La peor tragedia de los últimos años en Viedma

Un voraz incendio dejó a la ciudad embargada de dolor por la muerte de seis menores y su madre. El padre de las criaturas se encuentra grave por intentar rescatar a su familia.

En un confuso episodio un pequeño departamento donde vivía una familia se transformó en una bola de fuego y se convirtió en la peor tragedia de los últimos años en esta capital. Murieron carbonizados una mujer y sus seis pequeños hijos. En tanto, el marido y un cuñado se encuentran internados.

El siniestro se originó sobre la madrugada del jueves por razones que se investigan ya que, en principio, las pericias oficiales no encontraron desperfectos eléctricos que hayan derivado en un cortocircuito ni una pérdida de gas.

Otras especulaciones adjudican las causas a una colilla de cigarrillos supuestamente potenciada en sus efectos por elementos altamente combustibles cercanos, y entre los allegados se especula con que la familia estaba secando ropa en hornallas cuando se produjo un estallido. Esto último habría constituido una trampa mortal para sus ocupantes.

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El foco ígneo cobró importancia debido al diminuto espacio, con tanta ropa acumulada, y fue imposible apagarlo a raíz de que ese departamento ubicado en los fondos de French 332 del barrio Zatti, contaba con un cielorraso de telgopor. Ese conglomerado urbano se encuentra a unas 20 cuadras de la zona céntrica, y en su mayoría está compuesto por familias que se dedican a la construcción o changas de albañilería.

Tras la remoción del mobiliario retorcido por las llamas en el reducido espacio, de apenas 15 metros cuadrados, se constató el deceso de Débora Agustina Huaiquillán de 27 años, y de sus hijos Lujan Sanzana de 12 años, Ayelén de 11, Natacha de siete, Félix de cinco, Yahir de tres y Maximiliano de apenas un año.

Algunos de los niños fueron encontrados debajo de la cama, al parecer, tratando de guarecerse de las llamas, según pudieron observar las primeras autoridades que llegaron al lugar del siniestro.

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Los heridos fueron identificados como Jonathan Sanzana de 30 años –el padre de las criaturas, quien se debate entre la vida y la muerte en el hospital Zatti de esta capital, tras sufrir quemaduras en un 80% del cuerpo, y Enzo Huaiquillán, de 22 años, hermano de la joven madre fallecida.

Los hombres quisieron apagar las llamas con una manguera de jardín.

La familia vivía hacinada en el departamento del fondo de un terreno.
Gentileza Noticias Net

Según algunos testimonios tomados por la Justicia, Sanzana se encontraba afuera del monoambiente cuando el fuego envolvió a la habitación que tenía un mueble o una cortina como subdivisión.

Ingresó para intentar ayudar pero volvió envuelto en llamas siendo asistido por su cuñado quien también resultado herido. Sanzana también sufrió lesiones en las vías respiratorias por lo que fue derivado al Servicio de Terapia Intensiva. Todavía no está claro si al momento de iniciarse las llamas estaba o no en su domicilio.

“Los bomberos llegaron ni bien recibieron el llamado, pero cuando tomaron intervención, el lugar era una bola de fuego”, comentó a “Río Negro” una fuente oficial.

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No obstante, el caso abre una polémica porque tanto los vecinos (ver aparte) como Vanesa –hermana de Sanzana– y otro allegado- advierten sobre la demora de los servicios públicos. Es muy posible que la rapidez con que ocurrieron estas circunstancias haya provocado desesperación entre los familiares y amigos.

Visiblemente abatido, y sin encontrarle una explicación al accidente, Antonio Huaiquillán, propietario de la casa de adelante, dijo no saber “qué sucedió adentro” del monoambiente porque “el fuego agarró la puerta y la ventana,….. estoy destrozado”.

A media mañana, luego de varias horas del luctuoso hecho, el hombre volvió a observar el lugar desde el patio, moviendo la cabeza de lado a lado, una señal de no tener idea clara de lo ocurrido.

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Inmerso en un mundo de precariedad, Antonio contó a Radio Nacional que “quería terminarles la habitación de arriba para que fueran al menos las nenas y estuvieran más cómodas, pero todo se puso más caro y no pude”.

Aseguró que “mi yerno –que sufrió quemaduras de hasta el 80 por ciento de su cuerpo– está desempleado. Habíamos pedido ayuda al Municipio pero nadie se acercó”, aseguró.

