Wilma se ensaña con México y causa muerte y destrucción

Perdió fuerza y mató a tres en el Caribe mexicano.

El huracán Wilma decidió estacionarse y golpear con toda su fuerza la península mexicana de Yucatán, y aunque ayer perdió fuerza, sus lluvias torrenciales inundaron la zona hotelera de Cancún y causaron tres muertos y severos daños en toda la región.

Wilma se degradó a categoría dos en la escala Saffir-Simpson (de cinco), según el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Miami, con vientos de hasta 209 km/h, tras más de 36 horas de barrido incesante de las costas caribeñas de México. «Nunca en la historia habíamos tenido un fenómeno meteorológico como el de ahora, que equivale a cuatro o cinco huracanes de este tamaño que estuvieran pasando de manera subsecuente», constató el gobernador de Quintana Roo, Félix González. Wilma arrancó árboles, postes eléctricos, destrozó tejados y arrastró vehículos, y obligó a más de 71.000 personas a buscar refugio en la zona.

El gobernador del estado de Yucatán, Patricio Patron Lavidad, informó que falleció un hombre de 69 años al gol

pearlo una rama de un árbol que se desprendió por los vientos. La muerte se produjo en un municipio del sur de Yucatán, cercano a la frontera con Quintana Roo, donde «Wilma» continuaba casi estacionado causando copiosas lluvias. Por otro lado, González, informó que murieron dos personas al explotar un depósito de gas que el huracán hizo volar. El incidente también produjo cinco heridos.

En total, el huracán paralizó la vida de más de un millón de habitantes en la península, y las previsiones eran que la situación de emergencia total iba a mantenerse hasta hoy. Se ha registrado «un nivel de destrucción impresionante», declaró el gobernador. «Todas las infraestructuras se han visto afectadas», advirtió. La lentitud con la que Wilma se acercó a México permitió evacuar a habitantes y turistas, pero una vez sobre el territorio, los efectos se prolongaron durante horas, y la situación era de incertidumbre en las comunidades más aisladas, sin teléfono ni electricidad.

El Ejército tuvo que evacuar por la fuerza algunas comunidades del norte del estado de Quintana Roo. El ojo del huracán pasó en la mañana del sábado por encima del balneario de Cancún, donde sus habitantes pudieron salir durante unas horas para constatar la devastación. En la zona hotelera, evacuada dos días antes, el paso era infranqueable. En esa estrecha franja de tierra y arena, «el agua llega hasta el tercer piso de los hoteles», advirtió el subdirector del Sistema Meteorológico Nacional, Alberto Hernández. «Wilma es peor que Katrina. Katrina tenía 500 km de diámetro, este tiene 800 km», señaló el especialista Alberto Hernández, subdirector del Sistema Meteorológico Nacional, en referencia al huracán que devastó a finales de agosto parte de la costa del Golfo en Estados Unidos.

En los barrios residenciales de Cancún, ciudad de 700.000 habitantes, algunas tejas volaron, pero los edificios resistieron. En una esquina, la puerta metálica de una tienda de venta de llantas salió volando, y una decena de neumáticos yacían esparcidos por todos lados.

La policía seguía vigilando las calles, pero algunos comercios cuyas cortinas de hierro se habían doblado, fueron saqueados. En las islas de Cozumel e Isla Mujeres los daños fueron «severos» y el agua llegó en algunos casos hasta un metro y medio de altura. (AP-DPA)

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