Otro mundo cerca de la ciudad: la mágica experiencia de ir con un botero por el río en Paso Córdoba
Blas, muy cerca de General Roca, ofrece la experiencia fascinante de navegar el río, descubrir ambientes naturales y vivir momentos de serenidad incomparables.
“Es una navegación totalmente a remo, yo soy el motor”, dice y mueve la pala sobre la superficie del Río Negro. Solo se escucha el sonido del agua y el canto de los pájaros, que en medio de ese paisaje verde de Paso Córdoba, hacen sonar la música de la naturaleza que trae paz. Blas Javier Reyes nació en General Roca, tiene 46 años y se animó a emprender una actividad que dio buen resultado este verano: las flotadas recreativas por el área natural protegida.
“Estoy en una etapa muy linda, porque la gente me empezó a conocer, después de años de capacitación y de trabajo”, dice para comenzar, mientras espera a los tres turistas que a las 17, saldrán a navegar.
Los tres amigos avanzan hacia allí. Toman la rotonda de ruta 6 y ruta 22, a unos 15 kilómetros de Roca, cruzan el puente y dejan el auto en el estacionamiento que hay detrás del trailer de turismo. “Ahí el vehículo se encuentra seguro porque están los chicos de turismo, está la Policía Caminera y el tripulante se va tranquilo”, dice Blas.
Saludan y suben a la camioneta que los llevará río arriba. Avanzan unos kilómetros hasta un campo. Antes de realizar las zarpadas Blas explica el buen uso de los elementos de seguridad, les adelanta lo que se va a realizar, las funciones que tiene cada tripulante, el capitán, e inicia la zarpada. «Tengo carnet de botero para este tipo de embarcaciones porque se requiere un carnet especial”, asegura.
La duración de la navegación es entre 3 y 4 horas. Se hace una interpretación de flora, fauna, avistaje de peces. “Realizo una lectura de agua, doy una charla de lo que es la seguridad del agua, si bien nuestro río es de grado 1, cada vez que alguien se aventure a navegarlos, ya sea en kayak o cualquier tipo de embarcación debe tener precaución”, resalta.
En el viaje se vive un encuentro con el canto de las aves. Se trata de buscar que el turista descubra nuevos escenarios algunos están previstos de antemano. «Sé donde entrar y tenemos que hacer silencio. Ahí empiezan a cantar las aves, parece una ópera, es muy lindo, te dejás llevar y prácticamente te desenchufas de todo”, dibuja Blas.
A mitad de la navegación hacen una parada muy especial en un lugar en el que “estamos prácticamente fusionados con la naturaleza para compartir una merienda, o si es de mañana un desayuno”.
El botero provee los elementos, sirve la mesa con mucho detalle y ahí se vive “una relajación plena”. Después continúan. Comúnmente los turistas se cambian de asientos, para ver el panorama de diferente perspectiva. Se pasa por Brazo Verde por debajo del puente y culminan el playón del Club Náutico.
De mañana comúnmente sale a las 8 y de tarde a las 17. Está todos los días, pero recomienda ir los días de semana porque hay muy poca actividad náutica, eso significa que no hay contaminación sonora.
La embarcación está diseñada para tres personas adultas que van sentadas y en caso de ser cuatro con porte menor.
El Área Natural Protegida Paso Córdoba cuenta con diversos paisajes que se caracterizan por sus colores verdes, rojos y azules. Blas antes de despedirse habla de ellos con pasión.
“Es bellísimo porque tenés, dos esquemas diferentes en un mismo lugar. Todo lo que es la costa en donde aprecias las bardas, sus colores, su relieve y si miras para la otra costa encontrás lo verde, lo selvático. Es algo que es difícil de entender, la gente que no es de acá, se impacta. Por ahí estamos cerca y no conocemos este lugar que es simplemente maravilloso», se despide.
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