Unida a su entorno

Con motivaciones principales como el empleo de la energía solar pasiva y la eficiencia energética se remodeló una casa de ladrillo y azulejos de los 90 logrando una residencia moderna que reafirma fuertemente su relación con el medio ambiente costero en el que se encuentra, junto a la playa, en el punto más oriental de Australia. Desde el diseño se buscó ofrecer comodidad todo el año en una vivienda de gran calidad optimizando el acceso norte de energía solar, la ventilación cruzada, y el confort térmico sin calefacción o aire acondicionado. Cintas especiales realizadas a través de la carpintería interior, la selección de la madera y una pared de masa térmica se despliegan para crear una serie de zonas superpuestas y lograr los objetivos. La Casa del Este como la llaman sus creadores, el estudio Buils Environment Practice, se organiza para fortalecer la relación entre el ocupante y el medio ambiente al aire libre, insistiendo en la primacía del sitio y lugar. Los propietarios de la vivienda son una pareja de profesionales que han vivido en Byron Bay, Nueva Gales del Sur, durante 10 años después de su regreso de Sydney. La casa está diseñada para apoyar a sus respectivas aficiones de yoga, surf, cocina, música y jardinería. El proyecto está orientado con un eje longitudinal hacia el norte para el beneficio del solar, con un patio puntuando la conexión hacia el exterior. El sector en el que se construyó la vivienda se encuentra justo al otro lado de una calle que recorre la playa y el lugar siempre está enmarcado por los sonidos y los vientos que emanan de la costa. El barrio está bien desarrollado y el establecimiento de privacidad visual a los vecinos manteniendo al mismo tiempo la apertura al medio ambiente es una prioridad clave. Trabajar en esta región de Australia fue el marco ideal para desarrollar ideas para este estudio que se dedica a explotar la intersección de medio ambiente, tecnología y cultura a través tanto del espacio arquitectónico como de los materiales, dicen los arquitectos. Fuente: estudio built environment practice