“UNC: ¿abuso de poder y discriminación sexista?”

Por dicha casa de estudios superiores deambula la ignorancia del brazo de la hipocresía. Se suman a ella, muchos medios de comunicación social –públicos y privados– de clarísima mala praxis, pues sólo se limitan a informar lo que conviene a sus responsables, incluso difundiendo inexactitudes que causan daños y perjuicios personales y familiares de diversa índole judicial. Sirva este espacio gráfico para anunciarle a todos y todas, es decir, a quienes promovieron mi exoneración (significa: “echar para siempre”), valiéndose de calumnias y “sensaciones” basadas en hechos absolutamente desvirtuados mediante descontextualizados y apócrifos dichos que me atribuyeron –ex profeso– para lograr un reconocimiento político que los demuestra en auténtica franca decadencia; estudiantes de la Fadecs y exclusivamente de la Corriente Estudiantil Popular Antiimperialista (CEPA), brazo en extinción regional cuyo origen es el Partido Comunista Revolucionario (PCR), pues ha perdido todas las elecciones desde el año de la denuncia en contra mío (2010) hasta hoy: Ana Belén Spinetta (de Bariloche), Nehuen Corbeletto (del Chubut), Sebastián Curinao (de Perito Moreno, Santa Cruz), Daniela Contreras (del Neuquén) y Rocío Bahamonde (de Cipolletti), con la estrecha complicidad testimonial de Daniela Castro (General Roca), Aylen Szarfmeser (de Cipolletti), Belén Dorronsoro y Cintia Fernández (de Villa Regina), a quienes debe agregarse la usurpadora roquense de las incumbencias laborales exclusivas de la locutora argentina, Raquel Monte, de desempeño ilegal confeso y sucesivo –tiempo atrás– en FM Álamo, Radioshow y FM Concierto. A ellos iniciaré, de modo individual, las acciones legales sujetas a derecho por daños y perjuicios. Ínterin y por cuerda separada, las autoridades intervientes, que sin el debido rigor en la búsqueda de la verdad, actuaron desaprensiva o livianamente, incluso incurriendo en clarísimas nulidades de nulidad absoluta, manifiestas en el expediente de dos cuerpos, en sus tiempos y en sus formas, deberán dar cuenta de sus actos por error, acción u omisión, también ante la Justicia. Me refiero a consejeros y consejeras de la Fadecs, del claustro que fuere, como también a sus pares del Consejo Superior de la UNC y al personal administrativo que haya actuado con manifiesta negligencia en todas las instancias administrativas de este proceso interno, muy difícil de justificar en una nación del siglo XXI. Y no están aquí identificados por sus nombres y apellidos, pues no sólo no he sido notificado oficialmente del asunto, sino que aún carezco de la documentación oportunamente requerida a las áreas pertinentes. En este estado de cosas, merece destacarse la decepcionante actuación del sumariante hoy sumariado, abogado, docente y camarista laboral roquense, Diego Jorge Broggini, quien propuso intencionalmente un análisis escueto, deficiente y sesgado de la realidad de los hechos, concluido en un simple anexo, sin fundamentar ni evaluar debidamente toda la carga probatoria aportada por quien suscribe, en calidad de docente denunciado, que abarcó no sólo la documentación escrita sino también la oral, merced a testigos presenciales de mi trayectoria académica durante casi 20 años hasta la actualidad. Así, depusieron la verdad, tres directoras del departamento de Comunicación Social, cuatro auxiliares de docencia que alternadamente oficiaron como técnicos operadores en todas mis clases teórico-prácticas, colegas graduados que fueron estudiantes, otros docentes del área específica, más los actuales alumnos, que fueron compañeros y compañeras de quienes me han difamado, reitero, adrede y aviesamente. ¡Qué curioso! Dos de las quejosas convocadas por los acusadores reconocieron “haber aprendido mucho” conmigo. ¡Qué curioso! Dos de los denunciantes (y cuatro cómplices durante un cuatrimestre o menos) advirtieron mi presunto mal desempeño tras cursar conmigo tres asignaturas anuales durante otros tantos años de la carrera. Y fue “casualmente” durante un año de elecciones, cuando gobernaban su propio claustro estudiantil que, a partir de ese momento, perdieron hasta hoy. Agradezco el apoyo interno y externo, cosechado durante tantos años, de quienes me conocen acabadamente. ¡Ah, por las dudas! Ningún grupo de estudiantes universitarios mayores de edad viajaría desde General Roca a Buenos Aires, después de tres años de convivencia académica, con un docente “abusador de poder” y “discriminador sexista”. Patricio Martín Orlando DNI 12.491.854 Profesor de Locución Fadecs – UNC

Patricio Martín Orlando DNI.12.491.854 Profesor de Locución FaDeCS – UNcomahue


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