Violencia entre grupos palestinos

GAZA/TEL AVIV.- Las tensiones en el Cercano Oriente se incrementaron ayer, al producirse tiroteos mortales en la Franja de Gaza entre grupos palestinos armados, un día después de que se registrara el primer atentado suicida contra israelíes en dos meses.

El nuevo primer ministro palestino, Ismail Haniya, perteneciente a la organización islamista radicalizada Hamas, instó a mantener la calma y convocó a su gabinete a una sesión de emergencia.

El jueves, un palestino de 24 años se vistió con ropas religiosas judías y pidió a una familia israelí que lo llevase en su vehículo. A la entrada del asentamiento de Keddumim, cerca de Nablus, hizo estallar la bomba que llevaba en una bolsa. Un matrimonio y dos jóvenes murieron. El ataque fue reivindicado por las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, el brazo militar del partido Al Fatah, del presidente palestino, Mahmud Abbas.

Ayer, soldados israelíes detuvieron a ocho sospechosos palestinos, entre ellos el hermano del terrorista, informó la radio israelí.

La nueva conducción palestina reaccionó con discrepancias al ataque. Abbas condenó el ataque, mientras que Sami Abu Suhri, portavoz del gobierno, sostuvo: «La rebelión contra la ocupación es un derecho del pueblo palestino».

Entretanto, tras el mortal ataque al líder de una milicia palestina Jalil al Koka, ultimado al estallar un automóvil a su lado por la Franja de Gaza, tres hombres murieron en esa zona en medio de tiroteos. Combatientes del Comité de la Resistencia Popular, al que pertenecía Al Koka, se trenzaron en enfrentamientos armados con fuerzas de Al Fatah, precisaron fuentes policiales.

El radicalizado Comité de la Resistencia Popular acusó a Al Fatah de estar detrás del ataque contra Al Koka, registrado en la mañana de ayer.

Por su parte, Abbas emitió ayer un breve comunicado de condena de la acción terrorista cometida ayer por el suicida palestino contra la familia israelí. «El presidente condena esa operación», dice el comunicado emitido en Ramallah en el que expresa «la necesidad de cumplir con la tregua acordada por todas las facciones». (AFP)