Cuando terminaron los bomberos, y una vez que se enfrió la edificación, ingresaron el fiscal Juan Pedro Peralta y la Policía, para tratar de averiguar lo ocurrido, tras lo cual se retiraron los cuerpos hacia la morgue judicial para su correspondiente autopsia a fin de verificar si las muertes se produjeron por asfixia o quemaduras.

Buscando una explicación a la tragedia

Gabriel Claros, vive a pocos metros del lugar del siniestro. “Es una tragedia, nunca íbamos a pensar en una cosa así, se llevó a siete, y es una tristeza grande para los vecinos”, afirmó en una recorrida de “Río Negro” efectuada por la popular barriada.

Dijo ser amigo de Jonathan porque “trabajamos juntos en la construcción, y su familia eran excelentes personas, nos llevábamos muy bien y como éramos compañeros con el muchachos, hemos compartido algunos asados”.

En cuanto al momento más trágico que le tocó observar, Claros señaló que “yo escuchaba que gritaban, pero nunca me imaginé que iba a pasar esto. Me tuve que quedar en el patio cuando vi el humo ( y no pudo ir a ayudar) porque en las casas vecinas hay perros, y por más que hubiese pasado ya no se podía hacer nada”.

Agregó que los allegados intentaron apagar con agua y “los bomberos tardaron un montón porque estuve en el techo como media hora (y no llegaban), si hubiesen venido antes, capaz que no se iban a morir todos, pero tardaron mucho”.

En medio de este suceso inoportuno, salió con rumbo desconocido de French 332, Macarena Huaiquillán, hermana de Débora. Se mostró lacónica a la hora de hablar de lo ocurrido y “la verdad que no quiero decir nada, todo está ‘remal’”, cortando la conversación para evitar recordar el momento en que ella estuvo presente.

Voraz incendio en Viedma le costó la vida a seis niños y su madre

La ciudad quedó embargada de dolor

La consternación no tuvo límites y del barrio Zatti, numerosos familias y amigos también se trasladaron al hospital homónimo en señal de vigilia para seguir de cerca la evolución del joven Jonathan, padre de los criaturas, y de su cuñado Enzo Huaiquillán.

En esa espontánea recordación se observó en el nosocomio, la presencia de numerosos trabajadores de la Unión Obrera de la Construcción (Uocra), y también del presidente de la mutual, Raúl Martínez; en virtud de que ambas familias tienen una extensa trayectoria en el ramo.

“El peor momento y año para la ciudad”, según lo describió un señor que acercó en un auto a la calle French, a una compañera de trabajo que se acercó a transmitir su solidaridad. En la casa, se vivieron permanentes escenas de angustia, entre los familiares y amigos que se arrimaron para contener a los familiares directos de las víctimas.

El sacerdote Luis García Rodríguez, uno de los mayores referentes espirituales de la ciudad, elevó ayer su oración y expresó su solidaridad con las familias Huaiquillan-Sanzana, a la vez que solicitó a la comunidad acompañar con una oración a toda la familia con la intención de “fortalecerlos con el don de la fe y abrazarlos en su dolor”.

El Bloque de legisladores y legisladoras del Frente para la Victoria, lamentó la trágica muerte de una mujer y sus seis hijos al incendiarse la vivienda, e hizo llegar las condolencias a familiares, amigos y allegados de las víctimas.

Ese sector político hizo público que “la fatídica noticia conmociona y enluta a toda la comunidad viedmense, a los vecinos del barrio Zatti y a la familia de los trabajadores de la construcción en particular”.

La familia vivía en un núcleo poblacional al Sur de la ciudad que años atrás fue levantado por intermedio de la Mutual de Obreros de la Construcción (Muocra) y el Instituto de Promoción de Planificación de la Vivienda (IPPV).

La pareja con sus hijos.

En el incendio fallecieron Débora Huaiquillán de
27 años, Lujan Sanzana de 12, Ayelén de 11, Natacha de 7, Félix de 5, Yahir de 3 y Maximiliano de un año.

Quería terminarles la habitación de arriba para que fueran al

menos las nenas y estuvieran más cómodas, pero todo se

puso más caro y no pude”.

Antonio Huaiquillán, padre de la mujer fallecida y quien tiene una casa adelante del terreno

Datos

En el incendio fallecieron Débora Huaiquillán de
27 años, Lujan Sanzana de 12, Ayelén de 11, Natacha de 7, Félix de 5, Yahir de 3 y Maximiliano de un año.

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