Una obra de teatro que creció al calor del feminismo

“Todo mi sano cuerpo, te ofrezco” vuelve a escena este fin de semana. Sus actrices cuentan cómo se actualizó su narrativa.

Soledad González y Laura Raiteri, quienes junto a María Robín, dieron forma a una obra escrita hace casi diez años. (Foto: César Izza)

Hace nueve años, Soledad González y Laura Raiteri comenzaron a trabajar junto a María Robin, quien estaba recién llegada de España, con un puñado de fotos de mujeres como único material desde donde partir.
Apartir de eso, y de una serie de juegos, técnicas y experimentos dramatúrgicos propuestos por Robin, comenzó a tomar forma lo que, al cabo de un año de intenso trabajo, fue “Todo mi sano cuerpo, te ofrezco”, una obra estrenada en 2011 y que , con más de cien funciones, en 2019 se resignificó a partir de la lucha feminista.

Escena de «Todo mi sano cuerpo, te ofrezco».


En ese contexto, vuelve a escena este fin de semana con dos funciones en el aula 204 de Casa de la Cultura (9 de Julio 1043), esta noche y mañana, ambas a las 21. Las entradas, a $300 general y $250 para socios, pueden conseguirse en la boletería de la institución.
La obra cuenta el devenir trágico de dos jóvenes mujeres víctimas de los mandatos patriarcales de un pueblo rural. En el transcurso de una celebración social –los 80 años de un hombre importante del lugar– una de ellas se desvía de aquello que en el pueblo esperan de sus mujeres. Ella y su compañera de trabajo son estigmatizadas y caen en desgracia. Para peor, todo coincide con una fuerte una sequía que afecta la economía del pueblo, por lo que ambas mujeres son señaladas como responsables.

Escena de «Todo mi sano cuerpo, te ofrezco».


Con los años, la obra se resigmificó y hoy las lecturas sobre su dramaturgia son muy otras. ¿Qué cosas pasaron en estos casi diez años? Muchas, tantas como que el asesinato de mujeres por hombres dejó de llamarse crimen pasional para ser lo que siempre fue: femicidio.
No sólo le pasaron cosas la época, también ellas, las actrices: “Nos pasaron un montón de cosas a nosotras, fuimos madres, hicimos muchas otras obras juntas, comenzamos a militar en el feminismo, estamos paradas de otro modo frente a esta obra y al trabajo teatral en general”, afirma Laura Raiteri.

“Gente que la vio hace unos años quiere volver a verla y ver qué le pasa ahora con esto que es tan actual. En definitiva, nos pasaron diez años a todos”,

Laura Raiteri


Acerca de las (re)lecturas de esta obra, sostiene Soledad González: “El público está mirando la obra de otra manera, la gente comienza a detectar otras cosas que antes no estaban en foco”
“Incluso, gente que la vio hace unos años quiere volver a verla y ver qué le pasa ahora con esto que es tan actual. En definitiva, nos pasaron diez años a todos”, destaca Raiteri.


Lo que ocurrió de un tiempo a esta parte con la obra es que su discurso tomó otro poder. La obra tiene otra potencia y dialoga de u modo más directo con el movimiento feminista y la cuestión de género de un modo en que no sucedía en sus comienzos. “Eran más los comentarios sobre la actuación, la estética de la puesta, pero no desde el feminismo como ocurre ahora”, revela Soledad González.

La obra vuelve a escena mañana y el sábado, en el aula 204 de Casa de la Cultura de Roca. Las entradas, a $300 y $250, en venta en la boletería.


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