Una historia de barbijos y escraches, pero con final feliz

Lenin Gutiérrez, barista de Starbucks, fue escrachado en redes sociales por una clienta tras negarse a atenderla por no usar barbijo. Sin embargo, la gente se solidarizó y armó una campaña para otorgarle una propina.

Desde que numerosos negocios reabrieron progresivamente sus puertas, trascendieron historias sobre los protocolos de higiene y seguridad que debieron emplear para poder trabajar sin problemas. Sin embargo, hubo una situación que tuvo lugar en San Diego que se viralizó por lo particular y emotivo.


Es que en una filial de Starbucks de dicha ciudad norteamericana, un trabajador fue escrachado por una clienta tras negarse a atenderla por no querer utilizar barbijo.

Era una jornada habitual en la cadena de cafeterías, cuando tocó el turno de pedir para Amber Lynn Gilles, una clienta que entró sin barbijo.

Ante la situación, uno de los empleados, el barista Lenin Gutiérrez, le informó que debía ponerse el protector pues era una normativa en San Diego.

Amber se negó a ponerse el barbijo y, ante la insistencia, decidió marcharse del local;no sin antes sacar una foto del barista, pedirle su nombre y asegurarle que lo denunciaría ante sus superiores . Pero esto no quedó así: horas después, la clienta subió un estado a Facebook donde difundía la imagen de Lenin, con un texto cuanto menos cuestionable:“Hoy me encontré con Lenin en el Starbucks, quien se negó a atenderme porque no llevaba mascarilla. La próxima vez esperaré a la policía y llevaré un certificado médico”.


En uno de los primeros comentarios, Lynn Gilles agregó que “llevar mascarillas es absurdo y la gente que las llevan son estúpidos”.

Este comentario, sumado al destrato a un empleado que solo quería cumplir con el protocolo sanitario, generó molestia en una gran cantidad de usuarios de las redes sociales, que rápidamente se movieron para manifestar su apoyo a Lenin.

“No hay razón para avergonzar públicamente a un chico que está tratando de trabajar su turno como cualquier otro día”, afirmaba uno de los tantos comentarios, en los que entre otras cosas utilizaban un apodo peyorativo para Amber.

La situación llegó a punto tal que uno de los tantos usuarios que mostraron su apoyo, Matt Cowan, creó un crowdfunding a través de GoFundMe para recaudar una “propina” para Lenin Gutiérrez.


Esto se viralizó tanto que, en pocas horas, se recaudaron más de 70 mil dólares para el empleado, que se mostró muy emocionado y agradeció a través de un video, donde le envió buenos deseos a todos.

Lenin aseguró que “cumpliría varios sueños” con lo recaudado, y que él solo había querido hacer lo correcto.

La situación alcanzó ribetes más curiosos aún cuando Amber aseguró luego que debería recibir la mitad de lo recaudado ya que “me están utilizando para conseguir ese dinero”, alegando que en realidad todo fue armado.

Así, la gente respaldó a un trabajador que se preocupó más por la salud que por el negocio. El resto llegó solo.


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