La tarea de su esposa, María Castaño, también ha sido reconocida por el Concejo Deliberante Neuquino en Noviembre de 2018, al declararla Vecina Destacada por su contribución a la cultura.

Vaya este recuerdo para el soldado Águila y su memoria a través de dos destacados miembros de nuestro acervo cultural, histórico y social. Que nos sirva para recordar a nuestros soldaditos, enviados a luchar una contienda injusta y desigual, y para que jamás vuelva a tener lugar otra Guerra de Malvinas en nuestro país.


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