Una casa para recibir a los enfermos y su familia

Está en Cipolletti y fue ideada para contener a pacientes y su entorno. A pesar de que es el ámbito ideal, no siempre los derivan allí. Se quejan los afiliados al Ipross bajo tratamiento oncológico.

CIPOLLETTI .- «¿Sabe lo triste que es estar en una habitación de hotel, lejos de la familia y a veces con muy poco dinero para la comida y los gastos?. Nosotros no somos cualquier enfermo. Tenemos cáncer» dijo una paciente en tratamiento oncológico, quien junto con otras personas provenientes de puntos distantes de Río Negro estuvo primero en un hotel y ahora permanece en la Casa de Salud, sita en 25 de Mayo 254, un lugar especializado para la atención y orientación del enfermo en tránsito -en este caso oncológico- que recibe algún tipo de tratamiento en cualquiera de los centros asistenciales cipoleños.

Sin ningún atisbo de cabello y con la cara crispada por la preocupación la mujer -empleada pública, oriunda de la zona andina y con el servicio del Ipross- dijo que para un tratamiento imprescindible en un centro de alta complejidad de Cipolletti la obra social, al parecer sin ninguna consulta, la envió al hotel, obviando averiguaciones sobre si había o no lugar en la Casa de Salud.

El problema fue expuesto en instalaciones de la casa, en presencia de la directora Gabriela Contreras, quien al respecto indicó que este tipo de pacientes «no pueden tener más cargas que las que ya de por sí soportan con su enfermedad».

Además, en Cipolletti funciona el «Grupo de Apoyo» para personas con cáncer, sus familiares y amigos. (Ver aparte)

Las pacientes que dialogaron con «Río Negro» no objetan de ninguna manera la atención en los hoteles. Sí, adscriben a la tesitura de que si existe en la ciudad un complejo como el de calle 25 de Mayo que está ideado especialmente para atender a los enfermos, y a sus familiares mientras duran los tratamientos, no se entiende cómo no se averigua antes de enviar a los pacientes si hay lugar disponible allí. «Parece que eso no se hace y en muchos casos nos mandan a un hotel».

El familiar de un enfermo expresó que ellos fueron enviados primero a un hotel y luego, por inquietud propia, comenzaron a averiguar dónde quedaba la Casa de Salud y si había o no alojamiento allí. «Por supuesto que había, y aquí estamos» dijo el muchacho.

«Mire, en mayor o menor medida todos, al viajar tantos kilómetros para hacernos radioterapia, sufrimos el desarraigo de nuestros hogares, de nuestras familias. Y aquí encontramos contención, y nos ayudamos también entre nosotros. En los hoteles esto no se encuentra. Y tampoco tienen por qué tenerlo porque lo de nosotros no es su especialidad. Necesitamos otro tipo de atención», consignó una señora.

Pese a que el Ipross mantiene con Casa de Salud una deuda desde enero la atención a los pacientes se mantiene.

Contreras, la directora, puso de relieve el hecho de que un tratamiento de radioterapia no dura más de 15 minutos, incluyendo otros trámites, y que entonces el enfermo tiene casi el día en blanco, por lo que necesita una gran contención «psico-social y emocional».

«En un hotel te sentís sola, no tenés patio, no podés lavar tu ropa. Aquí el simple hecho de intercambiar experiencias hace que nuestro problema, grave si los hay, sea más llevadero», fue otra de las reflexiones.

Las pacientes pusieron el acento en que en la Casa de Salud -que obviamente tiene cobertura del Ipross- realizan distintas actividades, tienen incluido el desayuno, almuerzo, merienda y cena. «Tenemos con quien dialogar y nos sentimos útiles colaborando y ayudándonos entre nosotros», se enfatizó.

Un diagnóstico que modifica más de una vida

CIPOLLETTI (AC).- En San Martín 586 de Cipolletti, con el aporte del Rotary Club que presta su salón, funciona el «Grupo de Apoyo Mutuo» para enfrentar la problemática de los enfermos de cáncer, coordinado por las licenciadas Fabiana Villarreal y Claudia San Miguel.

Dijeron las profesionales que cualquier tipo de cáncer y su tratamiento produce cambios pasajeros o permanentes en las tres áreas que componen la autoimagen: el «yo físico», el «yo psíquico» y el «yo social», y que al recibir el diagnóstico de cáncer «la vida de una persona sufre un giro importante junto con su familia».

Desde esta cruda perspectiva se ofrece entonces «un espacio de contención, de escucha y de facilitación para la implementación de herramientas que posee cada persona para enfrentar esa realidad».

Las reuniones son todos los miércoles de 16,30 a 17,30.

Los objetivos del grupo plantean compartir momentos agradables como también las preocupaciones y logros de cada uno de los miembros, además de la creación de talleres que se establecen en función de las propias necesidades grupales y de los aprendizajes que se van produciendo.

Las licenciadas San Miguel y Villarreal destacaron que «la finalidad es promover la creencia saludable de que se puede aprender a vivir con el cáncer».

Cómo funciona el lugar

CIPOLLETTI .- La Casa de Salud es un complejo destinado al alojamiento, atención y orientación del paciente en tránsito.

La razón principal de la existencia de Casa de Salud -dijo su directora, Gabriela Contreras- es brindar al paciente oncológico y su familia una contención psico-social y emocional, tanto por el tratamiento como así también «por los temores y dudas propias de su enfermedad, como el desarraigo sufrido al estar cientos de kilómetros lejos de sus hogares».

Sala de lectura, biblioteca, televisión, taller, gimnasio, asistencia social para la contención e inserción del paciente, dietas especiales, servicio de enfermería, psicoterapia para el paciente y su familia, pensión completa y alojamiento del enfermo y acompañante en habitación con baño son algunos de los servicios que se prestan.

La sala de reunión está equipada, por ejemplo, para realizar prácticas diarias de talleres de jardinería, manualidades, pintura y dibujo.

Sus teléfonos: (0299) 477-0405 y 477-0364.


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