Tiran al aro de la inclusión

Un grupo de profesores de educación física, encabezan desde este año la enseñanza y la práctica de básquet en niños, niñas y adolescentes de distintos establecimientos con el objetivo de contenerlos en el deporte y generar futuros talentos.

Los lunes y viernes se dictan clases en el Salón de usos Múltiples (SUM) de la Escuela Especial N° 22

En Viedma se está de fiesta. Es que comenzó a fomentarse, en la modalidad básquet, el deporte inclusivo como fuente de salud para un vasto sector de la comunidad que no tenía oportunidades.

El técnico de básquet Dardo Echepare, junto a otros colegas y profesores de educación física, encabeza desde este año la enseñanza y la práctica de ese deporte en niños, niñas y adolescentes de distintos establecimientos con el objetivo de incluirlos en el deporte y -si los resultados acompañan- generar futuros talentos, en el Valle Inferior.

“¿Quien dice que nosotros no podemos llegar a armar una liga municipal de básquet para poder competir con todos estos chicos?”, pregunta el profesional.

Los chicos y los papás están fascinados, juegan mezclados (mixto), y noto que hay una alta participación porque les gustó.

Noelia Almirón, directora de la Escuela Especial 22.

Con el respaldo del gobierno provincial desde el club San Martín de Viedma, se logró incorporar cinco entrenadores y se consiguió acceder al gimnasio municipal de San Javier, donde más de 60 niños y adolescentes tuvieron la oportunidad de participar de las primeras clases gratuitas.

La organización también cuenta con el acompañamiento de la Escuela Secundaria de Formación Agraria (ESFA) ubicada en la colonia agrícola del Valle Inferior, cuyos integrantes construyeron las estructuras que sostienen los tableros y los aros correspondientes.

“La participación de los chicos es tan grande que los materiales que tenemos no nos alcanzan y realmente hemos llegado a lugares que no pensábamos, con la alegría tremenda de poder realizar esto”, dijo el técnico.

Echepare aseguró que “podemos hacer algo paralelo a la Asociación de Básquet local para que después nos podamos nutrir de los talentos que vayan surgiendo de estas instituciones, y sumarlos a la parte federada”.

La Escuela de Formación Agraria (ESFA) construyó los aros

En la vecina localidad de San Javier entre otros niños y niñas, alumnos de 16 y 17 años de edad son los que se encuentran participando. “Vemos que hay mucha demanda y eso nos pone muy contentos porque la verdad uno a veces cree que a los chicos a esa edad no les interesa, pero sin embargo nos vimos sorprendidos por su reacción”, afirmó.

Asimismo, los lunes y viernes se dictan clases en el Salón de usos Múltiples (SUM) de la Escuela Especial N° 22, a unos 35 alumnos de distintas edades que pertenecen a esa institución.

El instructor asignado a este establecimiento educativo, Santiago Quiñones, destaca que desde las primeras clases “a los chicos los veo contentos e incluso en una reunión con los padres, éstos transmitieron que muchos nenes expresan que les gusta esta actividad, y que han mostrado ganas de ir a los clubes a practicar”.

En ese intercambio, el profesor les puso como ejemplo que tanto en San Martín como en Sol de Mayo, están practicando unos pocos niños, e incluso “el profesor Damián Sarramone de San Martín les dio una charla al grupo de Premini para fomentar el compañerismo”.

La experiencia de la escuela especial lo lleva a Quiñones a redoblar esfuerzos, pues si bien los mayores entienden las consignas, a los más pequeños se les ofrece una rutina distinta.

Noelia Almirón, por su parte, es la directora de la Escuela Especial 22, y entre bandejas y tiros al aro desde corta distancia, ya nota un cambio de clima en el establecimiento educativo ubicado en el barrio Zatti de esta capital.

Dice sentirse “re-bien, y por eso acepté la propuesta”. Este vínculo de extensión del club San Martín hacia la comunidad educativa es para ella muy positivo.  “A nosotros nos interesa ya que los chicos necesitan estímulos relacionados con la actividad física, sea con básquet, natación o atletismo”, concluyó.

En la Escuela 22 hay menos conflictos

La búsqueda de un mejoramiento en la condición física, según interpreta la directora Noelia Almirón “ha provocado menos conflictos o peleas entre ellos” y esto se agrega que “siempre  proponemos actividades para que estén entretenidos”.

Noelia confiesa que “al estar estimulados, con variedades de propuestas, se pueden hacer negociaciones. Si quieren ir a jugar al básquet se tienen que portar bien”.

Esa escuela reúne el deporte algunos pergaminos. El año pasado, una alumna compitió en Perú en atletismo.

Como esta situada en un humilde barrio, y gran parte de la comunidad educativa carece de recursos, desde las autoridades se agotan las instancias para que haya igualdad de oportunidades.


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