Un «encierro» con Dennis Rodman a la cabeza

El jugador fue la nota exótica

PAMPLONA (España) (DPA).- Al menos 45 personas resultaron ayer heridas de diversa consideración en el primero de los siete «encierros» de toros en la fiesta de San Fermín, que cada año por estas fechas se celebran en Pamplona, Navarra, en el norte de España, informó un portavoz de la Cruz Roja española.

Ocho de las víctimas tuvieron que ser hospitalizadas temporalmente por diversas contusiones, roces o heridas después de que fueran zarandeadas por los toros en alguna parte del recorrido por las estrechas callejuelas de la urbe. Entre los ocho heridos, ninguno de los cuales tuvo que ser internado, hay tres estadounidenses, un francés y un sudafricano, informan medios de prensa españoles.

Cada mañana son liberados en las calles seis toros y centenares de corredores, con un simple periódico enrollado a modo de bastón, corren a su lado en dirección a la Plaza de la urbe, donde son sacrificados en una corrida nocturna. La tradición se hizo mundialmente famosa gracias a la novela «Fiesta» del escritor norteamericano Ernst Hemingway, de 1926. Cada año acuden a Pamplona miles de aficionados y curiosos.

Ayer la nota curiosa fue puesta por el excéntrico jugador de baloncesto Dennis Rodman, quien volvió a hacer de las suyas al correr el primer encierro. La ex estrella del baloncesto, de 43 años, nunca llegó a estar cerca de los toros, pero sus 2,03 metros y su espectacular imagen destacaron por encima de los otros cientos de corredores. «Me lo pasé muy bien, hubo golpes, choques con la gente. Fue toda una experiencia», agregó el que fuera múltiple campeón de la NBA con los Detroit Pistons y los Chicago Bulls. Rodman se aventuró por el legendario recorrido por las estrechas calles de Pamplona por un buen motivo: reunió dinero para luchar contra la esclerosis múltiple.

Con el lanzamiento del «chupinazo» (cohete pirotécnico) desde el balcón del Ayuntamiento de Pamplona, comenzaron el martes los Sanfermines.

Decenas de miles de personas con pañuelos rojos se reunieron en la pla-za consistorial de la ciudad del norte de España para el inicio de las fiestas dedicadas a San Fermín, que durarán hasta el 14 de julio.

El júbilo estalló cuando a las 12:00 en punto sonó el grito de guerra «Pamplonesas, pamploneses, viva San Fermín, gora San Fermín», en castellano y vasco, emitido por el concejal socialista Jorge Mori.

A las 204 horas ininterrumpidas de fiesta se espera la asistencia de dos millones de visitantes de todo el mundo, lo que supone diez veces la cifra de habitantes de Pamplona. Por primera vez en ocho años, el verano pasado un hombre murió a causa de uno de los encierros. Fermín Etxeberría, de 62 años, oriundo de Pamplona, fue derribado por un toro, sufrió fractura de cráneo y falleció diez semanas después.


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