La increíble historia de Facundo Milanessi en Villa La Angostura: de ejecutivo a productor de garrapiñadas premium
De ejecutivo a rey de la garrapiñada. Facundo Milanessi conquistó paladares con "El Bocado", un pedazo de Patagonia que endulza mesas argentinas. La semana pasada recibió el Sello de Distinción de la Gastronomía Neuquina. Su presencia en Twitter y un profe apasionado por las finanzas y la educación.
Desde un rincón de Villa La Angostura hacia todo el país, hay un aroma tentador a garrapiñada recién hecha. A base de una golosina popular, callejera, con sabor a infancia y a mesa dulce navideña, Facundo Milanessi cocinó su historia de pasión y espíritu emprendedor. Su marca, El Bocado, es mucho más que un producto artesanal; es un pedazo de la Patagonia que se ganó los paladares y los corazones de quienes disfrutan de la comida, sean cocineros, famosos o el común de la gente. Un viaje que comenzó en una pequeña sala comunitaria y que hoy lo lleva a las mesas argentinas.
Los inicios: de la sala comunitaria a la conquista de Dalma Maradona
La historia de El Bocado comenzó en un lugar modesto: la sala de elaboración comunitaria de Villa La Angostura. Facundo Milanessi, licenciado en comercio internacional con experiencia en consultoría y finanzas, decidió dar un giro radical a su vida y apostar por un sueño: crear garrapiñadas artesanales con un toque gourmet.
«Empecé elaborando en la sala comunitaria. A fines de 2019, logré habilitar mis dos primeras variedades: maní y girasol. empecé a vendar en el pueblo y le mandaba a mis seguidores en redes sociales especialmente en Twitter (hoy X). En febrero de 2020 vino la Fiesta Nacional de los Jardines, nuestro gran evento local, y se movió lindo hasta que en marzo vino la pandemia. En ese momento trabajaba en la casa de cambio del pueblo, estuvimos un mes y medio cerrados. Después empezamos a trabajar media jornada y decidí dedicar la otra media jornada a El Bocado», explicó.

Fue la mejor decisión que pudo tomar. En diciembre de 2020, renunció a su trabajo en la compra y venta de dólares para agarrar la sartén por el mango. Alquiló dos locales en una galería, montó su pequeña fábrica y una tienda para que los seguidores pudieran visitarlo, y con su socio de entonces, Leo, pusieron en marcha la cocina. Hasta que algo imprevisto hizo su magia.
En el vertiginoso mundo de las redes sociales, un simple posteo puede tener un impacto inimaginable. Para «El Bocado» y Facundo Milanessi, ese posteo llegó de la mano de nada menos que «La Hija de Dios». «En marzo de 2021, vimos un posteo de Dalma Maradona que decía que le gustaban mucho las garrapiñadas», recordó Facundo con una sonrisa. «No solo las recibió, sino que las posteó, y eso nos hizo explotar un montón, tener un poco de renombre».
En el 2021 Facundo fue elegido «twittero del año» en Canal 13. Meses después salió en «la tele» en un noticiero porteño. Lo visitaron Paulina Cocina y Damián Betular, dos figuras muy reconocidas en el ámbito gastronómico. «Muchos cocineros terminaron usando nuestros productos para algún evento. Se armó una cosa muy linda. Nuestros emprendimientos y la cocina de Villa La Angostura se va conociendo se a poquito en otros lados«, expresó.
La reinvención de un clásico: garrapiñadas gourmet y snacks salados
Facundo transformó un clásico de todos los tiempos, un producto popular y callejero, en una experiencia gourmet. «La garrapiñada te lleva a lindos momentos, uno lo asocia a estar jugando en una plaza, a algo rico, es todo disfrute, pero tenía un problema: «el envase tuberculoso». Así le llama, en broma, a la frágil bolsita de celofán de 30 cm x 4 cm que históricamente se usa para envolverla y que para abrirla hay que soplar en ella. «Por eso fuimos el primer emprendimiento en darle importancia al producto con un diseño y envase de primer nivel«, agregó.
Además, innovó con variedades como girasol y pistacho, que se convirtieron en éxitos de ventas. «Cuando hicimos pistacho por primera vez, vendimos 100 paquetes en 1 hora, y luego 100 paquetes en 11 minutos, fue una locura». Pero Facundo no se conformó con las garrapiñadas. «Sacamos toda una línea de snacks salados que también nos permitió cubrir el ‘team salado'», indicó. «Queríamos ofrecer opciones para todos los gustos».

En este camino, de buscar mejorar el producto, el establecimiento El Bocado recibió la semana pasada el Sello de Distinción de la Gastronomía Neuquina del ministerio de Turismo de la provincia, algo que Facundo valora profundamente. «No es algo a dedo, hay que cumplir con muchos requisitos, detrás de esto hay un trabajo que requiere que El Bocado evolucione en cuestiones de inocuidad, seguridad, gestión de residuos y medio ambiente. Somos el primer emprendimiento productivo en obtener este sello, de hecho nuestro número de resolución es 001″, señaló.
«Soy un convencido de la importancia de la comunicación en nuestros emprendimientos», sostuvo, «por eso las ferias gastronómicas son muy importantes para nosotros, desde las de Roca, Cipolletti y Fernández Oro hasta el Bariloche a la Carta, la principal de la Patagonia, y el segundo evento más importante del país después de Buenos Aires».

