El peligro de los filtros: un estándar de belleza que causa mucho daño

El surgimiento del efecto “Bold Glamour” en TikTok reavivó el debate sobre este tipo de filtros. Lo que pueden generar en sus usuarios y la discusión sobre inteligencia artificial.

Los filtros de belleza en redes sociales existen ya hace varios años. Aparecieron hace tiempo, con muchas limitaciones y una finalidad más bien humorística, en forma de filtros graciosos que deformaban el rostro o alteraban la voz; pero fueron evolucionando a la precipitada velocidad de la tecnología. En la actualidad, esos mismos filtros son prácticamente perfectos. Y funcionan a tal punto que ya ni siquiera se alteran ante el movimiento en la cámara, o a la superposición de alguna imagen por encima.


A medida que estos filtros se van volviendo cada vez más detallistas, crece también el efecto que generan. Y si bien mucha gente la usa para diversión, es fundamental poner bajo el foco el costado peligroso de esta herramienta. Porque, no está de más aclararlo, muestran una imagen que no es real. Es un momento artificial, una suposición, una función que nos dice que así podría verse algo pero que, todos sabemos, solo se ve a través de la pantalla.

La última polémica surgió tras la aparición del filtro Bold Glamour en TikTok, un filtro que “maquilla” a sus usuarios hasta convertirlos casi en modelos o figuras de Hollywood. Y eso puede causar más de un inconveniente en varios niveles.

“Los filtros de las redes sociales pueden generar la ilusión de tener algo que generalmente se logra con tratamientos estéticos y/o cirugías. El problema de esto es que la ilusión es considerada una distorsión cognitiva que dista bastante de la realidad, entonces lo que comienza a pasar es que entre la idealización y la realidad hay un trecho de frustración importante”, explica Julieta Vicens, Licenciada en Psicología (MP 2190).

Pero, ¿cuál es la repercusión que trae esto a la vida cotidiana de los usuarios afectados? “Se manifiesta en la insatisfacción: nada alcanza. Hay poca tolerancia a la frustración, un mal concepto de si mismo, porque el filtro como ilusión nos hace ver algo que después, al mirar en el espejo, está bastante alejado. Y a la vez esto genera una nueva expectativa de poder lograr lo que el filtro genera. Es una lucha constante entre la imagen deseada y la real y posible”, añade.

@joannajkenny DON’T USE THIS FILTER ⚠️ This is the viral filter everyone is using rn. Tell me honestly, have you ever not shown up irl because of how you’ve misrepresented yourself on social media? If so, you’re not alone ❤️‍🩹 You deserve to live a full and happy life without worrying about how you look doing it 💅 #poresnotflaws #boldglamour #beautystandards #beautystandardsarefake #bodyimagemovement #bodyimagehealing #joannakenny #toxicbeautystandards #skinconfidence #skinconfident #nofilterchallenge #fyp2023 ♬ original sound – Joanna Kenny


La influencer @joannajkenny subió un video a la plataforma utilizando el filtro y aseguró que “no creo que mi cerebro sepa cómo lidiar con verme así un minuto y luego esto al siguiente”, mientras desactivaba el filtro y dejaba ver su cara real. Dicho vídeo tuvo más de 8 millones de visitas y casi medio millón de likes, y es un ejemplo claro de lo que este efecto puede generar. Además, lo subió acompañado de un texto que reza que “este filtro debería venir con una advertencia”.

Cada vez pasa más que jóvenes muy jóvenes quedan maravillados/as por un filtro de TikTok y acuden a un cirujano plástico para consultar la posibilidad de alcanzar ese objetivo. Hay numerosas investigaciones que han confirmado el efecto adverso que este tipo de filtros pueden tener sobre los usuarios de redes, pero no hay aún regulaciones sobre su uso. Y, a riesgo de sonar pesimista, no parece que vaya a haberlas por un largo tiempo.

Esta situación ha llevado también a que la apariencia sea un tema a tratar en espacios de psicoanálisis. Así lo asegura Vicens, quien cuenta que “en terapia solemos trabajar sobre las expectativas y lo que le depositamos en realidad a los estándares de belleza. Muchas veces descubrimos que en realidad no queremos ese ideal, sino que queremos estar en proceso de llegar a ese ideal. Es decir, la galletita es más rica cuando la imagino que cuando realmente la como”.

En relación a esto, la psicóloga explica que “muchas personas caen en un pensamiento absolutista y dicen cosas como ‘cuando yo obtenga tal imagen’ voy a salir más, y así dejan de hacer cosas con la excusa de que les falta algo, total ahora están en proceso. Esto, a su vez, los protege de manera inconciente de responsabilizarse y salir del lugar de donde están. En mí experiencia, las personas que logran a un costo elevado conseguir la meta, luego traen otro tipo de malestar porque el problema no es el estándar de belleza. Ese es el síntoma, pero no la causa”.


Julieta piensa también en las alternativas que hay para tratar esta problemática, partiendo desde la base de que “estamos en una sociedad de consumo en donde todo el tiempo somos bombardeados por estímulos y siempre hay algo mejor y más nuevo, lo que favorece aún más el sentimiento de insatisfacción”. En este sentido, recomienda por un lado “trabajar los mecanismos profundos de insatisfacción en un espacio terapéutico”, y por otro, “en el último tiempo surgió un movimiento que lejos de romantizar el ‘amor propio’ propone una postura neutral, es decir, no ‘amar’ tu cuerpo sino simplemente no odiarlo. Yo agregaría además aceptar ‘lo posible’ y dejar de pelear contra uno mismo. Es decir, esto es lo que me gustaría versus esto es lo que puedo, enfrentar aquellos aspectos nuestros que no nos agradan y ver qué podemos hacer con ellos en vez de pelear en su contra”.

Para el cierre, la psicóloga asegura que “el camino de la reparación viene desde el interior y no desde el afuera, es decir brindarnos nosotros mismos aquello que esperamos que nos de la imagen que deseamos. Entender que la imagen es un aspecto más de nosotros, pero no el único”.


La polémica respecto a la IA



Desde TikTok se negaron a difundir cuál fue la tecnología utilizada para desarrollar el filtro, que sorprende por su realismo. Desde el medio especializado The Verge explicaron que la empresa ignoró los mails en los “que se pedía confirmación sobre si se está utilizando inteligencia artificial”, algo que muchos expertos comienzan a sospechar pero que aún no fue confirmado.

“A diferencia del filtro de belleza tradicional, que superpone una malla facial en una pantalla 2D con un mecanismo de seguimiento facial, este nuevo filtro procesa la propia imagen de la cámara comparándola con un conjunto de datos de otras imágenes y luego regenera los píxeles”, explicó Luke Hurd, consultor de realidad mixta con experiencia en la creación de filtros TikTok, en diálogo con Business Insider.


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