Esquí fuera de pista o el desafío de deslizarse en la nieve virgen en la Patagonia
Es una actividad que crece en todo el mundo y también en la región. Tiene un público selecto porque se debe tener buena técnica y recaudos. También se exploran nuevas montañas con travesías. Los lugares elegidos y las claves de este deporte de riesgo.
En muchos sectores se debe caminar con los esquíes al hombro, para luego hacer esquí de travesía. Foto: Gentileza
El desafío de explorar laderas con nieve virgen en las montañas de la región, la sensación de libertad de llegar a donde pocos acceden, casi en soledad, y probar nuevas destrezas en las tablas, parece ser el impulso que llevó a muchos esquiadores y snowboardistas experimentados a lanzarse afuera de pista o al esquí de travesía, una actividad que crece en la Patagonia.
Si bien son dos actividades con diferencias, ambas van de la mano porque el denominador común es la aventura y la nieve virgen, sin pisar, que acarrea riesgo de avalanchas y que requiere no solo experiencia arriba de las tablas, sino también tomar recaudos y medidas de seguridad.
“El esquí fuera de pista es una actividad que crece en todo el mundo, para la gente que sabe, el buen esquiador, es el paso que sigue a las pistas de cualquier centro de esquí”, dijo a diario RÍO NEGRO Luciano Fiorenza, guía de alta montaña y director del Centro de Información de Avalanchas que realiza cada día un boletín de riesgo de avalanchas, un aporte fundamental para los que realizan esquí de travesía en la zona de Bariloche.
Juan Manuel Ojeda, jefe de Patrulla del Cerro Chapelco, coincidió: “La actividad fuera de pista tiene cada vez más gente que la practica, muchos con conocimiento de los riesgos y otros muy bajo”, admitió.
El esquí o snowboard fuera de pista es el que se realiza en nieve virgen en laderas de los centros de esquí tradicionales, están en los bordes o cumbres y generalmente permiten deslizarse por perfiles con pendiente para el lado contrario al desarrollo de pistas para esquiadores convencionales. Por eso, Chapelco, el Cerro Catedral y el Perito Moreno, tienen sus sectores para estos deportistas experimentados, con cartelería indicativa, pero con un deslinde de responsabilidad que deben asumir los esquiadores.
“Es recomendable que quienes acceden a estos sectores cuenten con el equipamiento necesario y es importante siempre conocer los propios límites y respetarlos”, aclara el Catedral Alta Patagonia, la concesionaria del centro de esquí de Bariloche donde a diario muchos esquiadores optan por las pistas de nieve profunda.
Los centros de esquí donde se permite el fuera de pista tienen cartelería en el inicio de los medios de elevación que determinan el nivel de peligro de avalancha o también señalan el eventual cierre del sector por el riesgo.
En Chapelco, por ejemplo hay tres itinerarios que la patrulla recorre antes de la apertura del cerro donde se realizan fuera de pista, aunque no lo baliza. Estos son: El Tubo, El Cañadón y La Pala (éste último es el más concurrido).
Para realizar esquí fuera de pista “se requiere buen nivel técnico de esquí y asumir que hay alto riesgo porque estás en territorio de avalanchas, con inclinaciones más propensas a las avalanchas”, aclaró Fiorenza.
Los elementos de seguridad para fuera de pista son casco, mochila, pala, A.R.V.A (dispositivo transmisor y receptor de señal), sonda y pastillas RECCO (una tecnología sofisticada incorporada en la indumentaria que emite señal para identificar donde se encuentra la persona en caso de haber sido afectada por una avalancha).
“Es fundamental tomar conciencia de que es una actividad de riesgo, conocer los peligros y tomar los recaudos”, destacó Ojeda, el líder de la patrulla de Chapelco que admitió que en esta montaña, donde hay bosque, es fácil perderse, por eso la importancia de no ir solo y dejar avisada a otra persona.
Esquí fuera de pista: Piel de foca para deslizarse a la aventura
El esquí de travesía, también está en crecimiento- Se practica en nieve virgen, pero en zonas lejanas a los centros de esquí, en laderas montañosas a donde se debe llegar generalmente con los esquíes con piel de foca (que permite caminar en ascenso sobre la nieve).
“Es parte del auge de las actividades al aire libre que se convirtieron en una tendencia en la pandemia”, aseguró Luciano Fiorenza quien dijo que “hay gente que lo hace por su cuenta, tiene conocimiento y cursos en avalanchas, saben gestionar el riesgo”. Y para los que no tienen esta experiencia es recomendable contratar un guía de alta montaña o guía de esquí, habilitado por la Asociación Argentina de Guías de Alta Montaña.
En Bariloche se practica en el cerro López, el Filo de las Cabras (en la misma montaña), el Chalhuaco, el cerro Goye y el Valle del Van Titter, que está al otro lado del filo del cerro Catedral y a donde es más accesible llegar porque se asciende en los medios de elevación hasta la cumbre y desde allí se camina con pieles de foca unos 20 minutos para comenzar la aventura.
También en la zona de El Bolsón es habitual el esquí de travesía en cercanías del cerro Perito Moreno, más allá del Plateau y en el Piltriquitrón.
Todos los días a las 7 de la mañana se emite el boletín de riesgo de avalanchas para la zona de Bariloche. Se puede consultar en www.avalanchas.com.ar
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