Tres escapadas para descubrir la Pampa profunda, una propuesta cerca
Entre bosques de caldén, espejos blancos de sal y viejos almacenes que guardan historias de campo, La Pampa ofrece tres propuestas turísticas para descubrir su identidad: naturaleza, paisajes infinitos y memoria viva de sus pueblos rurales.

Entre caldenes centenarios, salinas que parecen espejos y antiguos almacenes de ramos generales que guardan historias de pueblo, La Pampa invita a viajar sin apuro. Tres propuestas para conocer otra cara de la llanura.
La ventaja para los viajeros del Alto Valle de Río Negro y Neuquén es que todas estas propuestas quedan a pocas horas de viaje en auto. Desde General Roca, por ejemplo, se llega en menos de cinco horas a Santa Rosa y en tres a General Acha. Esto convierte a La Pampa en una escapada ideal de fin de semana largo: sin necesidad de tomar avión ni planear con demasiada anticipación, se puede disfrutar de naturaleza, historia y sabores de campo a un paso de la Patagonia.
Parque Luro, el bosque de caldén y los ciervos en brama
A 35 kilómetros de Santa Rosa, la Reserva Provincial Parque Luro protege uno de los últimos relictos de caldenal del país. Es un lugar único para caminar entre médanos, lagunas y salitres, y asomarse al corazón de la llanura pampeana.
Sus cinco senderos de baja dificultad permiten avistar guanacos, ñandúes, zorros y más de 160 especies de aves, entre ellas joyas buscadas por los observadores como el águila coronada o el cardenal amarillo. Pero el gran atractivo llega cada otoño: entre marzo y abril los ciervos colorados entran en brama y regalan un espectáculo sonoro y visual inolvidable.

Dentro del parque también se puede visitar El Castillo, la casona que fue residencia de Pedro Luro y que hoy funciona como museo. Declarado Monumento Histórico Nacional, conserva mobiliario original y espacios como el tambo, las caballerizas y la sala de carruajes.
Las salinas, espejos infinitos de la llanura
La Pampa también sorprende con paisajes blancos y brillantes: las salinas. Además de su importancia productiva, son escenarios turísticos que invitan a contemplar atardeceres únicos y conocer las historias de las comunidades locales.

Existen cuatro circuitos abiertos al turismo: La Colorada Grande en General San Martín, Salinas Grandes de Hidalgo en Macachín, La Colorada Chica en Jacinto Arauz y Salinas de Anzoátegui en La Adela. En cada una hay miradores estratégicos para apreciar la inmensidad y recorrer la flora y fauna del lugar.
Los almacenes de ramos generales, guardianes de la memoria
Con sus mostradores de madera, estanterías hasta el techo y paredes de ladrillo visto, los almacenes de ramos generales fueron durante décadas el centro de la vida social y económica de los pueblos pampeanos.

Hoy integran un corredor turístico que permite viajar en el tiempo. Algunos siguen funcionando como comercios, como El Almacén del Gallego en Ataliva Roca o La Moderna en General Acha; otros se convirtieron en museos, como El Almacén de Pepa en Intendente Alvear y La Florida en Arata. También se pueden visitar espacios con visitas coordinadas, como Casa Falabella en Victorica.
Cada uno guarda objetos originales, balanzas, baúles, prensas de correspondencia, mobiliario centenario, y revive la memoria de inmigrantes y pioneros que poblaron la región.
Cómo llegar
Parque Luro: 35 km al sur de Santa Rosa por RN 35. Acceso pavimentado.
Salinas: circuitos distribuidos en el centro y sur de la provincia.
Almacenes de Ramos Generales: se visitan en distintos pueblos del interior pampeano, a través de la Red organizada por la Secretaría de Turismo de La Pampa.
Ver en https://turismo.lapampa.gob.ar/

Entre caldenes centenarios, salinas que parecen espejos y antiguos almacenes de ramos generales que guardan historias de pueblo, La Pampa invita a viajar sin apuro. Tres propuestas para conocer otra cara de la llanura.
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