Las deudas de Mi Bus tras su primer año de servicios

La baja relación pasajero/kilómetro, en el orden de 1,5 ó 1,6, sería una de las causas, junto al tema subsidios, por las cuales la ecuación económica no cierra para superar las falencias.

La empresa Mi Bus, del grupo Semisa de San Juan, desembarcó en Bariloche de la mano de una contratación directa tras la frustrada licitación pública convocada por el municipio. El intendente Gustavo Gennuso destacó a principios de 2017 el arribo de la nueva empresa como un cambio sustantivo en la prestación del servicio de transporte público de pasajeros.

Mi Bus sorprendió a los usuarios con una flota de unos 80 colectivos cero kilómetro circulando por la ciudad aunque el parque automotor anunciado por la empresa era de un centenar de unidades.

Pasó un año y en el gobierno municipal consideran que el balance es positivo. En las calles de la ciudad, hay opiniones diferentes. “Anda más o menos”, evaluó Carmela, una jubilada que esperaba el colectivo, en la parada de Sobral casi Onelli.

“En invierno andan mal, fuera de horario”, apuntó Dora. Dijo que el costo del boleto es un problema para las personas que deben salir a trabajar. “Mis hijos trabajan y tienen que hacer dos viajes todos los días. Se va mucha plata”, sostuvo.

Vecinos autoconvocados en la Multisectorial del Transporte Público son críticos del funcionamiento del servicio y del rol del gobierno municipal.

“Nosotros lo que recibimos son quejas, que no se cumplen los horarios, las frecuencias, que vienen llenos los colectivos y queda gente sin subir”, afirmó Ángel Vainstein. “No hay conformidad con la calidad del servicio”, sostuvo. “La empresa dice que no es rentable, que la relación pasajero por kilómetro recorrido es escasa, pero si el servicio fuera bueno, eficiente, cada vez más personas utilizarían el transporte público y dejarían el auto en sus casas”, advirtió Vainstein.

El blanco de las críticas pasa además por el elevado costo que tiene el boleto en Bariloche, que la ubican al tope a nivel nacional.

Aumentos

El gobierno de Gennuso autorizó el año pasado dos aumentos del boleto, que sumaron el 28,43%. Fue un incremento superior a la inflación anual de 2017, que cerró en el 24,8 por ciento, según el Indec. Los primeros ocho meses del año, el boleto común costó 12,80 pesos, pero en septiembre pasado subió a 16,44 pesos.

Y está pendiente de resolución un nuevo pedido de aumento de la empresa para subirlo a 19,65 pesos. El 14 de febrero se hará la audiencia pública para analizar el pedido de la empresa. Aunque lo que surja de la audiencia es apenas una expresión de deseos porque no es vinculante. El servicio lo utilizan, sobre todo, usuarios de los sectores con menos recursos de la población.

“Piden 19,65 pesos es una locura”, opinó Vainstein. Dijo que estarán en la audiencia pública para fijar postura.

Dijo que en base a estudios que hicieron técnicos que participan en la Multisectorial, el precio del boleto está “sobrevaluado en 5 pesos”.

Y cuestionó la rentabilidad del 20 por ciento que plantea la empresa a cinco años, en lugar de una rentabilidad del 10 por ciento a 10 años, que es el plazo de la concesión.

“La amortización de los colectivos la harán en cinco años”, advirtió. Ese costo se traslada al boleto que paga el usuario del servicio.

Señaló que se trata de una empresa monopólica. “Te extorsionan con que el servicio no es rentable, que viajan muchos gratis”, señaló.

Y cuestionó la comisión de seguimiento del transporte, porque no hay representación de los usuarios. “Es una comisión fantasma”, aseguró Vainstein. Y criticó que el municipio no acatara el fallo que ordenó implementar colectivos accesibles para personas discapacitadas.

Controles

El concejal del oficialismo Gerardo Ávila integra la comisión, junto con el concejal del PRO, Daniel González. “La comisión funciona y nos juntamos una o dos veces al mes”, aseguró Ávila.

“Es difícil hacer un balance. Pero creo que en la suma de todos los factores, el balance es positivo”, opinó Ávila respecto del primer año de Mi Bus al frente del servicio.

Dijo que ahora con el sistema SUBE y las declaraciones juradas “tenemos más control sobre la empresa”. “Antes era difícil porque no estaban instalados estos sistemas y faltaba información”, recordó.

Ávila dijo que una de las debilidades es la baja de los subsidios. Señaló que desde hace diez años que los subsidios al combustible están congelados. “Hay kilómetros que no podemos dar, frecuencias que no se pueden hacer y eso genera tensión con el usuario”, indicó.

Por eso, dijo que trabajan en una estrategia viable en el tiempo para garantizar el servicio “sin hacer algo demagógico”.

Dijo que la relación está entre 1,5 ó 1,6 pasajero por kilómetro transportado. Y señaló que es baja en comparación a otras ciudades. Además, recordó el extenso ejido municipal que tiene Bariloche. Por eso, agregó, no alcanza la ecuación. “El desafío es volcar más usuarios al servicio”, afirmó.

Respecto al precio del boleto, Ávila opinó que “desde el punto de vista del usuario es oneroso”, pero recordó que el contexto en la Patagonia es diferente a otras ciudades del país.

Más información: El boleto subió 1.164% en una década

El aumento del precio

“No me parece caro el boleto”

“Para nosotros el balance es positivo”, afirmó el jefe de Gabinete municipal Marcos Barberis. “Bariloche hasta un año y medio tenía el peor servicio urbano del país o de muchas ciudades”, afirmó.

Ponderó que Mi Bus aportó 100 colectivos nuevos, el sistema SUBE, con las bonificaciones, y las cámaras de seguridad que tienen las unidades. “Pero hay que seguir mejorando en el servicio”, sostuvo Barberis.

Respecto al fallo de la Cámara de Apelaciones en lo Civil de Bariloche, que admitió un amparo colectivo y ordenó a la municipalidad que en el plazo de diez meses comience a cumplir gradualmente con los colectivos accesibles para personas discapacitadas, Barberis dijo que en el Ejecutivo están trabajando para cumplir con ese fallo. Dijo que para finales de abril se conocerán las primeras medidas al respecto. El municipio apeló el fallo ante el STJ de la provincia.

Barberis dijo que los subsidios cubren sólo 544.000 kilómetros “y no alcanzan”. Recordó que los combustibles aumentaron, la extensión del ejido y el gran número de personas que viajan gratis.

Los datos que Mi Bus difundió a principios de enero indican que de los 13.254.067 pasajeros transportados desde febrero hasta diciembre pasado, 2.161.831 fueron gratis.

“La gratuidad del boleto, como dice el intendente (Gustavo Gennuso) la paga alguien”, sostuvo Barberis. “A mí no me parece caro (el boleto) teniendo en cuenta la geografía de la ciudad, el tipo de viaje y las secciones”, aseguró.

Respecto a la multa que el municipio le aplicó a Mi Bus en octubre pasado, cuando cambió de forma unilateral las frecuencias, Barberis dijo que la empresa apeló y lo tiene que resolver el Tribunal de Faltas.

Defendió el funcionamiento de la comisión de seguimiento del servicio del transporte urbano de pasajeros y su integración. “Los usuarios están representados por los concejales”, afirmó.

Dijo que el plazo de amortización de 5 años es lo que se le exige en el contrato respecto a la modernización de las unidades. Y admitió que todavía no está el centenar de unidades operativas por falta de subsidios.

Datos

28,43%
fue la suba del boleto durante el año pasado en la ciudad, mientras que la inflación en el mismo período fue del 24,8%.

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