Un ascensor de hospital que no anda

Los elevadores del Castro Rendón arrastran un historial de problemas. En los pasillos del nosocomio se recuerdan cotidianamente anécdotas. Desde traslado de urgencias hasta la entrega de viandas, todos tienen algo para contar.

Los ascensores del principal hospital de la provincia, el céntrico Castro Rendón, no parecen ser del todo “amigables” con los pacientes, familiares y personal que trabaja en el lugar. Como un mito urbano, sobran las historias de personas que se quedaron encerrados hasta más de 40 minutos. Incluso en situaciones de urgencias con pacientes entrando o saliendo de quirófano.

Pero parece que todo eso podría quedar atrás. Desde la dirección del nosocomio anunciaron que se licitará la compra de nuevos ascensores.

“Tuvimos una experiencia con un paciente que llevábamos de urgencia al quinto piso, que iba entubado a terapia intermedia. Y en el segundo piso que está neonatología está sellada la puerta, el ascensor no tendría que parar ahí, y ese día paró en ese piso, y con un compañero tuvimos que romper el durlock que tapaba para poder llevar al paciente”, contó el camillero Jesús Rosales sobre una de las situaciones que pasó por el mal funcionamiento de los medios de elevación.

Al igual que cientos de trabajadores del hospital, Rosales cuenta que usa con frecuencia los cuatro ascensores del Castro. Pero reconoce que “ninguno anda bien” y marcó que la situación empeoró en los últimos seis meses. Los fines de semana dijo que son los días que andan con mayor irregularidad. “Es terrible, no se puede trabajar”, describió y remarcó que debe mejorarse ya que se trabaja con pacientes.

“El que anda mejor es el de Pediatría y ahí subimos solamente un piso para llevar a los pacientes a rayos”, mencionó. El camillero, que está desde 2007, contó que uno de sus compañeros hace dos semanas “se quedó encerrado en dos turnos siete veces en un ascensor”.

“Ya hicimos denuncias por pacientes o trabajadores encerrados. Inclusive hace más de un mes pasó que un paciente que salía de quirófano y quedó encerrado con el camillero 40 minutos. Salían del primer piso y tenían que ir al cuarto”, comentó Juan Millapán, delegado de ATE del hospital Castro Rendón.

Millapán manifestó que si bien “lo que ocurre con los ascensores es que está privatizado el mantenimiento” el personal de mantenimiento del hospital tiene que hacerse a veces “cargo de algo que se paga a una empresa privada”.

Reconoció que hay uno de los equipos que funciona bien pero recordó las épocas donde hubo momentos del día en los que “no funcionaba ningún ascensor”.

Las historias de pacientes y profesionales que se quedaron atrapados son reiteradas en los pasillos del hospital, sin embargo más que respuestas lo que se cosecha son frases de resignación.

En números

Con carteles improvisados se advierte que “no funciona”.
Yamil Regules

Licitan nuevos equipos

Adrián Lammel, director del hospital explicó que hay siete ascensores más un montacarga y “los problemáticos son cuatro”.

Comunicó que se hará una licitación para adquirir nuevos ascensores. “Se comprarían 4 ascensores más un quinto que se va a poner como un montacarga externo de seguridad y que pueda utilizarse si hay un bloqueo en los otro cuatro ascensores”, anunció Lammel.

La necesidad de renovarlo viene porque todos tienen un uso permanente y “son ascensores que incluso van quedando chicos para la aparatología que viene”.

Datos

7,5 millones
de pesos es el monto estimado para adquirir e instalar los nuevos ascensores. Se colocarían en etapas.

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