Volcanes: una amenaza latente en la Patagonia
Cenizas tienen graves consecuencias para los animales y el ambiente.
Andrés Folguera, doctor en Geología y presidente de la Asociación Geológica Argentina, expuso en el Museo Patagónico de Ciencias Naturales de Roca.
ROCA (AR).- Las nubes de cenizas, emanadas de la erupción de volcanes del vecino país chileno parecen ser, en el futuro, la mayor amenaza que se cierne sobre gran parte de la Patagonia. “Las réplicas de los terremotos en Chile van a continuar, al menos por un plazo de tres años” pero “la erupción de volcanes que están en Chile, y en particular las nubes piroclásticas, las nubes de cenizas, pueden producir grandes pérdidas económicas. Ese es el peligro más grande y las pérdidas económicas potenciales más grandes que puede sufrir la Patagonia Norte, porque del otro lado tenemos volcanes muy activos, el Llaima, el Lonquimay, el Copahue, el Hudson, el Chaitén…”.
Quien habla es el doctor en geología y presidente de la Asociación Geológica Argentina, Andrés Folguera, quien con sus palabras no intenta lanzar una alerta, sino que traza un cuadro de situación.
Folguera, docente de la Universidad de Buenos Aires y también investigador del Conicet, brindó un seminario sobre Procesos volcánicos y sísmicos en el área de la cordillera Patagónica Septentrional, días atrás en el Museo Patagónico de Ciencias Naturales organizado por la UNRN. Allí habló largo y tendido sobre cómo evolucionaron los conceptos acerca de la sismología en el tiempo, cómo se analizaban los fenómenos relativos a terremotos hace 100 años y cómo evolucionó la ciencia que estudia los terremotos, actualmente. Desembarcó en los ejemplos puntuales del terremoto en el Maule (Chile) y explicó qué conexión existen entre los grandes terremotos y las erupciones volcánicas, en base a los estudios más recientes.
Por eso, tampoco dudó en afirmar que para Chile ya pasó lo peor, aunque es de esperarse que las réplicas y sismos continúen dándose hasta un plazo de tres años.
El experto, acompañado por la geóloga e investigadora del Conicet Maísa Tunik, afirmó que el peligro de las nubes piroclásticas en la Patagonia norte existe. No obstante, “¿qué se puede hacer frente a eso? –se preguntó–. Es poco lo que se puede hacer, porque se tapa la Patagonia de cenizas, los animales comen y se mueren o colapsan por el peso de la lana, son pérdidas económicas cuantiosas y no hay mucho que hacer”.
Folguera habló sobre la crisis del Maule, y afirmó que “ya pasó la crisis más grande” aunque explicó que “va a haber terremotos, pero son esperables, son de magnitud alta, son réplicas, ajustes del plano de ruptura del terremoto grande y pueden extenderse por el plazo de tres años”.
El geólogo insistió en que no existe forma de “predecir” un terremoto pese al notable avance de la ciencia. “Hoy la ciencia puede determinar la factibilidad de que algo va a pasar en un cierto período de tiempo que es largo. Eso se confunde mucho. Pareciera que la ciencia alertó de algo sobre lo que los organismos gubernamentales no hicieron caso. No fue así. (En Chile) esa zona estaba identificada como una zona propensa a romperse en el futuro. Pero ¿qué se puede hacer para evitar que esas cosas pasen? Nada. No hay un problema de negligencia. Se sabía que iba a pasar (pero) ¿qué recaudos se podían tomar en esa zona? No había ninguna forma de evitarlo (porque) no se podía saber con cierto tiempo de anticipación”, dijo.
Tal vez, opinó Folguera, “en lo que sí falló en Chile, si falló en algo, fue en la construcción de viviendas antisísmicas, todas las viviendas que se caen son de adobe, y después se caen algunas que estaban construidas con parámetros antisísmicos pero en forma fraudulenta. En eso falla, en que no hay un plan más amplio de viviendas antisísmicas”.
“Cuando hay muertes hay
mucha corrupción”
Por algo será, prosiguió el titular de la Asociación Geológica de Argentina que “en general lo que se advierte es que cuando hay muertes hay mucha corrupción, porque o no se construyó antisísmicamente algo o se construyó mal. Los planes de emergencia civil no se desarrollaron correctamente”. De todas maneras “el terremoto de Chile fue un terremoto de 8.8 que es una energía enorme involucrada y hay 2000 muertos aproximadamente. El terremoto de Haití que fue en enero tiene 500 veces menos energía que el de Chile pero hay 212 mil muertos. Ahí si está relacionado con la ausencia política del Estado”.
“Lo que creo es que tiene que quedar en claro –finalizó– que no hubo negligencia por parte del gobierno ante el aviso académico de que algo iba a pasar. De hecho ya hay una mención en Chile, al norte, de un segmento que hace muchos años que no se rompe que también se va a romper. ¿Cuándo? puede ser el año que viene o en 100 años…”.
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