«Un crimen impune es un crimen no investigado»

SAN MARTIN DE LOS ANDES (ASM).- «Un crimen impune es un crimen no investigado», dijo uno de los fundadores de la Comisión de Familiares de Víctimas de Crímenes Impunes, Miguel Asad, quien se reunió aquí con Mirta y Miguel Ciccioli, los padres de «Nati», quien desde hace nueve años bregan por encontrar a su hija, desaparecida en un hecho no esclarecido y que conmocionó a los sanmartinenses.

Precisamente, la familia Ciccioli se constituirá en nexo local de la Cofacri, que funciona con sedes en Bahía Blanca y Capital Federal.

La casa de los Ciccioli fue el lugar de encuentro entre Asad y otros familiares de víctimas de casos no resueltos aquí, quienes impusieron al abogado de los alcances y características de los distintos hechos.

Asad analizó en particular el caso «Nati», como se lo conoce aquí, y advirtió sobre distintas líneas de investigación no profundizadas por la justicia, en sintonía con lo que la familia Ciccioli viene sosteniendo desde hace años.

El representante de la Cofacri dijo que «un crimen impune es, en la inmensa mayoría de los casos, un crimen no investigado debidamente».

«El descuido en la etapa inicial de la investigación y la escena donde se desarrollaron los hechos, la falta de voluntad o de idoneidad profesional, las pérdidas de tiempo en la selección de los datos y las hipótesis de trabajo, la falta de medios adecuados para desarrollar la tarea investigativa, la falta de una adecuada inteligencia sobre la información recogida, pueden contribuir a que alquien que ha delinquido quede impune y que la justicia no llegue a los justiciables», dijo Asad a la radio Axis y a este diario.

Asad enfatizó que «la gente no confía en la justicia, no está conforme con la forma en que la justicia actúa, y e una cuestión capital a resolver, porque hace a la salud mental de las personas pero también a la salud social de una comunidad».

También subrayó, a modo de ejemplo, que en el Código Procesal Penal de Buenos Aires «hay 400 artículos, pero sólo 10 están relacionados con los derechos de las víctimas», lo cual revela «la desprotección y la desproporción que hay en ese sentido».

Sin embargo, señaló que «para esclarecer un hecho no se necesita valerse de métodos reprochables, de confesiones arrancadas con estilo inquisitorio, porque además de ser algo condenable, sería un flaco favor para las víctimas, para la necesidad de justicia, y para la búsqueda de la verdad objetiva».

El abogado dijo que «es imprescindible que las personas, la policía, los fiscales, los jueces, cumplan con idoneidad la labor que les ha sido encomendada», y recordó que «esa es la primera acepción de la palabra honor que nos entrega la Real Academia de la Lengua Española…», dijo.