Ya son 100 los policías asesinados en Río de Janeiro en lo que va del año

La policía militar brasileña enterró ayer al agente número 100 asesinado en el estado de Río de Janeiro en lo que va del año.

El número trágico subraya un aumento en la violencia en una de las ciudades más importantes del país sudamericano.

Las autoridades reconocieron que en los últimos meses las organizaciones de narcotraficantes y otros grupos criminales controlan áreas más grandes de la ciudad. Miles de soldados han sido desplegados para ayudar a la policía, pero ni su presencia ha aminorado la masacre.

Un sentimiento de desesperación se pudo percibir entre las 200 personas que asistieron ayer al funeral del sargento Fabio Cavalcante, de 39 años.

La esposa de Cavalcante estaba tan desconsolada que apenas podía caminar durante la procesión.

El esposo y padre de un niño de ocho años fue asesinado el sábado en Baixada Fluminense, uno de los distritos más violentos. Varios hombres armados se le acercaron, aparentemente con la intención de asaltarlo. Cuando descubrieron que era un policía, le dispararon al menos 10 veces, dijo a medios locales su padre, a quien Cavalcante estaba visitando.

Río de Janeiro es lejos el lugar más peligroso para la policía en Brasil. Muchos más agentes son asesinados ahí que en otros estados más grandes del país, como Sao Paulo. Desde la década de 1990, el número de agentes asesinados en el estado ha superado los 100 al año.

Con la suma actual, el 2017 se enfila a ser el año más mortífero para los agentes desde 2006, cuando 153 policías murieron, según registros de la policía militar.