Willy Crook & Puelches: rutas patagónicas hasta el fin

El ex saxofonista de Los Redondos regresa a la cordillera de la mano de su amigo, el bajista Gustavo Giannini. Antes de emprender viaje se entrevistó con Río Negro.

«Porque ya son 28 las giras con Willy Crook”. Así, como al pasar, es que tira el dato Gustavo Giannini, cuando sugiere hacer una nota al respecto. El multinstrumentista roquense, antes conocido como bestial bajista, encontró en la formación de bandas soporte para músicos en gira una de las tantas vetas que le ofrecen la música y su propio talento. En el caso de Willy Crook le dio forma, junto a su socio, el baterista Julián Cabaza, a Puelches la base que acompaña al ex Redondos en sus periplos patagónicos.
Este fin de semana será el periplo número 28, si las matemáticas de Giannini no fallan. Al show de anoche en Junín de los Andes le siguirán el de hoy en El Bolsón, mañana en Bariloche, el domingo en Aluminé y el lunes en Centenario (ver aparte). Anteayer, cerca del mediodía y aún en Buenos Aires, Willy Crook atendió el llamado de Río Negro para hablar de su amistad con Giannini, la música, su música y sus recuerdos que quedaron escritos en un libro, entre otros temas.


“Sabía que eran muchas, pero nunca esa cifra esa tan apabullante”, asume el saxofonista cuando es consultado sobre la cantidad de veces que giró con Giannini por la Patagonia norte. “Con un músico brasileño muy bueno, Paulinho Nunes, vinimos hasta Roca, ahí lo conocí”, recuerda Crook sobre su relación con el bajista roquense. “Pegamos muy buena onda. Le pregunté qué le parecía sacar algunos temas míos y así empezamos. Era un tipo con un solo par de zapatos y sin celular. Todo lo que me dijo siempre sucedió. He escuchado muchas promesas de madrugadas, de gente con corbata, que luego nunca sucedieron. Es un honor patear con él”.

Willy Crook fue el saxofonista de Los Redondos en los discos Gulp! y Oktubre.


Todo esto sucedió probablemente en 2012 porque, como dirá después, “felizmente, la ignorancia me protege de cosas como la cronología. Pero debe hacer ya 15 años”. Consultado el propio Giannini, que tiene mejor relación con las cronologías, sí, fue allá por 2012. Desde entonces, los Puelches sumaron, como también dirá Crook, “muchos más kilómetros que conciertos”.
El estilo de bajista que Gustavo Giannini es va muy bien con jazz&soul de Crook. Esto, para este, es fundamenta. “Me parece indispensable que haya empatía musical en el escenario. Hablamos el mismo idioma”. Y de los Puelches dirá que son como “un capricho de la naturaleza, como los Funky Torinos mismos”.
Los Funky Torinos son su banda desde 1997, lo que no significa que su actividad sea permanente. De hecho, ni siquiera sus músicos lo son. Pero sí el concepto. Es con los Funky Torinos donde Crook suelta lo mejor de su estilo, ese acid jazz que suele visitar con los distritos del soul con la confianza de saberse en casa. Por fuera de los Funky Torinos, juega con otros sonidos como la electrónica, el bolero y el rock.


A fines del año pasado, el grupo volvió al disco con Lotophagy, un exquisito trabajo que lo muestra en su mejor forma compositiva e interpretativa. “El disco tiene un paragolpes de funk y soul, pero también hay sonidos y músicas que no se exactamente qué son ni de dónde lo saqué”.
Bastante de eso se escuchará en esta gira puelche, aunque con algunas salvedades que le impone la formación. “Estamos un poco restringidos por la falta de coristas, eventualmente he trabajado con coristas locales, pero esta vez viene complicada la cosa. Los temas que llevan coros no los tendrán. Hay temas que toco solamente con ellos y no con los Funky Torinos, porque faltan los teclados. Digamos que somos un trío… probablemente el trío más trabajador del paralelo 46 para abajo”, dice Crook con el humor que le imprime a cada frase. ¿Que de todo van a tocar? “Si supiera, no voy! También yo voy para ver qué pasa”. Sin irse del todo de la pregunta, aclara que “ya hemos tocado temas del nuevo disco. Coincidimos hace unas semanas en Córdoba. (Giannini) es un tipo ideal para invitar a las fiestas porque sabe tocar cualquier cosa (risas). Nos encontramos en Córdoba Capital y estuvo muy bien”. Lo cierto es que Los Puelches tienen una base de quince temas de todas las épocas de Willy Crook que forman parte del núcleo duro del trío.


Sobre su libro de memorias titulado , vaya paradoja, “Recuerdos improbables”, el músico sostiene, con ácida ironía, que “lo precario del libro es que me basé en en mi memoria. Fue bastante incompleto porque refiere a anécdotas y situaciones escandalosas (risas). La gente cuya opinión me importa dijo que era entretenido, con eso me doy por hecho”.
El libro en cuestión no fue una iniciativa suya, sino de Editorial Planeta a la que le dijo que sí más estupefacto que convencido. “Y lo que primero que hice para inaugurar mi nueva vida como escritor fue reventar el adelanto que me habían dado, antes de haber escrito un renglón. Mientras tanto pensé: tengo que decir la verdad sino no tiene sentido todo esto. De todos modos, ya estoy pensado en una biografía con el relato de la gente que estuvo conmigo en esos momentos y que tienen opiniones dispares porque la memoria es muy poco fiel. Y se va a llamar ‘Que la cuenten como quieran’. Tendré que soportar que tres personas cuenten cosas diferentes de lo que pasó en una misma noche. Esa noche no viniste, no esa noche te fuiste antes… (risas).


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