Bariloche no tiene plan para los residuos tecnológicos

A diferencia de lo que ocurre en otras localidades, todos los desechos “especiales” terminan en el vertedero.

Cualquier persona de Bariloche que quiera deshacerse de un televisor roto, una vieja computadora, una lata con restos de pintura, una batería de auto o cualquier desecho químico en un espacio habilitado tendrá que llevarlo al vertedero, donde terminará en el “manto”, mezclado con resto de la basura domiciliaria.

A diferencia de lo que ocurre en otras localidades, el municipio no tiene programa alguno para separar y tratar los residuos “especiales” y sólo mantiene un sistema precario para la disposición final de pilas.

Así lo reconoció el subsecretario de Servicios del intendente Gustavo Gennuso, Eduardo Garza, quien dijo que el problema de fondo es que “no está instalada en la comunidad la cultura de la separación”. En consecuencia, mucho de lo que no puede ser embolsado para pasar como residuo ordinario termina en los contenedores que suelen contratar los mismos vecinos para trasladar restos de poda.

Garza dijo que con los residuos forestales suelen llegar al vertedero latas, escombros, electrodomésticos en desuso y todo tipo de basura que que debería tener otro destino.

“Si alguien los lleva con su propio vehículo, en la barrera del vertedero le van a decir que lo deje en un sector determinado, pero no hay tratamiento. Por ahora sólo es un acopio”, señaló el funcionario.

Contaminación

Zulema Morales, una de las integrantes históricas de la Asociación de Recicladores Bariloche, confirmó que toda la basura (aun la que es altamente contaminante) tiene un destino común, en las celdas de entierro, que además no están impermeabilizadas.

Dijo que la ARB promovió un programa para la recuperación de los residuos tecnológicos, en colaboración con una escuela y con el respaldo técnico de Invap, pero chocó con el desinterés municipal. Subrayó que el escurrimiento de toda esa basura “se filtra a la tierra”, porque la membrana impermeabilizante del vertedero se quemó con los incendios y nunca fue reparada.

Garza dijo que la única separación que promueven es la de pilas y que existe una empresa que dejó tambores y los retira periódicamente. Pero dio a entender que la gran mayoría de las pilas terminan con el resto de la basura, ya que el contenedor de 200 litros “tarda un mes y medio en llenarse”.

Señaló que existen regímenes especiales para los residuos patógenos y también para los aceites y lubricantes. Explicó que los emisores registrados tienen la obligación de contratar por su cuenta empresas que los retiran y los tratan. Pero aclaró que “sólo lo hacen los que tienen habilitación comercial”, y que hay una buena cantidad de aceites que provienen del circuito informal y también terminan en el vertedero, en un baldío o en las cloacas.

Insistió en que la falta de programas es una falencia, pero también dijo que “históricamente si los hubo no funcionaron porque falta una cultura de la separación”.

“Si alguien los lleva con su propio vehículo, en la barrera del vertedero le van a decir que lo deje en un sector determinado, pero no hay tratamiento.

Eduardo Garza, subsecretario de Servicios.

Datos

“Si alguien los lleva con su propio vehículo, en la barrera del vertedero le van a decir que lo deje en un sector determinado, pero no hay tratamiento.

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