Una escuela técnica que se hace esperar

Una escuela técnica que se hace esperar

El Centro de Educación Técnica del barrio El Frutillar no avanzó como se esperaba y el gobierno provincial anunció que se rescindirá el contrato con la empresa constructora. La obra que se está levantando en el predio próximo a la Escuela 154 tenía fecha de entrega para el 1 de marzo, pero la realidad es otra.

Esta mañana el subsecretario de Coordinación del Ministerio de Educación, Adrián Carrizo, indicó que la construcción del área de talleres se hizo con un “bajo rendimiento”, por lo que se procederá a un nuevo llamado a licitación.

Mientras tanto, el gobierno decidió avanzar en el proceso de adjudicación de la segunda etapa que completa la construcción de los talleres del ciclo superior, ocho aulas comunes, oficinas administrativas, baños y el salón de usos múltiples.

“Va a ser otro año perdido”, confió Edgardo Straini, secretario general de Unter Bariloche. Explicó que el gremio había recibido el compromiso de contar con los talleres de la primera etapa antes de marzo y adelantó que se abrirá un nuevo frente de conflicto por la falta de lugares para llevar a cabo las actividades.

En la actualidad el colegio técnico reparte sus aulas entre la escuela primaria vecina y el colegio Ceferino Namuncurá, donde se subdividió un sector para dar los talleres. “Hoy están en una situación muy precaria”, aseguró sobre las escasas normas de seguridad con las que trabajan docentes y alumnos.

Straini lamentó las nuevas complicaciones, recordó que el reclamo, incluso de los padres, lleva varios meses y que en este contexto no se puede garantizar el inicio del nuevo ciclo lectivo para los talleres.

“Apenas los compañeros vuelvan el 13 de febrero nos reuniremos para ver qué medidas tomamos”, agregó. Poco más de 100 chicos asisten al CET 28, cuyo plan educativo contempla hasta sexto año, pero hasta el momento la cursada llega hasta tercero.