Vamos a clase

“Se ama lo que se conoce y se defiende lo que se ama”.

T

ermina el verano, también las vacaciones y en todos los establecimientos educativos se reanuda la actividad de docencia/aprendizaje. Algunos son pesados “como submarino a remo”, especialmente cuando se hacen porque no queda otra.

Pero seguramente los cursos de jardinería son sumamente agradables e instructivos, porque no sólo se aprende sino que al mismo tiempo se intercambian ricas experiencias. Lo pesado -supongo- queda circunscrito al cumplimiento de los días y horarios de clase.

Los asistentes se capacitan en los temas básicos, que luego les permitirán ampliar sus conocimientos… lo realmente importante también en el caso de la jardinería es lograr un panorama lo más amplio posible de la gran diversidad de temas que involucra. Como los asistentes tienen distintos objetivos, invariablemente se producen las especializaciones, porque no será lo mismo quien se dedicará profesionalmente al mantenimiento de jardines, que un ama de casa que lo quiere hacer por cuenta propia.

Sea cual fueren esos objetivos, lo importante es que año tras año se forman personas capacitadas para comprender mejor que un jardín es un trozo de naturaleza en sí mismo y que cuidar la vida dentro de él es contribuir de forma eficaz a mejorar cada día la calidad de vida de todos los vecinos de la ciudad.

Hay un antiguo proverbio que dice que “se ama lo que se conoce y se defiende lo que se ama”. Defender la Amazonia y las ballenas es muy loable, pero no olvidemos que tenemos responsabilidades cotidianas muy cerca nuestro.

teodorico hildebrandt

eljardin@rionegro.com.ar

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