Un pedacito de Nápoles en la capital neuquina

Pizzas hechas en horno a leña con sabores que viajan directamente a Italia.

Un pedacito de Nápoles en la capital neuquina

Pizza italiana en horno a leña en el centro neuquino. Un sitio para ir y volver todas las veces que haga falta.

Hay mil cosas escritas sobre la pizza. Nada que yo agregue o cuente en esta crónica quizá haga que te guste más o menos.

La pizza gusta, en la mayoría de los casos mucho. Tengo amigos y gente conocida que comería todos los días pizza. Desayunaría, almorzaría, merendaría y cenaría pizza.

Valu en pleno amasado.

Mis tíos y primos y los hijos de éstos que viven en Cagliari en la isla de Cerdeña, Italia comen una pizza cada uno en esa familia numerosa, es una mesa llena de pizzas. Cuando las compran generan todo un ambiente de plan organizado y divertido. La pizza en Italia no es joda, es una gran comida. Sino preguntale a Miguel Ángel, a Pavarotti o a las tortugas Ninjas, difícil en los tres casos, pero seguro te dirían que si.

Hace algunos años en Neuquén desembarcó Carusi, con un señor llamado Valu que se trajo un par de años de experiencia de Catania y una fórmula muy interesante de pizza italiana. No hay pizza italiana en kilómetros a la redonda, no la hay, de verdad. Hay otras muy buenas, muy ricas, pero no napolitanas como la de la pizzería Carusi.

Valu tiene un horno a leña, un horno italiano, porque los italianos son capos también de los hornos. De la pizza y de los hornos, tanos capos. Te dan de morfar y te dicen cómo cocinar.

El horno de Valu, más su receta, más los productos hacen la pizza increíblemente deliciosa. Es alimento, es pan, es burbuja, es oliva, mozzarella, albahaca, una salsa muy bien diez y una grata experiencia.

El tiempo entre que mete los bollos y saca la pizza es un chasquido de dedos. Con pala y el termómetro superando los 400 grados la gimnasia de Valu es ir rotándolas cada una determinada cantidad de segundos que no pasan de un minuto. Esponja crocante, con un piso increíble y un sabor bien logrado.

El horno supera los 400 grados para cocinar.

El horno Alfa parece una rocola. Valu pincha discos, también pincha cerveza. Dos canillas de cerveza artesanal Aerts, muy belgas, y un mesón con varias banquetas forman el plan perfecto para pasar, comer e irse.

Valu hace pizza napolitana, que fue nombrada patrimonio de la humanidad no hace mucho.

Hay 16 variedades de pizza. La margarita sencilla y despojada es la puerta de entrada al mundo Carusi. Salsa de tomate, mozzarella (150 gramos) albahaca y parmesano.

No se hacen pizzas ½ y ½.

Info:

Ministro González 146 – Neuquén / 299-570-4802

Abierto de 20 a 23.30 los lunes / martes / miércoles / viernes /sábado / domingo #Jueves cerrado.


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