Un sueño en guardapolvos que lleva más de medio siglo

76 años atrás, un grupo de alumnos de la Primaria 16 fundaba Estudiantes Unidos. Hoy es una de las instituciones más importantes de la ciudad que lleva contención a través del deporte.

Los pasillos de la Escuela Primaria 16 todavía guardan aquellas primeras conversaciones en las que un grupo de chicos, con más pasión que certezas, comenzaron a imaginar un rincón propio. Fue cuestión de tiempo para que algunos maestros se sumaran a ese sueño y ayudaran a crear el club de los estudiantes.

Todavía con sus guardapolvos puestos, el 27 de abril de 1941 los socios fundadores dieron el puntapié inicial de una de las instituciones deportivas más importantes de la ciudad. Lo que siguió fue resultado del mismo entusiasmo.

En los 60 se lograron obtener las tierras en las que cientos de chicos acuden cada tarde para jugar. Fútbol, hockey, taekwondo, y en otras épocas boxeo y básquet. No importa demasiado a qué, la idea del club es abrir un espacio de contención para inculcar valores a través del deporte.

“Hablamos mucho con los chicos”, comenta el presidente de Estudiantes Unidos, Gastón Burlón, sobre el trabajo que llevan adelante los colaboradores de cada disciplina. Son más de 600 los niños y jóvenes que caminan por los pasillos y van de una cancha a otra. Cada uno llega con una realidad distinta.

Para Burlón, quien reconoce que llegó al club por su hijo pero terminó haciéndose “hincha”, lo importante es ser profesionales. La comunicación con los chicos es uno de los estandartes que sostienen y por eso la necesidad de hacer un seguimiento con cada uno de ellos, en especial los que fueron becados.

“Copiamos de los clubes grandes lo más que podemos”, dice y se muestra contento por un convenio con un grupo de médicos con los que podrán brindar asistencia a los chicos que no cuentan con obra social.

A su lado está Carlos Di Franco. Exjugador de Estudiantes y ahora integrante de la Comisión Directiva. “Tratamos de ayudar, de dar lo que más podamos en forma gratuita”, asegura antes de remarcar la importancia de formar una “gran familia” entre todos los que llegan al predio de 25 de Mayo y John O’Connor.

Por eso no resultó extraño que durante la Bariloche Cup, un torneo infantil, los jugadores de la Primera fueran a ver a los más chicos, o que sean ellos quienes se sumen a los entrenamientos de las inferiores para dar algún que otro consejo para mejorar el juego.

A punto de cumplir 76 años, el club todavía recibe el acompañamiento de seguidores históricos. Son alrededor de 250 y cada uno paga una cuota social de $ 30. Es simbólica pero sirve de ayuda para mantener una infraestructura única en su tipo.

Figuras

En Estudiantes también hay vitrinas para trofeos y hasta lugares asignados para sus deportistas destacados. Este es el caso del defensor de Vélez Sársfield Fausto Grillo, quien surgió del Bruno Tarrini y ahora su camiseta adorna una de las paredes del salón de reuniones.

También hay buenos recuerdos de Daniel “el Pampa” Gómez, quien ahora defiende los colores del Zulia en Venezuela y juega la Copa Libertadores.

En hockey se menciona a Patricia Josa, exarquera del seleccionado argentino de hockey pista, y se hablan maravillas de Ivana Vera, elegida mejor jugadora del último campeonato argentino.

La cancha

El fútbol es el deporte rey. En Estudiantes saben que es así. Y por eso se le da tanta importancia al estadio. El cuidado del césped, el cambio de alambrado y las nuevas tribunas hacen que sea la única cancha, propiedad de un club, habilitada para torneos federales.

La dirigencia sueña con el proyecto de hacerla sintética. Permitiría utilizarla más tiempo (se clausura durante el invierno) y lograr algún ingreso económico extra. Una inversión a futuro que se mira de reojo.

“Cuando te involucrás en esto lo hacés por todos los chicos”, asegura Burlón sobre un camino con destino centenario.

En números

El plantel de 1991 tiene un lugar privilegiado en la historia de Estudiantes. Fue el equipo de Bariloche que más lejos llegó en un Torneo del Interior.

“Tratamos de darles (a los jugadores) lo mejor que podemos, para que lleguen lo más arriba posible. Son el reflejo de los más chicos”.

Gastón Burlón, presidente del club Estudiantes Unidos.

Datos

600
es el estimativo de chicos que practican algún deporte en el club. Hay listas de espera por la falta de espacio.
El plantel de 1991 tiene un lugar privilegiado en la historia de Estudiantes. Fue el equipo de Bariloche que más lejos llegó en un Torneo del Interior.
“Tratamos de darles (a los jugadores) lo mejor que podemos, para que lleguen lo más arriba posible. Son el reflejo de los más chicos”.

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