Para «Mila», como lo llaman sus amigos, esa es la clave para seguir creciendo como emprendimiento. Ganar en formalidades y cuidados es lo que determina que sea un mejor producto. Si bien la elaboración es totalmente artesanal, tiene pequeñas maquinarias para envasar y dosificar que le permiten cubrir la demanda.
El Sello de Distinción, creado en 2016, busca potenciar la gastronomía neuquina y revalorizar el patrimonio cultural de la región. En 2022, se incorporó la categoría de Embajadores de la Gastronomía Neuquina para chefs y cocineros y en 2024, se sumó la categoría de Establecimientos Productivos.
De Buenos Aires a Villa La Angostura: un cambio de vida en busca de la nieve
La historia de Facundo es también la de un cambio de vida radical, un sueño hecho realidad. En 2014, de un día para el otro, se quedó sin trabajo como gerente general de una multinacional, y decidió venir a Villa La Angostura. Siempre soñó con vivir en un lugar con nieve. Su cuñada, quien ya vivía acá, le dio el empujón para tomar la decisión que cambió el rumbo de toda la familia. Si tenía que empezar que de nuevo tenía que ser lejos de Buenos Aires.
«Con mi mujer entrevistamos para trabajos locales y cuando teníamos el panorama laboral más o menos asegurado trajimos a toda la tropa: los tres hijos. Así fue como pasé de ser ejecutivo a ser heladero, mi primer trabajo, una experiencia linda. Después volví a mis viejas andanzas, me fui a la casa de cambio del pueblo donde trabajó 6 años (el dólar paga más que el helado) hasta que lo dejó todo por El Bocado.

Su próximo desafío es llegar a todas las provincias argentinas, y seguir creciendo como emprendedor. Las ventas han caído un poco, si bien las fiestas fueron positivas comparadas con el año anterior. Estamos en un proceso donde hay que ser muy creativo. Hoy más que nunca tenemos que trabajar en las redes, añadir valor a lo que hacemos para ofrecer algo más a la experiencia de compra. «Hoy la gente pone un esfuerzo importante en colaborar con los emprendedores, y hay que ser consciente de eso», reflexionó.
Facundo se prepara con ilusión para sus próximas citas. Estará en la Fiesta Nacional del Chef Patagónico los días 2, 3 y 4 de mayo en Villa Pehuenia-Moquehue, una fecha infaltable en el calendario turístico y gastronómico del país que reúne a los máximos referentes de la cocina patagónica. También espera con ansias las ferias gastronómicas del Alto Valle. «Son las oportunidades de encontrarnos con la gente, interactuamos, nos vienen a saludar, a conocernos y a probar nuestros productos en vivo. Eso es lo que más te alimenta», confesó.
Twitter: un campo de batalla con trinchera de humor y solidaridad
Facundo Milanessi es usuario de Twitter, desde que era más un refugio en 140 caracteres que el campo de batalla cultural del presente. «Tuve que aprender a ser profesional en una red social donde la agresividad es algo habitual», admitió, «pero soy un fiel creyente de que si uno no es agresivo, no recibe agresiones. Hay días que soy ultra k y otros, súper gorila, según Twitter, yo ya no entiendo nada. Y eso que no hablo de política ni de economía, sólo subo recetas y no lo digo peyorativamente, me encanta. Colaboro con emprendedores que recién están empezando porque pienso que el paso previo a irse del país está dentro de nuestro país. Hay un montón de oportunidades para crecer lejos de Buenos Aires».

Por otra parte, su presencia en Twitter trascendió lo virtual, generando conexiones y oportunidades en el mundo real. «Estamos en un grupo de emprendedores que crecimos en la pandemia, que cinco años después seguimos viviendo de lo mismo«, contó, «somos los EmbASADOres, un espacio de encuentro entre culturas donde la comida y la conversación conectan a embajadores de todo el mundo (literal) y empresas».
«De golpe, el embajador de Japón me sirvió una copa de vino mientras conversaba un día, y de golpe pasé un 26 de diciembre con un diplomático de la Unión Europea en Villa La Angostura como amigos», dijo con asombro. «Es un mundo de sueños que no imáginé al empezar. Es loco además porque termino de hablar con vos y me pongo a empaquetar garrapiñadas, no es que soy un magnate de los negocios«, acotó.
Un profe con pasión por las finanzas y la educación
«Para mí, lo primero es ser profe», confesó Facundo, con una pasión que va más allá de su rol de emprendedor. «Es mi cable a tierra, lo que me da un montón de satisfacciones y un montón de desafíos también». La dedicación a la enseñanza secundaria va más allá de compartir sus conocimientos; es una manera de dar herramientas a los jóvenes la localidad. En Villa La Angostura, la ausencia de universidades es un desafío para quienes desean continuar estudios superiores.

«Nuestros chicos terminan el colegio y se van a vivir a otro lado», explicó, «por eso es fundamental prepararlos para el manejo financiero, la idea es enseñarles a que manejen sus finanzas, hagan presupuestos, sepan comprar y administrarse en el mundo real». Hace 6 años que dicta los talleres de Matemática Financiera y Economía Doméstica en una escuela secundaria de su comunidad.
El año pasado, sus alumnos participaron en las primeras Olimpiadas de Matemáticas Financieras del país, organizadas por Mercado Pago. «Salimos primeros en la selección de Patagonia», destacó con orgullo, «a nivel país, terminamos quintos de aproximadamente 700 colegios, todo un logro para un colegio bachiller que no se especializa en economía».
Desde un rincón de Villa La Angostura hacia todo el país, hay un aroma tentador a garrapiñada recién hecha. A base de una golosina popular, callejera, con sabor a infancia y a mesa dulce navideña, Facundo Milanessi cocinó su historia de pasión y espíritu emprendedor. Su marca, El Bocado, es mucho más que un producto artesanal; es un pedazo de la Patagonia que se ganó los paladares y los corazones de quienes disfrutan de la comida, sean cocineros, famosos o el común de la gente. Un viaje que comenzó en una pequeña sala comunitaria y que hoy lo lleva a las mesas argentinas.
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